Capítulo 27

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Aún no podía creer que Samuel fuera la persona que le escribía tantas cosas lindas, que le enviaba todos aquellos detalles y que conociera tan bien sus gustos, ¿Pero cómo eso era posible si casi no había intercambiado palabras con ella en ese tiempo? Recordó el día de la graduación, cuando él le robó un beso a la fuerza... Y que beso. ¿Por qué no me dijiste nada Samuel? Todo podría haber sido tan distinto entre nosotros. Ella se enamoró de la persona equivocada, pasó casi cinco años creyendo que Fernando era el responsable por estos detalles tan hermosos. Aunque, cuando estaban juntos, él nunca le haya dicho nada parecido con lo que había escrito en aquellas cartas. ¿Cómo ella no se dio cuenta antes, que había algo raro? De la nada, empezó a recordar cuando se enteró de la verdad.

*** FlashBack ***

Cinco años antes...

No sé porque aún sigo insistiendo en esa relación, tal vez porque quiero creer que el chico dulce que me enamoró con sus detalles y sus palabras bonitas en nuestro primer año de noviazgo, todavía sigue ahí. No entiendo como él ha cambiado tanto, jamás pensé que Fernando fuera capaz de hacer lo que hizo en mi cumpleaños, y lo volvió a hacer hace dos meses cuando lo fui a ver en Londres para terminar nuestro compromiso, ​ojalá hubiera hecho eso.

Desde su reconciliación, esta era la primera vez que se veían personalmente. Fernando estaba en Houston para visitar su familia, su padre había sufrido un accidente y él vino a verlo, se quedaría solo un par de días.

Fernando: No sé porque me miras así... – Dijo volteando los ojos.

Andrea: Tu padre está ingresado. – Dijo mirándolo incrédula.

Fernando: Me digas una novedad. No veo en qué lo puedo ayudar estando aquí. Me quiero ir a mi departamento pasar la noche con mi prometida. – Dijo, acercándose a ella, cogiéndola de la cintura, empezó a besar su cuello. – Quiero hacerte mía, ya hace dos meses que estuvimos juntos, te necesito... - Susurró en su oído, Andrea lo apartó abruptamente.

Andrea: Estamos en un hospital... No sigas, por favor. Tú bien sabes que yo no quería que pasara eso, si no estuviera borracha yo... – Decía angustiada cuando él la interrumpió.

Fernando: Andrea, no puedo creer que seas tan anticuada, llevamos años juntos, pronto nos vamos a casar, no veo cual es el problema. – Dijo enfadado.

Andrea: Te dije que quería esperar hasta la boda... - Dijo sintiendo un nudo en la garganta.

Fernando: Pero pasó, supéralo. Hasta parece que vives en otro siglo. Las parejas tienen sexo, no hagas drama porque yo he sido muy paciente contigo. – Dijo enfadado. – Solo estaré dos días aquí y es así que me tratas... Eso porque decías que me amabas. – Dijo intentando hacerla sentirse culpable.

Andrea: Fernando, mis sentimientos no están en discusión... Pero te desconozco... Has cambiado mucho. – Dijo mirándolo a los ojos con sinceridad.

Fernando: Yo sigo siendo lo mismo que conociste. Pero tú, mi querida prometida, tú sí has cambiado... Estás más aburrida que nunca. – Dijo fastidiado.

Andrea: ¿Entonces por qué demonios sigues con una aburrida como yo? – Dijo la morena alzando la voz. Ella ya no soportaba esta situación.

Fernando: No, ahora vas a hacer una escena. Contrólate, nuestras familias nos están mirando. No quiero tener problemas con tu padre. – Dijo serio. Andrea puso los ojos en blanco.

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