Capítulo 35 - Parte 1/2

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Los rayos solares invadían la terraza de casa de la playa iluninando el ambiente, desde la sala sólo se se escuchaban los sonidos que venían de la tele. Samuel y Andrea dormían plácidamente en el sofá, estaban acostados abrazados, con ella casi encima de él. Andrea estaba con la cabeza apoyada en el pecho de Samuel, tenían las piernas entrelazadas bajo la manta que arropaba sus cuerpos parcialmente.

Samuel fue el primer a despertar, se quedó maravillado viéndola dormir en su pecho, la acurrucó aún más en sus brazos y besó su frente. Él sonrió cuando Andrea frunció el ceño y parpadeó unas cuantas veces antes de abrir sus ojitos hermosos color café. Sus miradas se encontraron.

Samuel: Buenos días, princesa. ¿Dormiste bien? - Preguntó sonriendo, mientras acariciaba suavemente su mejilla.

Andrea: Buenos días... - Dijo tímida, mientras apoyaba su mentón en el pecho de Samuel. - Sí, muy bien, pero seguro la pasaste terrible, mira como te estoy aplastando... ¿Por qué no me despertaste, Samuel? El sofá es muy incómodo. - Dijo sonrojada.

Samuel: Nada de eso, la verdad es que yo nunca dormí tan bien en mi vida. - La miró con ternura. - Además, me encantó tenerte así en mis brazos, te veías muy linda... No me atreví a despertarte. - Recogió un mechón de  su pelo y lo enroscó detrás de su oreja. Andrea sonrió mientras negaba con la cabeza.

Andrea: Mira, ni apagamos a la tele... - Dijo pasando las manos por su rostro. - ¿Llegaste a ver el último episodio de la temporada? - Preguntó, mirándolo con una pequeña sonrisa.

Samuel: No, me quedé dormido antes de eso. - Dijo rascando la cabeza con una sonrisa.

Andrea: Bueno, entonces nos toca hacer un maratón cualquier día de esos. - Sonrió.

Samuel: Claro, cuando tú quieras. - Dijo sonriendo.

Andrea: Voy a prepararnos el desayuno. - Dijo mirándolo, mientras empezaba a apartarse de sus brazos y sentándose en el sofá. Samuel imitó su gesto.

Samuel: Te ayudo. - Dijo, mientras se levantaban del sofá.

Andrea se fue a su habitación, lavó el rostro y cepilló los dientes, mientras Samuel hacía lo mismo en otra habitación de la casa. Cuando llegó a la cocina, él la estaba esperando, entre los dos empezaron a preparar el desayuno.

Andrea: ¿Cómo aprendiste a cocinar? - Preguntó, mientras lo veía  terminar de hacer los pancakes.

Samuel: Cuando me fui a vivir en la ciudad, uno no puede estar siempre comprando comida en restaurantes. - Dijo divertido. - ¿Y tú? - Preguntó sonriendo.

Andrea: Algo así también. - Dijo mirándolo. - Pero cuando de niña me gustaba mirar a mi abuela cocinar... Y bueno, ella siempre me dejaba ayudarla con sus recetas. Aprendí muchas cosas con ella... - Dijo, con una mirada de nostalgia.

Samuel: ¿La extrañas mucho? - Preguntó mirándola a los ojos.

Andrea: Sí... Yo sólo tenía quince años cuando ella nos dejó. - Dijo, aún sentía un nudo en la garganta cuando recordaba ese momento.

Samuel: No te pongas triste... - Dijo abrazándola de costado y besando su mejilla. - Estoy seguro que ella está muy orgullosa de la mujer que te has convertido.  - Dijo tiernamente. - Ahora vamos a desayunar, ¿Sí? - La miró. Andrea asintió con una sonrisa. Samuel arrimó la silla para que ella se siente.

Andrea: Tengo que estar en el rancho para el almuerzo... Sofía me dejó un mensaje anoche insistiendo mucho. - Dijo, mientras veía como Samuel se sentaba a su lado.

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