Las Leyes Del Amor

Capítulo 31

Samuel y Andrea estaban abrazados, mientras sus labios no se despegaban el uno del otro, se besaban con lentitud y dulzura, disfrutando de su anhelado reencuentro. Ambos soñaban con este momento, en que volverían a estar juntos, y la realidad estaba mucho mejor que en sus sueños.

Rompieron el beso por falta de aire, se miraron a los ojos con ternura sin poder ocultar sus sonrisas. No necesitaban más palabras ya todo estaba dicho en sus miradas. El único sonido que podían escuchar era lo de las olas del mar mezclándose con los latidos de sus corazones.

Samuel: Si quedamos así, no nos vamos a cenar. Aunque, bueno... Con estos besos tan ricos que me estás dando, me quedaré satisfecho. - Dijo con una enorme sonrisa.

Andrea: Tonto... Comencé por el postre. - Dijo divertida, guiñándole el ojo.

Samuel: Así que, soy tu postre... Me encanta como suena esto! - Dijo sonriendo, y la estrechó más entre sus brazos.

Andrea: ¿Tú qué crees? Te dije que te lo agradecería en persona... Y yo siempre cumplo mis promesas, Samuel. - Dijo divertida.

Samuel: Creo que no hay hombre más feliz que yo en este momento, gracias Andrea. - Dijo haciéndola reír. - En serio, eso es mucho mejor de lo que imaginé. - Dijo mirándola a los ojos con ternura.

Andrea: Pues, me alegra mucho saberlo... - Susurró, sin apartar su mirada de él, acarició su mejilla con la yema de sus dedos, mientras se acercaba para dejarle un casto beso en sus labios carnosos y dulces.

Samuel: ¿Nos vamos a cenar? - Preguntó sonriendo después del beso, tenía las manos en la cintura de Andrea.

Andrea: Sí... - Dijo, con una sonrisa tímida. - Bueno, no sabía que iba salir a cenar contigo hoy... Así que, no sé si estoy vestida adecuadamente. - Dijo alzando las cejas algo apenada, sintiendo como sus mejillas se enrojecían.

Samuel: No te preocupes con eso, estás perfecta. Nunca te he visto tan bella. - Dijo mirándola con una sonrisa.

Andrea: No mientas, estoy muy sencilla para una cita. - Dijo haciendo una mueca divertida.

Samuel: Pero esto tiene solución... - Dijo enigmático.

Andrea: ¿Ah, sí? Cuál es tu sugerencia? - Preguntó divertida.

Samuel: Te invitar ​a otras citas por supuesto. - Dijo mirándola a los ojos.

Andrea: ¿Quieres tener otra cita conmigo? - Preguntó, disfrazando la emoción en su tono de voz.

Samuel: Por cierto, creo que he dicho otras citas. - La corrigió, Andrea sonrió. - Y sí, me gustaría mucho. - Dijo mirándola a los ojos con intensidad.

Andrea: Pero aún no tuvimos la primera cita... ¿Cómo que ya quieres tener otras? – Dijo divertida. - ¿Y si no me gusta esta cita? - Preguntó coqueta.

Samuel: No lo creo... Estoy seguro que te va a encantar. - Dijo mirándola a los ojos.

Andrea: Tienes mucha confianza, Gallardo. - Dijo, ocultando su sonrisa.

Samuel: Solo digo lo que siento... Y te voy a conquistar. - Dijo mirándola a los ojos. - ¿Vámonos? Mi coche está cerca. - Dijo, Andrea asintió, llevando la rosa que él le había regalado a su nariz, inhalando su dulce perfume. Samuel sonrió y tomó la mano libre de Andrea entrelazando sus dedos con los suyos. Se miraron a los ojos con intensidad y ella se dejó guiar por él, caminaron tomados de las manos hacia el coche de Samuel.

Andrea se sorprendió al ver que el coche de Samuel estaba en su propiedad y no había sido avisada por su equipo de seguridad, frunció el ceño y lo miró, Samuel sonrió ya imaginando lo que ella estaba pensando.