Capítulo 73

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Durante el camino hacia el hospital, Andrea no recobró los sentidos, Samuel se veía preocupado, pero los paramédicos le dijeron que los signos vitales de su mujer estaban estables y que esto era una buena noticia.

Cuando llegaron en el hospital, no lo dejaron acompañarla hasta la sala de urgencias y él tuvo que quedarse en la sala de espera. Samuel se sentía muy angustiado sacó su celular del bolsillo y llamó a su hermano.

Arturo estaba acostado en la cama con Sofía, su chaparrita se sentía muy cansada, hoy Arturito no la había dejado descansar, su bebé no dejaba de moverse y darle patadas. Cuando escuchó su celular sonar y vio el nombre de Samuel en la pantalla frunció el ceño preocupado, su hermano nunca le llamaba tan tarde.

Sofía: ¿Quién está llamando? - Preguntó mirando a su marido.

Arturo: Es Samuel... - Dijo, las facciones de Sofía cambiaron. - Hermano, buenas noches... - Dijo contestando la llamada.

Samuel: Arturo, disculpa llamarte a esa hora, pero no sabía que hacer... - Dijo pasando una de sus manos en la frente.

Arturo: ¿Está todo bien? Me estás preocupando. - Lo escuchó muy afectado.

Samuel: Aún no lo sé... Han secuestrado a Andrea. - Dijo angustiado.

Arturo: ¿QUÉ? Has llamado a la policía? ¿Quién la secuestró? - Dijo agitado. Al escuchar lo último, Sofía se levantó de golpe.

Sofía: ¿Hicieron algo a mi hermana? - Preguntó llorando.

Samuel: Yo estoy en el Hospital General de Houston, Andrea está ingresada. Todavía no sé cómo ella está. - Dijo nervioso. - Estaba llegando al bufete de Andrea cuando vi como unos tipos la golpeaban y la llevaban inconsciente a un coche. Yo los seguí hasta afueras de la ciudad y llamé a Fernández para avisarle la ubicación de su cautiverio. No pude quedarme al margen mientras estos miserables lastimaban a mi mujer, así que yo recogí a mi arma y me fui por ella... - Arturo se veía atónito con lo que escuchaba. - Cuando llegué en el galpón, ese maldito la había golpeado y rompido su camisa, repetía una y otra vez que iba abusar de ella. - Dijo sintiéndose como la rabia se apoderaba de sus músculos. - Andrea lo retó a confesar sus crímenes y Dios mío, Arturo, lo que te voy a decir va a destrozar esta familia... - Samuel empezó a decir todo lo que Andrea había pasado en esa noche y las revelaciones de aquel miserable. Arturo estaba conteniéndose para no llorar delante de su mujer. - Nuestras mujeres van a necesitar nuestro apoyo en este momento, va a ser un golpe muy duro enterarse de todo esto. - Dijo angustiado.

Arturo: Tienes razón hermano... Yo voy avisar a la familia, tú tranquilo que todo va a salir bien. Mi cuñada es una mujer muy fuerte. Te veo luego, cualquier cosa que necesites, llámame. - Dijo con compasión.

Samuel: Voy a llamar a mi suegra. - Dijo colgando la llamada. Cayetana contestó la llamada de mala gana.

Cayetana: Yerno, sabes que te aprecio mucho, pero esto no son horas de llamar a una casa de familia. - Dijo bostezando, estaba durmiendo cuando escuchó sonar él télefono de la habitación.

Samuel: Lo siento suegra, pero... - Decía nervioso, entonces Cayetana se dio cuenta de que algo estaba pasando.

Cayetana: ¿Pasó algo a mi hija? - Preguntó angustiada, sentía una rara sensación de en el pecho. - Samuel, ponga mi hija en la línea, quiero hablar con ella... - Dijo nerviosa.

Samuel: Lo que más quisiera yo, pero no va a ser posible... Tienes que tomarlo con calma, ¿ok? A Andrea la han secuestrado... - Dijo intentando hablarle con calma. Cayetana se desesperó y pegó un grito que despertó toda la casa...

Las Leyes Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora