Las Leyes Del Amor

Capítulo 24

Mientras tanto en Niza...

Andrea pasó el día recorriendo la ciudad, conoció al Musée Massena y la Catedral de Saint-Nicolas, como se lo había prometido a Irina, sacó muchas fotos de todos los lugares que visitó y se las envió. Cuando regresó al hotel, habló con su psicóloga por teléfono y decidió que iba a seguir con la terapia remotamente. Se sentía más tranquila y pudo pensar en muchas cosas, tenía tiempo para ella y le gustaba esa sensación. A noche, ella salió a cenar en un pequeño restaurante cerca de la playa.

Andrea estaba fascinada con cada lugar distinto que había conocido, se despertaba temprano para recorrer la ciudad y solo regresaba al hotel por la noche, así fueron pasando los días y pronto su primera semana en Niza también. Ella estaba en el restaurante Le Plongeoir disfrutando de una copa de vino tinto, mientras miraba al bello atardecer con la playa La Réserve al fondo. Su último día en Niza estaba siendo muy hermoso.

Andrea admiraba la bella vista cuando de pronto, escuchó una voz masculina llamando su atención. Volteó la mirada para la persona que la llamaba, era un chico español muy guapo, se llamaba Carlos, él se acercó a su mesa con una sonrisa juguetona en los labios y la invitó a una copa. Andrea lo miró detenidamente y recordó a Samuel... Había pensado mucho en él en estos días. A Irina ciertamente le agradaría el chico, pero Andrea no estaba interesada. En su mente, sólo habitaba a un hombre... Desde su encontronazo en aquel Bar ella no pudo quitar a Samuel Gallardo de sus pensamientos. Tenía muchas ganas de escuchar su voz, pero no lo llamó... Pensó que él la llamaría, pero estaba cumpliendo lo que le había prometido, estaba dando su espacio, guardando su distancia. Ella empezó a sonreír, recordando a una de sus conversaciones en que Samuel le advertía a no aceptar invitaciones de babosos. Andrea maneó la cabeza divertida para el recuerdo.

El chico volvió a llamar su atención, esperando su respuesta. Andrea recusó gentilmente su invitación, pagó la cuenta y regresó al hotel. Ella tenía que hacer sus maletas, ya que mañana se marcharía a Marsella. Después de organizar sus cosas, se dio una ducha, puso su pijama y se acostó en la cama, se sentía cansada. Y cómo en todas las noches, desde que llegó a ese lugar, ella se quedó dormida pensando en Samuel.

Andrea estaba cada vez más convencida que eso que sentía por Samuel era más fuerte que una atracción y le asustaba la intensidad de este sentimiento que estaba surgiendo en su corazón porque jamás en su vida experimentó algo así.

Marsella, Francia.

Días después...

Andrea ya llevaba más de dos semanas viajando, había conocido a lugares bellísimos, estaba creando nuevos recuerdos, tendría mucho que contar a sus hermanas cuando regresase, se sentía en paz. Hacer ese viaje fue su mejor decisión, necesitaba estar lejos para volver a conectarse consigo misma. Siguió hablando con su psicóloga casi todos los días, empezó a comprender mejor sus sentimientos, sus dolores y sus inseguridades. Cada vez más extrañaba a Samuel, tenía muchas ganas de verlo, de saber cómo estaba, quería saber si él había tenido éxito en la causa, recordó que el juicio del caso en que él estaba trabajando se daría en un par de días. Andrea miró a sus redes sociales y sonrió cuando vio llegar las notificaciones, Samuel le había dejado otro "Like" en una de sus fotos de Instagram. Sonrió como una tonta, él ya había dado "Like" en prácticamente todas sus fotos y dejado uno que otro comentario. Bueno, ella tampoco se quedó atrás, también le dejó muchos "Likes" en las fotos de Samuel.

Cuando Andrea decidió hacer este viaje, ella pensó que se quedaría en Francia sólo por dos semanas, pero al final acabó decidiendo quedarse por un mes. Llamó a Luisa para comunicarle sobre su cambio y ella la apoyó, sabía que su amiga necesitaba ese tiempo. Se pusieron de acuerdo para finalizar su divorcio con Oliver cuando Andrea regresase de su viaje. Por el Instagram, supo que Samuel aún estaba en Nueva York.