Capítulo 43

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Sofía y Arturo regresaron de su luna de miel, se veían más felices que nunca, el embarazo de Sofía iba muy bien, ella ya había cumplido los tres meses. La pareja viviría en el rancho Gallardo, mientras esperaba la finalización de la obra de su nuevo hogar.

Andrea decidió que era el momento de hablar con su familia sobre las amenazas que venía recibiendo hace meses, también iba a decirles del atentado que sufrió con Samuel en la playa.

En un domingo, ella aprovechó la presencia de su novio y de sus cuñados, para al fin decir a su familia lo de las amenazas. Samuel la tomó de la mano, entrelazando sus dedos con los suyos, apoyándola, mientras ella decía todo lo que había pasado.

Cayetana casi se desmayó cuando Andrea empezó a contarles con lujos de detalles todo lo que ha pasado en los últimos meses. Su familia se preocupó mucho y se enojó al descubrir que hasta el momento la policía no ha podido atrapar a estos maleantes.

Su madre y sus hermanas insistieron mucho para que Andrea tuviera guardaespaldas, pero ella rechazó la idea. Cuando supo que Samuel salvó la vida de su hija una vez más, Cayetana lo abrazó con lágrimas en sus ojos.

El embarazo de Luisa se desarrollaba muy bien, el bebé estaba en perfectas condiciones al igual que su madre. Oliver siempre estaba pendiente de ella y de su bebé, aunque las cosas entre ellos estaban muy frías desde la boda de Sofía y Arturo, lo que hizo con que Álvaro aprovechara la vulnerabilidad de Luisa para acercarse a ella. De esa misma manera, Ángela se acercaba a Oliver para consolarlo, pasando cada vez más tiempo junto a él y al pequeño Daniel, que era la debilidad de su padre.

Y así los días fueron pasando...

Andrea y Samuel estaban en el rancho Gallardo cenando con sus familias. Hicieron una pausa de toda la tensión de los últimos días para compartir un momento agradable en familia. Sofía contaba a sus hermanas sobre su embarazo, que estaba teniendo muchos antojos y que Arturo le complacía en todo. Don Felipe hablaba de su tiempo de General y de las batallas que se ha enfrentado.

Después de la cena, Samuel y Andrea salieron un momento del rancho, estaban caminando cerca del jardín tomados de las manos.

Andrea: Es muy bonito tu rancho... - Sonrió, mirando a su alrededor.

Samuel: Tienes que verlo por la mañana... - Dijo mirándola. - Ya me levaste de paseo por tu rancho ahora es mi turno. - Dijo parando sus pasos.

Andrea: Hmm... Cuando quieras. - Rodeó su cintura con sus brazos.

Samuel: Me gusta tenerte cerca... - La miró a los ojos. - No sólo me has conquistado a mí pero también a toda mi familia, ellos te adoran. - Dijo acariciando la espalda de su novia.

Andrea: Son muy lindos, me hacen sentir muy a gusto. Tú también te ganaste a mi familia... Hasta mi madre. - Empezó a reírse. -En serio, mi amor, nunca la había visto así. Eres el yerno predilecto de mi mamá, no tengo dudas. Que tus hermanos no me escuchen. - Lo miró divertida. Samuel sonrió.

Samuel: Que bueno así puedo estar contigo más tiempo, sin que tu mamá nos vigile, como lo hace con nuestros hermanos. - Dijo haciéndola reír.

Andrea: Esto les pasa por metiches. - Dijo divertida.

Samuel: Oye, en la próxima semana tengo que ir a un evento de empresarios en representación del bufete Gallardo... Me gustaría mucho que me acompañaras, pero entiendo que no quieres exponerte hasta que la policía atrape a estos crimínales. - La miró a los ojos, mientras acariciaba su mentón con la yema de sus dedos.

Andrea: Por supuesto que me voy contigo, mi amor. - Dijo posando sus manos en el pecho de su novio. - Ya ha pasado casi dos meses desde que sufrimos aquel ataque, no quiero seguir privándome de hacer lo que quiero por recelo a sufrir un nuevo ataque. Quiero seguir con mi vida... Con nuestras vidas, sin mirar atrás. - Lo miró a los ojos.

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