Capítulo 28

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Días después...

Bufete de Abogados Gallardo

Samuel estaba en su oficina trabajando en un caso cuando recibió una visita inesperada.

Patricia: Hola querubín... - Dijo, mientras abría la puerta de la oficina de Samuel con una sonrisa coqueta en sus labios. Llevaba puesto un vestido ceñido al cuerpo muy escotado, como siempre.

Samuel: ¿Qué haces aquí? – Preguntó alzando la mirada hacia ella con el ceño fruncido, se veía enfadado. Ahora lo que faltaba, que Patricia vuelva a perseguirme como lo hacía antes de irse de Houston.

Patricia: Por lo que veo, no estamos de humor hoy, ¿Verdad? – Dijo acercándose. – Te estoy buscando hace semanas, ¿Dónde estabas? – Preguntó sentándose en la silla. Samuel alzó la ceja derecha fastidiado.

Samuel: No creo que eso sea de tu incumbencia. – Dijo serio.

Patricia: ¡Ay, cuanta agresividad, mi querubín! – Dijo mirándolo con una sonrisa.

Samuel: No me llames así, Patricia. No soy nada tuyo para que me hables así. – Dijo mirándola serio.

Patricia: Cuando te llamaba así en la cama... Tú no te quejabas. – Dijo con una sonrisa sensual.

Samuel: ¿Qué quieres, Patricia? – Preguntó sin paciencia.

Patricia: A ti... Quiero que lo intentemos otra vez, siempre nos llevamos muy bien en la cama. Te extraño... Te deseo mi querubín. Quiero que me lleves al cielo con tus caricias... Con tus besos... Quiero que me hagas tuya otra vez... – Susurró, intentando tocarlo, pero Samuel no la dejó acercarse.

Samuel: Pues estás perdiendo tu tiempo. ¿Sabes? Una relación es mucho más que eso. No voy a regresar contigo, yo no te amo Patricia. Por favor, ya no insistas. Sé muy bien el tipo de mujer que quiero en mi vida y no eres tú. – Dijo con sinceridad.

Patricia: Me estás rechazando por la mujercita esa de la que me hablaste aquella noche, ¿Verdad? – Preguntó enojada.

Samuel: No permito que le faltes el respeto a la mujer que yo amo. – Dijo serio. – Quiero que te vayas de mi oficina inmediatamente. – Dijo enojado.

Patricia: ¡Ay, por favor! No puedes estar hablando en serio. – Dijo poniéndose de pie. – Te voy a demostrar que todavía mueres por mí. - Dijo abalanzándose a él, intentando besarlo con desesperación. Pero Samuel la agarró por las muñecas y la apartó con brusquedad.

Samuel: De esa vez, no vas a lograr tu cometido. Nuestra relación se acabó hace mucho tiempo, tú no me interesas, ¡Entiéndelo! – Dijo enfadado.

Patricia: Eso nunca, ¿Me oyes? Te voy a recuperar o no me llamo Patricia Rubio. Nadie se resiste a los encantos de la reina de la noche y tú, mi querubín, no serás la excepción. – Dijo muy segura. Samuel puso los ojos en blanco, maldijo el día en que empezó una relación con esa mujer.

Samuel: ¡Vete de aquí, Patricia! O te mando a sacar con los de la seguridad. – Dijo serio. – Ni creas que voy a volver contigo. Y búscate ayuda para que te curen esa obsesión, porque eso no es normal. – Dijo mirándola.

Patricia: ¿Ahora me vas a llamar loca solo porque quiero recuperar tu amor? ¡No seas ridículo! – Dijo riéndose descontroladamente.

Samuel: Tú nunca tuviste mi amor, Patricia. – Dijo serio.

Patricia: ¿Cómo qué no? Si siempre la pasábamos increíble en la cama. Nadie me ha hecho disfrutar tanto como tú. – Dijo.

Samuel: Eso no es amor. – Dijo mirándola.

Las Leyes Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora