Ciertamente, el ángel caído de gabardina gris y copa de ala ancha era alguien curioso dentro del Lahak Yeshu'a. Siempre en silencio, observándolo todo sin que nadie se diera cuenta de su presencia. Y a la vez que observaba su ambiente, escuchaba todo, conversaciones y sonidos, los cuales retenía en su mente por horas, incluso días. Tenía, siendo sinceros, una memoria prodigiosa. Toda estas capacidades las tenías desde que era pequeño, muy pequeño.
Fueron esas asombrosas capacidades las que llevaron a un joven Donasheek -nacido en el año 843 tras el nacimiento de Yeshua Ibn Mariy- a alistarse al denominado "Servicio Secreto" de Grigory (en hebreo Chativa Lehistoded -literalmente "Departamento de los que hablan a susurros"-). Fue allí donde comenzó su carrera como espía para Grigory. Misiones tales como infiltraciones, robo de información demoniaca, asesinato de figuras importantes e influentes entre los demonios eran el pan de cada día para Donasheek. Y sería en una de estas misiones donde conocería a su actual -y única- esposa: Claudia. Una espía encargada de infiltrarse en burdeles de súcubos e íncubos para matar a importantes generales o capitanes demoniacos.
Y con ella estaba ahora mismo en su apartamento, a unas pocas manzanas del Parlamento. Apartamento que estaba situado en un barrio de ángeles caídos que habían servido en el ejército o en el Chativa Lehistoded. Acaban de cenar y Donasheek agarró la mano de su esposa y con dulzura en su voz -cosa realmente extraña en él- le habló a su esposa.
-Claudia, cariño mío, amor de mi vida... -comenzó a pronunciar Donasheek a su esposa con un tono calmado para relajarla, aunque estuviese surtiendo el efecto contrario.
-Dona, no sé que estás intentando hacer, pero con esa voz no lo estás consiguiendo... -dijo la ángel caída de pelo azabache y ojos de color rubí haciendo notar su voz nerviosa.
- Hay un traidor, seguramente traidora, en Grigory Claudia. -confesó Donasheek con un tono de voz serio y áspero. Se notaba que estaba disgustado.
-¿Cómo? ¿Cómo que hay un traidor en Grigory? -preguntó Claudia sin creerse lo que su marido le estaba diciendo. -¡Eso es imposible Dona! ¿Seguro que tu mente no te está jugando una mala pasada? -quiso quedarse tranquila Claudia pensando que su marido estaba equivocado y que a lo mejor eran sólo paranoias o sospechas mal fundadas.
-Déjame decirte Claudia, ojalá fueran paranoias mías, pero te aseguro que en lo absoluto lo son. Todos los Cadres lo saben ya, incluso los Arcángeles y Yeshua lo saben. Hay un traidor entre nosotros. -explicó el ángel caído con gabardina gris y copa de ala ancha a su esposa, la cual puso una cara de preocupación. Si los Cadres y los Arcángeles lo decían, o tenían sospecha de ello, entonces lo más seguro es que fuera cierto.
-¿Entonces es cierto? ¿Hay un traidor en Grigory? -preguntó Claudia a su marido, el cual asintió secamente. Claudia tragó saliva ante tal revelación.
-Sí. Es más, sígueme. -fue lo único que dijo Donasheek, "Dona" para su esposa, agarrándola de la mano y llevándola al garaje, donde tenían su coche.
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El Dragón Carmesí De Grigory. (+18)
FanfictionEl Dragón Emperador Rojo, quién fue temido temido en todo el mundo sobrenatural, se ha levantado una vez más, y en esta ocasión, para sorpresa de todos, llamará a la unión, a la concordia y a la paz. Su búsqueda por la tan ansiada paz lo llevará po...