El Dragón Carmesí De Grigory. (+18)

T.2:3

Habían pasado varios días desde que Issei noqueó a Bova, el hijo de Tannin, durante el entrenamiento que éste les había ordenado hacer. La batalla de entrenamiento fue bastante épica, pero las cosas se acabaron torciendo cuando Issei usó el "estado prohibido".
Este "estado prohibido" es una fase, intermedia entre el Balance Breaker y la Jugernaut Drive.

Ahora mismo estaban Issei y Raynare dormidos en una cueva donde Tannin les había llevado tras el entrenamiento con Bova. Ambos dormían abrazados en un colchón de hojas que el mismo Rey Dragón les había fabricado para mayor comodidad; el reptil dormía a unos 10 metros de ellos, a la entrada de la misma cueva, protegiendo a la pareja de que ningún dragón de rango menor entrase en su hogar.

Mientras que el dragón dormía protegiendo a la pareja, Issei y Raynare estaban en algo que nunca había ocurrido: un sueño compartido, es decir, Raynare e Issei estaban en el mismo espacio mental.

Espacio Mental Compartido.

Este nuevo espacio mental compartido era, al igual que el resto, un lugar oscuro, eterno en el espacio y en el tiempo, un lugar que, perfectamente, podría estar ubicado en un universo paralelo. En este espacio estaban Issei y Raynare, agarrados de las manos, sin saber porqué están ahí los dos juntos.
No ocurría nada hasta que, delante de Issei apareció Draig, del mismo modo del que se le apareció la primera vez. Al mismo tiempo, Fafnir hacía lo mismo, pero con Raynare.
La joven pareja se miraron entre sí con intriga. Lo mismo hicieron los dragones, sopresivamente.

-¿Qué hacemos aquí I-kun? -preguntó Raynare a su novio, a lo que los dos dragones prestaron atención.

-No lo sé, tal vez Draig sepa algo. ¿Sabes por qué estamos aquí Draig? -pidió una respuesta el joven castaño japonés al dragón de Gales.

-Nid wyf yn gwybod ychwaith, Aibõ. Ond mae pwy bynnag a'i gwnaeth yn hynod bwerus... -respondió el dragón rojo a su portador, el cual solo pudo preocuparse más aún. (Yo tampoco lo sé, Aibõ. Pero quienquiera que lo haya hecho es extremadamente poderoso...)

-Ég styð Draig. Sá sem gerði það er miklu öflugri en Himneskur Dreki. -dio su punto Fafnir, lo que hizo que a Draig se le encendiera una bombilla en su cabeza reptiliana. (Apoyo a Draig. Quien quiera que lo haya hecho es mucho más poderoso que un Dragón Celestial.)

-Duw Draig! Ac rwy'n gwybod pwy yw'r unig Dduw y Ddraig sy'n gallu gorfodi breuddwydion! -exclamó Draig al darse quien era el único dragón que podía comunicarse y forzar los sueños de los seres sobrenaturales.

En el mundo sobrenatural, entre los dragones, aparte de los Dragones Celestiales -Draig y Albión- y los Reyes Dragones -Tannin, Tiamat, Vitra, Yu-Long, Fafnir y Miðgarðsormr, había dos seres draconianos que se decía que tenían tanto poder bruto como para destruir planetas: Ouroboros y Great Red, Gran Rojo, Dragón de Dragones, el Dios Dragón de los Sueños.

Entonces, en el espacio mental compartido, se escuchó un grandioso rugido, un rugido que hizo temblar a Draig y a Fafnir, y que, por tanto, casi provoca el desmayo de la joven pareja. Pero lo que nadie se esperaba es que, tras ese poderoso rugido, se escuchase otro rugido, pero más estridente y, lo que parecía, unos gruñidos procedente del dragón que rugió de forma estridente.
Ante la joven pareja de ángeles caídos y de los dos dragones, estaba la presencia de otra pareja de dragones: uno era un gran dragón rojo, de cuatro alas y ojos amarillos, de gran tamaño, 25 metros de largo y 5 de alto; el otro dragón era negro, con ojos violetas, de forma alargada, tan larga que si quisiese se podría morder la cola. Ambos dragones parecían que estaban "discutiendo".

-Zer demontre egiten ari zara hemen Ouroboros? Sekiryūteirekin hitz egingo nuena izan behar nuen, zu ez! -rugió molesto el dragón rojo de cuatro alas, dando una patada con una de sus patas traseras al dragón negro. (¿Qué carajos haces aquí Ouroboros? ¡Se supone que era yo quien iba a hablar con el Sekiryūtei, no tú!)