Oliver y Luisa estaban acostados en la cama, ambos miraban hacia el techo tratando de regular sus respiraciones. El remordimiento ya se hacía presente en Luisa. De pronto, ella apartó las sábanas, buscó por su bata y se encerró en el baño. Pudo sentir la mirada de Oliver clavada en ella y agradeció por él no haber dicho nada. Luisa se dio una ducha rápida y cambió la ropa, cuando salió del baño Oliver ya estaba vestido. Él estaba sentado en la orilla de la cama, la miró a los ojos esperando por su reacción.
Luisa: Esto no debió haber pasado. - Dijo directamente.
Oliver: Los dos deseábamos eso, Luisa. – Dijo mirándola.
Luisa: No lo niego, pero tampoco cambia lo que te dije en la fiesta. Quiero divorciarme de ti. – Dijo seria.
Oliver: Y yo te dije que iba a firmar los papeles... Si es lo que quieres así lo haré. Aunque eso rompa mi corazón, lo haré. – Dijo con los ojos aguados.
Luisa: No tienes que llevarme al hospital, mi coche está en el estacionamiento, puedo ir sola. – Dijo, intentando mostrarse indiferente.
Oliver: Andrea también es mi amiga. - Dijo enfadado.
Luisa: Lo sé... - Dijo en un hilo de voz. Ella se sintió mal, los tres siempre han sido amigos desde la preparatoria, estaba siendo egoísta.
Oliver: Entonces deja de tonterías y vamos de una buena vez. – Dijo serio levantándose de la cama y saliendo de la habitación. Luisa suspiró, mientras limpiaba una lágrima solitaria que deslizaba por su mejilla.
Luisa: Tranquila... Eso es lo mejor, yo no lo puedo perdonar. – Dijo para sus adentros.
El camino hacia el hospital se hizo eterno, ningún de los dos habló. Se veían enfadados.
En el hospital
Luisa llegó a la sala de espera del hospital y encontró la familia de Andrea y los hermanos Gallardo. Todos se veían preocupados, pero Cayetana era la más afectada. Se acercó a Sofía y Irina.
Luisa: Hola, chicas. ¡Buenas noches! ¿Alguna noticia de mi amiga? – Preguntó, mientras se saludaban con un abrazo.
Sofía: Aun no sabemos nada. – Dijo preocupada.
Irina: Hace horas que estamos aquí y nadie dice nada. – Dijo enfadada. – Mi mamá está a punto de matar a la recepcionista. – Dijo mirando hacia su madre.
Luisa: Eso es muy raro. – Dijo. – Pasé en el departamento de Andrea, y recogí su ropa, bueno para cuando salga de aquí. – Dijo entregándole la maleta a Sofía.
Sofía: Gracias. Andrea comentó que te quedarías con ella por unos días. – Dijo.
Luisa: Sí, necesitaba un poco de tranquilidad. – Dijo mirando hacia Oliver.
Sofía: Me lo imagino. – Dijo mirándola con complicidad. – Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, ¿Verdad? – Dijo.
Irina: Y conmigo también. – Dijo con una sonrisa. – Cuando todo eso pase, vamos hacer una cena de chicas entre las cuatro. – Dijo divertida.
Luisa: Como las pijamadas en el rancho. – Dijo con una pequeña sonrisa.
Irina: ¡Oh, sí! – Dijo sonriendo.
Oliver se acercó a Samuel.
Oliver: ¡Samuel! Buenas noches. – Dijo saludando su amigo.
Samuel: Hola, Oliver. Buenas noches... - Dijo su mirada estaba fija en la entrada del pasillo, a cada médico que salía, tenía la esperanza de que fuera traer noticias de Andrea. Pero las horas estaban pasando y nadie salía a decir cómo estaba a su brujita.
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Las Leyes Del Amor
FanfictionAndrea Del Junco es una joven abogada, exitosa, hermosa y muy atractiva. Una mujer que tenía todo para ser feliz, pero un dolor del pasado, la convirtió en una mujer fría y amargada. Para ella, todos los hombres son iguales a Fernando Morales, su ex...