T.2: 1.

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Han pasado 2 meses desde que Asia cayó en coma tras usar la verdadera forma de los ángeles. Desde entonces, ha estado ingresada en la UCI del Hospital General de Grigory. No hay día el cual Issei no la visite y se quede con ellas varias horas. Hoy era uno de esos días.

Issei estaba al lado de la cama dónde estaba Asia. La joven rubia estaba dormida, con vías en sus brazos las cuales le suministraban sueros con glucosa y líquido. Los enfermeros pasaban cada cierto tiempo para revisarle las constantes. Issei no dejaba de soltarle la mano.
Cuando el enfermero terminó de revisar las constantes de Asia y se fue, Issei habló con Asia, pues aunque estaba dormida, ella podía escucharle.

-Hola Asia. ¿Cómo estás desde la última vez? Supongo que bien. -empezó a hablar Issei mientras le acariciaba la mano. -Hoy va a ser la primera reunión entre Caídos y Puros en el mekom-heskemin. Yo también voy a ir. -le informó Issei a una Asia dormida. -Intentaré que los Cadres y Arcángeles te tengan en cuenta... -dijo en un tono triste Issei agarrando la mano de Asia con un poco de más fuerza.

Fue entonces cuando Draig se percató de algo muy extraño. Asia tenía una firma mágica distinta a la suya o a la de su portador. Parecía que estaban juntas en un solo punto. ¿Podría ser?

-[Aibō, ydych chi wedi sylwi ar hynny?] -rugió Draig a su portador. (¿Aibō, has notado eso?

Issei también notó esa firma mágica tan peculiar que emanaba Asia. El castaño le respondió a su compañero dragón.

-¿Crees que pueda ser que Asia esté...? -preguntó Issei al dragón rojo, el cual solo quedó dubitativo por un momento.

-[Gallai fod felly neu gallai fod y tatŵ. Am y tro rydyn ni'n mynd i feddwl mai'r tatŵ ydyw. Taleb?] -replicó Draig a su portador, el cual se relajó un poco. (Puede ser eso o puede ser el tatuaje. Por ahora vamos a pensar que sea el tatuaje. ¿Vale?)

-Vale compañero. Por ahora me quedaré un poco más aquí con Asia y luego me iré al mekom-heskemin. -declaró Issei al dragón, el cual solo afirmó con la cabeza.

Pasó un rato más en la UCI cuando al fin se despidió de Asia dándole un beso en la frente y le dijo "Nos vemos mañana". A lo que Asia, aunque estuviese dormida, sonrió y en su mente se dijo "Hasta mañana Issei-kun".

En la mente de Asia.

En un espacio negro infinito, Asia estaba de pie, con su traje de monja puesto y las manos apretando el vestido. Ante esa oscuridad, Asia empezó a caminar al frente por un tiempo indefinido. Caminaba y caminaba por esa oscuridad, cuando escucho una voz grave, profunda, con autoridad pero con amor.

-Asia hija mía, sigue mi voz, sin miedo... -se escuchó decir a la voz procedente de la nada. Asia, sin saber porqué, siguió a la voz.

Asia empezó a seguir a la voz, como si una niña pequeña siguiese a la voz de un padre cariñoso y paternal. Siguió la voz durante a lo que ella le parecieron horas, sus pies empezaron a doler, pero esa voz la seguía animando a caminar.
Durante un rato, la joven rubia siguió la voz, cuando empezó a ver una luz blanquísima al final de esa oscuridad. Tenía miedo de que si cruzaba esa luz moriría, pero la voz le volvió a hablar "No vas a morir aquí, hija mía".
Entonces, Asia cruzó la luz.

Lo que la joven rubia ex-monja vió tras la luz casi le dio un infarto. Era un ser de pesadilla, parecía un ser sacado de un libro de terror. Tenía muchísimo ojos y en medio había una luz, la voz procedía de esa luz. La voz empezó a hablar.

-No temas mi niña... estoy aquí contigo... -habló la luz envolviendo a Asia en una luz parecida a la que el ser emitía. -Para siempre...

Asia no sabía que había visto, pero antes de que pudiese pensar, volvió a dormirse. Pero justo después de dormirse, la voz procedente de la luz, pareció hablar con otra luz, pero esta era grisácea.

El Dragón Carmesí De Grigory. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora