Las Leyes Del Amor

Capítulo 102

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ADVERTENCIA: +18
Y vamos de noche de bodas SamDrea 😏

Un regalito para mi amiga MarlingNoheliaVelsqu que está de cumpleaños 🥳🎂🎈😘💙 Que Dios te colme de bendiciones en este día tan especial, ¡Felicidades, bella!
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En el Hotel

Samuel y Andrea salieron del ascensor tomados de la mano, caminaron por el pasillo y Samuel abrió la puerta, pero antes que Andrea entrara en la habitación él la cargó en sus brazos, escuchó la risa de su mujer y sintió como ella rodeaba su cuello con sus brazos.

Andrea: ¿Qué estás haciendo, mi amor? – Preguntó divertida.

Samuel: Cumpliendo la tradición, señora Gallardo. – Dijo antes de besarla despacio.

Andrea: Me encantas... – Susurró después del beso, Samuel sonrió y cerró la puerta de la habitación sin soltarla de sus brazos.

Samuel: Nunca voy a olvidar este día... - Susurró bajándola de sus brazos. – Eres tan hermosa... Tan dulce... - Dijo mirándola a los ojos, apartando un mechón de su pelo a un lado y besando su cuello.

Andrea: Yo tampoco... – Dijo acariciando la nuca de su marido con la yema de sus dedos. Se miraron a los ojos sonriendo. – Me siento tan feliz, Samuel. Como nunca lo había sido en toda mi vida. – Acarició su barbilla. – Yo te amo tanto... Tanto. - Susurró y lo vio sonreír.

Samuel: Quiero que sepas que yo dedicaré mi vida para hacerte la mujer más feliz de este mundo, señora Gallardo. Eres mi amor, siempre lo fuiste... – Andrea sonrió.

Andrea: Ya soy la mujer más feliz de este mundo y todo gracias a ti. Desde que me topé contigo en aquel bar mi vida cambió por completo. Me devolviste las ganas de ser feliz, la confianza en mí misma, has sido mi apoyo incondicional y en las buenas y en las malas siempre estuviste a mi lado. Ahora eres mi marido, el padre de mis hijos, alguien indispensable en mi vida, tú eres mi todo Samuel Gallardo y yo también dedicaré mi vida para hacerte feliz, para darte todo el amor que tú me brindas todos los días. – Dijo mirándolo a los ojos.

Samuel: Siempre soñé con este momento, en que al fin tendría tu amor, y ahora que eso pasó tengo que decirte que la realidad es mucho mejor que en mis sueños. Las palabras se quedan cortas para describir todo lo que tú me haces sentir, mi brujita. No quiero nada más que estar a tu lado y verte despertar en mis brazos todas las mañanas. – Dijo acariciando el mentón de su esposa. – Yo te amo, Andrea Gallardo. Te voy a amar hasta mi último suspiro... Y ahora eres sólo mía. – Susurró, mirándola a los ojos con intensidad, mientras acariciaba su mejilla con su mano.

Andrea: Tuya y de nadie más... - Susurró antes unir sus labios con los de su marido, en un beso lento y dulce. Después del beso, Andrea se volteó, echó un vistazo en la habitación y sonrió. Su marido era un hombre romántico y muy detallista siempre pensaba en todo. Las rosas, las velas, la mesa puesta con frutas, chocolates, un cubo lleno de hielo con una botella de champán... El balcón de la habitación con la vista perfecta de la ciudad.

Samuel la abrazó por la espalda, posando sus manos en el vientre de su mujer, mientras besaba su mejilla tiernamente. Andrea llevó sus manos hacia su pelo y empezó a quitar su velo y deshacer su peinado, ante la mirada atenta de su marido. Sentía los labios de él en su hombro y en su cuello, cerró los ojos disfrutando de las caricias y del toque suave de Samuel, sonrió al sentir los dedos de su marido desabrochando los botones de su vestido de novia con lentitud, la besó en la espalda y se mordió el labio inferior admirando como el vestido deslizaba por las caderas de su mujer, dejándola sólo con una lencería de encaje blanca, su brujita se veía muy sexy.