Isadora: ¡Ay, yo no soporto a esta imbécil! - Dijo furiosa. - Y la amiguita zorra esa no se queda atrás... - Dijo haciendo berrinche.
Erick: Oye, pero la amiguita está muy buena. - Dijo mordiéndose el labio inferior.
Isadora: Es una cualquiera, siempre se la pasa con un hombre distinto. - Dijo mirándo a su hermano.
Erick: ¿Y cuál es el problema, los hombres no hacen lo mismo con las mujeres? Esto es una hipocresía. Que este comentario salga de un hombre no me sorprende, ¿Pero de tú, hermanita? Que pensamiento más machista. Pues, si esta bella dama quiere aprovecharse de este cuerpecito aquí, yo no le voy a poner resistencia. - Dijo divertido.
Isadora: Eres un depravado. - Dijo fastidiada. - Y tú un idiota, ¿Cómo pudiste fijarse en una pesada como Andrea? ¿Qué viste en una mujer tan insignificante como ella? Que idea más patética proponer una cena sólo para acercarse a tu amor platónico y ahora vas a tener que aguantar verla disfrutar de la noche del brazo de su novio. Esto lo mereces por ser un imbécil, es que los hombres sólo piensan con la cabeza equivocada. - Dijo mirando a sus hermanos.
Juan: ¡Deja de fastidiar la vida de los demás! Eres una inconsciente, una envidiosa que jamás va a llegar a los pies de ella. Andrea es una dama, no le faltes el respeto. - Dijo serio. - Lo que deberías preocuparte es con tu noviecito, hace mucho que él no te busca para nada. - Dijo enojado.
Erick: ¿No tienes dolor de cabeza, hermana? Es que soportar el peso de los cuernos de mi cuñado debe ser muy doloroso. Por eso vives con este humor de los mil demonios en las 24 horas del día. - Dijo serio.
Isadora: ¡Vete al diablo mocoso insoportable! Mi novio es un médico, él está fuera del país para especializarse. - Dijo enfadada.
Erick: Sí, él está haciendo una especialización recorriendo a los cuerpos femeninos que se le cruzan por el camino. - Dijo burlándose. - Mi cuñado lleva años fuera del país... Si quisiese volver ya estaría aquí. Eres la noviecita trofeo, la que él presume a la familia. - Dijo mirándola.
Isadora: ¡Te pasas, Erick! Me voy a casar con este hombre. - Dijo enojada.
Erick: No lo dudo, si fuera por su familia, ustedes ya estarían hasta con hijos, se ven algo desesperados para que te cases con él. - Dijo mirándola.
Juan: Ya dejen de pelear, que eso no llevará a ningun lado. Pero tampoco me agrada esa relación que tienes con este hombre. Por lo poco que he tratado con él, no me cayó bien. - Dijo mirando a sus hermanos.
Isadora: Tú tienes gustos raros, te agrada Andrea que es una pesada insoportable, en cambio a mi novio que es un médico importante, de muy buena familia y es un galán divino, lo tratas así. ¡Quién te entiende! A mí me gusta él y eso es lo que importa. Además, llevamos años juntos ya deberías haberte acostumbrado con mi novio. - Dijo mirándolo con fastidio.
Juan: La última vez que los vi juntos los escuché pelear y en el día siguiente tú tenías a unas marcas en el cuello. - Dijo mirándola serio.
Isadora: ¿Qué? ¿Estas insinuando que él me pegó? - Dijo y empezó a reírse a carcajadas. - Fue una simple discusión de pareja. A mi novio le gusta el sexo fuerte... Bueno, a los dos, por eso nos llevamos tan bien. Lo que viste sólo fue una demostración de cariño, y yo lo dejé igual de marcado, sólo estábamos complaciéndonos, hermanito. - Dijo divertida. - Pero qué vas a saber de eso, tienes cara de que te gusta el sexo aburrido... Por eso tienes tantas ganas a Andrea, tenerla en tu cama debe ser el ápice de tus fantasías. - Dijo burlándose.
Juan: ¡Ya dije que a Andrea la respetas! - Gritó enojado. - Si no puedes llevar nada a serio en tu vida, no sé lo que aún haces aquí. - Dijo mirándola.
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Las Leyes Del Amor
FanfictionAndrea Del Junco es una joven abogada, exitosa, hermosa y muy atractiva. Una mujer que tenía todo para ser feliz, pero un dolor del pasado, la convirtió en una mujer fría y amargada. Para ella, todos los hombres son iguales a Fernando Morales, su ex...