El Lahak Yeshu'a marchaba por los campos del Gran Marquesado Samigina. Issei y las chicas cabalgaban sus monturas al frente del ejército, con sus estandartes siendo agarrados por ellos mismos mientras que las telas ondeaban en la suave brisa. Detrás de ellos los ángeles caídos y puros marchaban al son de sendos shofares que llevaban los capitanes de cada escuadrón: Tnufael en el caso del "Escuadrón de los Hijos del Dragón Celestial" de Issei y Raynare; Ratzonel en el caso del grupo de Kalawarner; Tzanuael en el caso del grupo de Mitelt; Toharel en el caso del grupo de Akeno y Chasidel en el grupo de Asia.
Algunos de los soldados y jinetes de cada escuadrón marchaban en silencio, otros hablaban entre ellos, los ángeles puros rezaban o estaban en silencio meditando. Las armas de luz iluminaban sus rostros y sus cercanías. Luces doradas en los ángeles del Cielo, y de variopintos colores en los de Grigory. Alabardas, espadas, rodelas, katanas, bardiches, sables, todo tipo de armas de luz eran empuñadas por los ángeles del Lahak Yeshu'a. Issei y las chicas eran los únicos que no tenían ningún arma desenvainada, pues estaban sujetando las bridas de las monturas.
El ambiente en el Lahak Yeshu'a era tenso aunque no lo pareciera. Después de que Tnufael obligará a la Nigug del burdel Namtaga a quemar su propio Eš Edam, ató a todas las súcubos entre sí por una cadena de luz, desde el cuello de Namtaga hasta el cuello de la última súcubo. Ahora no serían más que juguetes y entretenimiento para los ángeles caídos del Lahak Yeshu'a. Tanto Issei como las chicas estaban en contra de lo que Tnufael hacía, pero el ángel caído capitán del escuadrón "Los Hijos del Dragón Celestial" tenía el apoyo de casi la mitad de la tropa. Para evitar una posible deserción de las tropas, Issei y las chicas tuvieron que hacer oídos sordos.
Este ambiente tenso dentro del Lahak Yeshu'a fue roto, por lo menos entre las chicas e Issei, cuando Raynare, fijándose en Tnufael -quien estaba justo detrás suya sostenido su shofar-, volvió a fijarse en él repetidas veces, como si le sonara de algo su cara. Creía que su cara le recordaba a algo o a alguien, aunque no sabía a qué o a quién. Raynare giró su cabeza y habló con Kalawarner de lo que le estaba girando por la cabeza.
–Kala, pts., Kala... –llamó la atención a la ángel caída de pelo azul, la cual se giró para escuchar qué tenía que decir Raynare.
–¿Qué pasa Ray? Noto preocupación en tu voz... –confesó Kalawarner respondiendo a su amiga de la infancia.
–Creo que me suena de algo el capitán de nuestro escuadrón... –dijo Raynare haciendo un ademán con su cabeza señalando a Tnufael.
–Él... Espera un momento a mí también me suena de algo... como si hubiera salido en la televisión o algo así. –expresó sorprendida Kalawarner el hecho de que Tnufael le era familiar, al igual que Raynare.
Ahora no era solamente Raynare quien estaba consternada por Tnufael, sino también a su amiga de la infancia Kalawarner se le hacía conocido ese ángel caído. Ambas ángeles caídas decidieron preguntarle a Mitelt si se le hacía conocido de algún sitio, pero esta contestó que no, no le sonaba de nada. Raynare y Kalawarner aún seguían con ese pensamiento en la cabeza sobre porqué les sonaba tanto la cara de Tnufael. Raynare, aprovechando que estaba al lado de Issei, le habló en voz baja para que Tnufael no la escuchase. Pero antes de hablarle recapacitó y le preguntó primero a Fafnir si podía hablar con Issei a través de la telepatía.
-{¿Fafnir, te puedo preguntar algo?} -inició la conversación la ángel caída de pelo negro hablándole al dragón dorado a través de su mente.
-{Sicher kein problem. Was ist los, kumpel?} -respondió el dragón dorado germánico a su portadora ángel caída. (Claro, sin problemas. ¿Qué pasa, compañera?)
-{¿Puedo hablar con el portador de Draig sin que nadie nos escuche?} -preguntó Raynare a Fafnir. Fafnir dudó por un momento, no sabía cómo podía su portadora hablar con el de Draig sin que nadie supiese nada. Al final, a Fafnir se le ocurrió cómo.
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El Dragón Carmesí De Grigory. (+18)
Fiksi PenggemarEl Dragón Emperador Rojo, quién fue temido temido en todo el mundo sobrenatural, se ha levantado una vez más, y en esta ocasión, para sorpresa de todos, llamará a la unión, a la concordia y a la paz. Su búsqueda por la tan ansiada paz lo llevará po...