Ser mejor amiga de Scorpius Malfoy fue de las mejores cosas que le pasó en la vida.
Conocer a su padre fue su perdición.
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Fecha de publicación: 17/09/2021
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𝓔 | ESME STANFORD
Mi cabeza me estaba matando, y mis ojos apenas se mantenían abiertos. La noche anterior apenas había dormido gracias a mi maravillosa habilidad de sobre pensar las cosas. Entre el señor Malfoy, y Albus, terminé durmiendo a eso de las seis de la mañana - y ahora eran las ocho y media, y estaba desayunando.
Quizás tendría tiempo de dormir un poco antes de almorzar, de todos modos, mi detención iba a ser a las tres de la tarde.
Y si tenía suerte, el señor Malfoy iba a desaparecer y yo podría tomar una siesta sin que él se diera cuenta. Sí, sonaba como un buen plan.
Me encontraba sola, jugando con la avena frente a mi mientras mis ojos se cerraban a ratos. Ni Rose, ni Albus, ni Scorpius aparecieron, y comencé a sentirme tonta ante el hecho de siquiera haberme levantado a desayunar.
Comencé a pensar en las cosas que podría hacer - ¿quizás ir a la biblioteca a estudiar un poco? Transfiguraciones comenzaba a ponerse bastante complicado, gracias a el nuevo profesor que había.
Luego, recordé que de hecho sí tenía algo pendiente que hacer. Tomé mi jugo de calabaza rápidamente, antes de dejar la avena sin tocar en la mesa y levantarme de mi asiento. Bajé la cabeza al pasar al lado de la mesa de Logan - era estresante ver su cara de cachorro perdido cada vez que me veía.
¿Por qué simplemente no se disculpaba y ya? ¿Era tan difícil? ¿Acaso esperaba que me acercara yo a él?
Lo bueno era que no teníamos casi ninguna clase juntos - alguien menos que evitar. En cuanto a su novia; no podía ir tranquila al baño de chicas, porque por alguna razón, ella siempre estaba ahí, lista para lanzarme mil dagas con su mirada.
¿Qué hice para tener tanto drama en mi vida? Sólo quería coger y ya.
Caminé por los pasillos, saludando a un par de profesores y estudiantes que apenas se dirigían al Gran Comedor. Subí las escaleras hasta llegar al quinto piso del castillo, donde estaba la enfermería.
La enfermera Meredith era una de las personas más amorosas que había conocido en Hogwarts; desde mi primer año, me dejaba tomar siestas entre clases cuando lo necesitaba, y de vez en cuando me quedaba por una taza de té con ella.
Pasar tanto tiempo en el lugar en años anteriores - cuando la carga académica no era tanta - era lo que me había inspirado a optar por una carrera de salud mágica.
Mi mamá siempre pensó que me iría por una carrera más administrativa, y me preguntó varias veces si estaba segura de estudiar, porque según ella, mi tolerancia a la sangre era mínima - lo cuál no era completamente cierto.
Pero, soy bruja, debe haber algo que me ayude con ese tema, ¿no?
