¿ALGO PODRÍA CAMBIAR?

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CARTAS AL MARINERO (Capítulo 8)

No dije nada, solo sonreí, y mamá se emocionó mucho, le serví el desayuno a Hernán, -tengo que irme a clases de mecanografía- dije, -¿y vas a dejar solo a tu novio?- Preguntó mamá, -tengo que irme, mamá- respondí, -déjela señora Gardenia- dijo Hernán, tomé mis cosas y salí de casa, caminé hacia la academia de mecanografía, entré a clases, era la mejor de la clase, estudiar era algo que me gustaba mucho hacer, al salir de ahí, me dirigí a computación, y al salir, tenía hambre, no había comido en todo el día, llegué a casa a medio dia, mamá estaba sirviendo el almuerzo, me senté a comer, no hablé mucho, -invité a Hernán a ir con nosotras mañana a la iglesia- dijo mamá, me le quedé viendo, -no creo que quiera ir, él y todos en su familia son católicos- respondí, -pues me dijo que si, así que tratá de ponerte muy bonita, porque en la iglesia hay muchachas muy bonitas, y no les vas a llegar, pero al menos él va ver que no estás tan jodida- dijo mamá, yo no respondí.

Terminamos de comer, me puse a limpiar, después Jordana y yo nos pusimos a jugar con Savannah, a veces olvidaba que aún era una niña, luego me puse a preparar la comida del día siguiente, tenía que ser especial porque Hernán iría con nosotras por primera vez a la iglesia, luego limpié la casa con ayuda de Jordana, me bañé y no me arreglé, solo quería usar unos short y una playera, estaba tan cansada, llegó Hernán, y mamá y él platicaban, mientras yo me le quedaba dormida a él en el pecho, luego me despertó, mamá, que dijo sentirse mal, y que iría dormir, nos dejó a Hernán y a mí con Jordana y Savannah, pero las dos se quedaron dormidas, mientras jugábamos basta (es uno de mis juegos favoritos, hasta ahora no he conocido a alguien que me gane jugándolo), dejamos el juego y Hernán se acercó a mí, me dio un beso, era un beso apasionado, no voy a mentir, me gustó, sentí su mano meterse bajo mi playera y no dije nada, tampoco lo detuve, hasta que subió y metió su mano bajo mi sostén, en cuanto sentí su mano, tocar mi pecho, me puse de pie, -ya es tarde, y mañana debemos ir a la iglesia- dije, él no dijo nada, no se despidió de mí, solo salió y cerró la puerta azotándola muy fuerte, la azotó tan fuerte, que despertó a mamá, ella salió furiosa, -¿por qué Hernán se fue tan rápido?- preguntó mamá, -es que le dije que mañana teníamos que madrugar y ya es tarde- respondí, -ahora entiendo porque se fue tan enojado-, dijo mientras me tomó del pelo, y me dio varios golpes en la cara y espalda, -mañana mismo me le pedis disculpas- gritó, me fui a dormir bien cacheteada.

Al día siguiente me levanté temprano, me metí a bañar, salí, me arreglé muy bonita, saqué ropa nueva, una falda amarilla, tubular, hasta los tobillos, con aberturas a los lados, una blusa vino tinto, de corte cuadrado, de tela pana (comp), me solté el cabello, mis ondas se veían bonitas, y puse un poco de labial rojo, bajé y cuando mamá me vio, dijo, -fea, fea, no sos, pero ese tu cuerpo te jode- y ahí dejé se sentirme bonita, desayuné y estaba molesta, muy molesta, cuando apareció Hernán, mamá le sirvió desayuno, él me saludó, -Liss, tiene algo que decirle, ¿verdad?- dijo mamá, dirigiéndose a mí, lamento mucho lo que le dije anoche-, él se me quedó viendo, -no se preocupe, mi amor- respondió.

Nos fuimos a la iglesia, todo transcurrió normal, a la salida de la iglesia mamá se puso a hablar con su mejor amiga Sonya, irían el siguiente día a Jutiapa a ver una amiga que vivía allá, la señora Enna, llegamos a casa y en ese entonces se habían puesto de moda los chocker de plástico para el cuello, llegamos a casa y en medio de la comida, todos empezamos a hablar -Por cierto, Liss, mañana iremos a Jutiapa a visitar a doña Enna- dijo mamá, no respondí.

-Mami, yo quiero uno de esos choker- dije, -¿estás loca? Eso es pecado, yo no te los voy a comprar- respondió.

Ya no dije más, esa tarde Hernán pasó toda la tarde con nosotras, jugamos basta y nadie me ganó, llegó la noche, me puse a preparar la cena, mientras Hernán me observaba, mamá entró a la cocina, -Liss, mañana vamos a madrugar, iremos a Jutiapa- dijo mamá, sonreí.

Hacia casi 2 años que no iba a Jutiapa, la última vez que fui, me quedé un mes, e ir a Jutiapa significaba, volver a ver a Anthony, ¡oh Dios Anthony!

Continuará...

- Lissbeth SM.

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