Ser mejor amiga de Scorpius Malfoy fue de las mejores cosas que le pasó en la vida.
Conocer a su padre fue su perdición.
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Fecha de publicación: 17/09/2021
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𝓔 | ESME STANFORD
Las últimas clases de aparición fueron relajantes, pero creo que algo estresantes para Draco y el señor Petrow. Ante el despido tan repentino de la bruja esa, fue prácticamente imposible encontrar algún profesor lo suficientemente calificado como para darnos clases junto a ellos.
El día anterior había sido ya la última clase de aparición, junto a nuestro examen teórico, tomando en cuenta que quedaba poco menos de un mes para nuestra graduación, y era necesario que todos los exámenes teóricos y prácticos estuvieran listos antes del viernes.
Según lo que tenía entendido, para que pudiéramos dar nuestro examen definitivo en el Ministerio, primero debían asegurarse de que podíamos aparecernos por lo menos a una distancia de un kilómetro.
Era por eso que Scorpius y yo íbamos corriendo a las pruebas, después de ir juntos a la lechucería y perder la noción del tiempo por completo cuando nos dispusimos a buscar una lechuza para mandarle una carta a mi madre. La de él no estaba en ninguna parte, como de costumbre, por lo que tuve que recurrir a las que Hogwarts tenía a disposición de de los alumnos.
—¡Esme, mierda! —exclamó, agarrándome con fuerza del brazo— ¡Más rápido!
—¡Voy lo más rápido que puedo! —exclamé, levantando muy bien mis piernas con cada paso que dábamos, en un intento desesperado de no caerme en el camino.
—¡No corran en los pasillos! —
—¡Lo siento! —exclamamos ambos al señor Trelwin, el cuál iba con su gata en brazos y con el ceño profundamente fruncido, como de costumbre.
Al cabo de unos dos minutos, finalmente llegamos al patio trasero de Hogwarts. Ambos nos detuvimos de golpe, recuperando nuestra respiración cuando nos encontramos con ya a todos nuestros compañeros de séptimo año formados en dos grandes filas.
Con Scorpius nos miramos, y de inmediato comenzamos a trotar hacia ellos. Las miradas de Draco y el profesor Petrow se posaron inmediatamente sobre nosotros - miradas nada agradables.
Llevé mis manos a mi espalda jugando con mis dedos nerviosamente mientras Scorpius llegaba a mi lado, hablando por ambos.
—Perdón el atraso, tuvimos un pequeño problema —dijo de inmediato.
—¿Alguna nota que justifique el atraso? ¿Nada? —Draco se cruzó de brazos, alzando una ceja hacia ambos.
Yo me limité a bajar mi mirada, negando con la cabeza.
—No, profesor —dije de inmediato, suspirando profundamente.
Sentía la mirada de todos nuestros compañeros sobre nosotros, mientras guardaban silencio absoluto. Al cabo de unos segundos, el profesor Petrow suspiró, anotando algo en el cuaderno que tenía en sus manos.
