TE DOY PERMISO

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CARTAS AL MARINERO (Capítulo 96)

—Jeremy mi amor, mira él es Andrés, mi amigo— dije.

—¿Besas a tus amigos?— dijo, entrando a la habitación, azotando la puerta.

—Por favor vete, hablamos mañana, déjame a mí hablar con ella — dije.

Andrés me vio fijamente, sonrió, me tomó de mis cachetitos, me dio un beso, —te quiero— dijo y salió de casa.

Entré a la habitación, Jeremy estaba tapada de pie a cabeza.

—Llevo años sola, ¿vas a hacerme berrinche por conocer a alguien que me hace feliz? Vos mejor que nadie sabés lo que viví con tu papá, merezco alguien que me quiera, señorita.— dije, tranquilamente.

—Yo sé, pero es que tengo miedo, mucho miedo— dijo.

—Pero, ¿miedo a qué?—

—A que querrás más a tu novio que a mí y me abandones por él— dijo, seguido de un llanto desgarrador.

La traje hacía mí, la abracé, la consolé.

—Hija, eso nunca va pasar, yo no voy a dejarte nunca, ni por un hombre, ni por una mujer, ni por un amigo o amiga, vos sos y serás siempre mi prioridad, lo has sido desde que supe que estaba en veintre, y lo vas a ser hasta mi último suspiro, y te juro que después de morir vendré noche a noche vestida de luna para cuidarte— dije con lágrimas en los ojos.

—Ok, te doy permiso, pero no quiero que te haga llorar, porque lo golpeo— dijo,  mientras lloraba mucho más.

La abracé fuerte y empecé a cantarle, hasta que se quedó dormida.

Tomé el celular, tenía muchos mensajes de Andrés, estaba muy preocupado.

Me marcó inmediatamente, en cuanto vio que había leído sus mensajes.

—¿Qué pasó?— preguntó.

—Tranquilo todo bien, ya hablé con ella, ya le dije que somos novios— respondí.

—¿Y cómo lo tomó? ¿No vas a dejarme, verdad?— preguntó.

—No, de hecho ya tenés permiso de ser mi novio, pero dijo que si me lastimas te va golpear—

—Ja, ja, ja, ja, ella no me va golpear, me va amar... pero a ver espera, ¿esto quiere decir que ya te puedo decir amor, verdad amor?— dijo muy emocionado.

—Si, ya podés— dije riendo.

Se emocionó mucho, nos despedimos y colgamos.

Tomé mi cuaderno y mi pluma...

«Querido marinero:

¿Quién enciende la luna sino estas? ¿Quién duerme a los demonios si te fuiste? ¿Cómo te recuedo si me abandonaste? Enséñame a ser como vos, enséñame a traer a Alska en el pecho en lugar de un corazón, por favor decime como hago para romper promesas y no sentir remordimientos, ¿cómo pudiste romper mi corazón y aún así seguir sonriendo? ¿Qué clase de persona asesina la autoestima de alguien que lo único que hizo fue amarlo, y sigue en libertad?

Lissbeth.»

Me metí a la cama, y no pude dormir más de dos horas, a la mañana siguiente, vi que una de mis maestras había publicado que tenía unos perritos en venta, y Jeremy hace mucho que quería uno, así que le pregunté precios, y acordé ir en la tarde a verlos, le conté a Andrés y el dijo que me llevaba, así que encargué a Jeremy y me fui en busca de un perrito, llegué a la casa de mi maestra, me mostró todos los perritos y me enamoré de la más pequeñita, así que la traje conmigo, me despedí de Andrés, y preparé todo para que Jeremy recibiera su sorpresa, jamás voy a olvidar su reacción.

Cuando entró a la habitación y la vio, empezó a gritar y llorar de felicidad, y me preguntaba si era de ella, cuando respondí que sí, corrió a abrazarme, —gracias mamita, te amo, se llamará "Luna"— dijo.

Así llegó Luna a nuestras vidas.

A la mañana siguiente fui en busca de Valentina, faltaban 2 días para que se fuese para Estados Unidos.

—Vale, acompáñame voy a hacer una locura antes de que te vayas— dije.

Continuará...

- Lissbeth SM.

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