El Dragón Emperador Rojo, quién fue temido temido en todo el mundo sobrenatural, se ha levantado una vez más, y en esta ocasión, para sorpresa de todos, llamará a la unión, a la concordia y a la paz.
Su búsqueda por la tan ansiada paz lo llevará po...
La fría noche del país escandinavo se dejaba sentir en la casa rural en la que Kokabiel, Baraquiel, Tamiel y Abhainn habían alquilado esa misma noche cuando llegaron a Reikiavik. Cada uno había escogido una habitación donde pasar esa noche y, sin deshacer ni siquiera las maletas, se habían acostado en las camas a dormir, pues eran ya cerca de las una y media de la madrugada cuando llegaron, se merecían un merecido sueño. Sueño que, por desgracia les era harto difícil conciliar debido al frío de la noche islandesa.
Baraquiel y Tamiel, que compartían una habitación con dos camas estaban literalmente tiritando del frío, quejándose a Padre de porqué tuvieron que haber nacido en un lugar -Palestina- con un clima tan benigno. Kokabiel y Abhainn por su parte, que igualmente compartían habitación con dos camas separadas, intentaban conciliar el sueño tapados con las sabanas, pero no lo lograban, ya no sólo por el frío nocturno, si no por otro motivo: Abhainn había decidido contarle a su padre sobre el sueño ese que tuvo en el avión.
―Así que esa guerrera pronunció tu nombre... ―resumió el Cadre lo que le había dicho su hijo.
―Así es, y no se me va de la cabeza. ¿Quién era? ¿Por qué precisamente a mi? ―se preguntaba el nephilim mirando por la ventana de la habitación.
―Mira, tal vez no sea Penemuel-achot para leer tus sueños, pero algo en el interior me dice que Padre te está hablando. ―pronunció Kokabiel seguro de sus palabras.
Abhainn se apoyó en el cabecero de la cama sentado. ¿En verdad su Abuelo Celestial le estaba hablando? Sabía que Él no estaba entre los Vivos y que su Espíritu se comunicaba con sus hijos de variopintas maneras: sueños, voces, cambios fisiológicos repentinos... Tal vez este sueño era una manera de Elohim de hablar con él, ¿pero qué quería decirle su Abuelo con ese extraño sueño? ¿Quién demonios era esa chica para empezar? Abhainn no quería complicarse con tantas preguntas, e intentó echarse a dormir, al igual que su padre, quien entre murmullos no cabía en su asombro del parecido de la chica del sueño de su hijo y el de Rosemary ¿Sería una versión más joven de su esposa quien le había hablado?
Así empezaron a avanzar las horas de la noche en la casa rural. Baraquiel fue el primero en caer dormido, seguido por Tamiel y Kokabiel. Los Cadres estaban ya todos dormidos profundamente en sus camas pero Abhainn no lograba conciliar aún el sueño. ¿Demasiadas preguntas tal vez, o demasiado frío quizás? Una combinación de ambas seguramente, pero tampoco ayuda que en la ventana que tenía Abhainn enfrente suya hubiera un cuervo de hielo con otra gema muy similar a la que uno de los cuervos de Odín había dado a Azazel en los combates de la semana pasada.
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