Samuel y Andrea regresaron a Houston en el domingo. Cayetana había invitado a todos para un almuerzo familiar con la intención de platicar sobre los preparativos de la boda de su hija y arreglar los últimos detalles de la ceremonia, la familia Gallardo Del Junco aún no sabía lo que había pasado en Miami.
Samuel aparcó el coche y miró a su brujita con una sonrisa, tomó su mano, se la llevó hacia sus labios y le dio un besito suave.
Samuel: Llegamos, mi amor. – Ella le hizo pucheros y Samuel acarició su mejilla. – No te angusties... Todo va a salir bien. - Dijo con una sonrisa de lado.
Andrea: Ya puedo escuchar los reclamos de nuestra familia todo el día por no haberles dicho nada de lo que nos pasó en Miami, sobre todo mi mamá. – Dijo acariciando su barbilla.
Samuel: Hicimos lo correcto, no queríamos preocuparlos. – Dijo quitándose el cinturón de seguridad. – Ahora cambia esa carita hermosa, ¿sí? – Dijo acercándose y llenándola de besitos cortos en sus labios, escuchó su risa divertida. – Así me gustas más, con esta sonrisa que me hechiza y a nuestros hijos también, ¡Te queremos! – Dijo posando su mano en el vientre de su futura esposa.
Andrea: Y yo los quiero más que todo en esta vida, mis amores. – Dijo mirándolo a los ojos y acariciando su mejilla. – Vamos aprovechar que estamos en el rancho para hacer un recorrido por el lugar dónde nos vamos a casar, ¿Te parece? – Dijo sonriendo.
Samuel: Me parece perfecto, pero todavía tienes el tobillo lastimado... - Dijo con preocupación.
Andrea: Estoy bien, ya no siento nada, en unos días voy a quitar la bota ortopédica. Además, nos vamos en tu coche, no me voy a hacer ningún esfuerzo. – Dijo mirándolo.
Samuel: Siempre logras lo que te propones, ¿no? Siempre sabes como convencerme. - Dijo mirándola con una sonrisa.
Andrea: Así es, mi amor, tú ya deberías estar acostumbrado, al fin de cuentas, somos abogados, no? – Dijo divertida. Samuel iba a besarla cuando escucharon los golpecitos en la ventanilla de su coche.
Samuel: No lo puedo creer... ¡Pero claro! Tenía que ser este par de inoportunos. - Dijo volteando los ojos, mientras Andrea no contuvo la risa al igual que Flavio y Irina.
Irina: Ya volvieron los tortolitos de su viaje romántico... - Dijo divertida.
Flavio: Se adelantaron la luna de miel, ¿verdad picarones? – Dijo moviendo las cejas divertido.
Irina: Oh sí... No cabe dudas, muñeco. - Dijo mirando a su novio con los brazos cruzados.
Samuel: Ya dejen de molestar, ¡Par de chismosos! – Dijo abriendo la puerta del coche.
Irina: No te aguantaste esperar dos semanitas y ya te llevaste a mi hermana en un viaje al pecado, tú sí que eres listo cuñado, ¡Te felicito! – Flavio se echó a reír, mientras Andrea maneaba la cabeza.
Andrea: Deja las payasadas, Irina. – Dijo saliendo del coche.
Samuel: Espera, mi amor. Te ayudo... Deberías haberme dejado traer a las muletas. – Dijo sujetándola por la cintura. Flavio y Irina borraron las sonrisas que tenían y intercambiaron una mirada preocupada.
Irina: Hermana ¿Qué te pasó? – Preguntó acercándose a Andrea, tomada de la mano de Flavio.
Andrea: No te preocupes... Sólo fue un susto, nada más. – Dijo algo nerviosa.
Irina: No me contestaste la pregunta, además del tobillo, tienes un moretón en la cara... - Dijo mirando a su hermana con el ceño fruncido.
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Las Leyes Del Amor
FanfictionAndrea Del Junco es una joven abogada, exitosa, hermosa y muy atractiva. Una mujer que tenía todo para ser feliz, pero un dolor del pasado, la convirtió en una mujer fría y amargada. Para ella, todos los hombres son iguales a Fernando Morales, su ex...