CARTAS AL MARINERO

MOMENTOS FELICES

CARTAS AL MARINERO (Capítulo 106)

MARZO 2018

Los meses sin Jeremy fueron totalmente difíciles, casi no salía de la cama, lloraba, Luna, nuestra perrita estaba muy triste porque obviamente ella la extrañaba también.

Llegó marzo y Jeremy cumpliría 15 años, así que en honor a eso viajé otra vez hacia jalapa, me hice un tatuaje en honor a Jeremy y sus 15, y dos más, un tulipán rojo con la palabra Poesía abajo y un marciano.

Jeremy no quería fiesta y estar lejos de mí también le pesaba, así que empecé a planear algo que ella no olvidaría, hablé con mis tías y todas dijeron que sí, hablé hacia el colegio y hablé con el director, me dio un rotundo no, que era un internado adventista y eso nunca se había hecho, además era un colegio en el que no consumían carne, y yo quería ir y llevarle un desayuno para los 450 alumnos que estudiaban ahí, le propuso llevar tamales vegetarianos, y también pastel, quería que fuera sorpresa, quería cantarle, y que ella no supiera nada.

-¿Un desayuno para los 450 alumnos? ¿Usted está segura?- Preguntó muy incrédulo.

-Si, desayuno para los 450 alumnos y sacar a Jeremy ese día del internado- dije.

-Es que le repito, es algo que nunca se ha hecho, va contra las reglas del colegio- recalcó.

No voy a negar que usé mi lado dramático y empecé a llorar diciéndole al director, que solo éramos Jeremy y yo, que nunca habíamos estado separadas y que eran sus 15 años y que no podía dejarla sola, y lloraba y lloraba al teléfono.

-Ok, le propongo algo, lo hablaré con la junta el martes, mándame la canción que piensa cantarle para saber si lo aprueban, y llámame el martes en la noche y le digo que dijeron- dijo.

El martes en la noche llamé al director.

-Le tengo buenas noticias, no sé como usted lo logró, pero la junta escolar ha aceptado, y por primera vez en este internado se va permitir que usted haga lo que desea hacer, le tendremos micrófono inalámbrico y también una pantalla para que proyecte el vídeo que desea proyectar- dijo.

Sentí tanta felicidad, y empecé a preparar todo.

Mandé a hacer un pastel de unicornio para ella, y me lo llevé en el bus, porque donde Jeremy no estaba no hay pastelerías modernas.

Elmer el que era mi mejor amigo, me acompañó, viajamos en bus el 19 de marzo, Jeremy me llamó para preguntarme si iría por su cumpleaños, le respondí que no, que ella sabía que mandarla a estudiar a un colegio tan caro y lejos requeriría sacrificios y este sería uno de ellos.

Jeremy no dijo nada, solo escuché como se le cortó la voz, y dijo, -pero es mi cumpleaños, mami.-

-Lo sé, pero no sé puede, en verdad lo lamento- dije.

Jeremy no dijo más, solo colgó la llamada.

Llegué a Petén el 19 a eso de las 3:00 p.m. fui a hablar con todas mis tías, seríamos 5 para hacer 1,000 chuchitos de verduras (tamales), daría 2 por estudiante.

Luego Angelo mi primo y mi tía Mariana me acompañaron a comprar todas las cosas que iba a utilizar, compré 100 libras de maíz, cajas de tomate, verduras, todo, fui a invitar a tío Héctor y su esposa Mar quería que hiciéramos todo en su casa le dije que no, te dodo lo haría en casa de tía Anastasia, no dijo nada.

El 19 en la noche dejamos cociendo el maíz, el 20 a las 4 de la mañana nos levantamos tía Anastasia y yo, se fue a hacer la masa al motor, llegaron mis tías, se hizo el recado para los tamales, se picó la verdura, y también pollo porque metería tamales de contrabando para mi familia.