Ser mejor amiga de Scorpius Malfoy fue de las mejores cosas que le pasó en la vida.
Conocer a su padre fue su perdición.
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Fecha de publicación: 17/09/2021
ADVERTENCIA: ESCENAS EXPLÍCITAS, LEER CON DISCRECIÓN.
【 𝓐. 059 】
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𝓓 | DRACO MALFOY
Las semanas habían pasado rápido - más rápido de lo que me hubiera gustado.
La presencia de Adele en el castillo había sido más estresante de lo que esperaba, sin contar de las varias veces que Esme y yo tuvimos mini discusiones por el hecho de que la mujer no parecía saber lo que era el espacio personal.
Pero también sabía que para llevar a cabo mi plan, necesitaba tenerla lo suficientemente interesada como para que se sentara frente a mí a beber una copa de vino.
La sola idea de escuchar cada uno de sus sinceros pensamientos me aterraba, no tenía idea de qué esperar.
Sólo quería que mis sospechas fueran ciertas para así tener una razón para echarla de su puesto de profesora lo más pronto posible.
Y con suerte, Esme y yo tendríamos un poco de tranquilidad antes de su graduación.
Si es que nada más sucedía; porque a estas alturas, sentía que el universo simplemente buscaba la manera de separarnos a toda costa.
Pero no iba a rendirme tan fácil, no después de todo lo que ya habíamos luchado para que lo nuestro funcionara.
Y menos cuando estaba seguro de que estaba completamente enamorado de ella.
Agate se encontraba durmiendo a mi lado, mientras Rufus sólo estaba a mis pies, jugando con el juguete que le había comprado al gato más pequeño hace unas semanas.
Aunque no lo crean, Agate había parecido encariñarse muchísimo con Esme, y aunque ella no lo admitiera, sabía que estaba completamente maravillada con él.
La había escuchado hablándole hace unos días cuando creyó que había ido en busca de un café, mientras le acariciaba el pelaje con cariño.
Sonreí ante el recuerdo, mirando la hora y esperando impacientemente a que llegara a mi oficina.
No nos habíamos podido ver en tres días, y estar alejado de su toque ya me estaba volviendo loco.
Suspiré, notando que quedaban unos minutos para que fuera la hora acordada. Habíamos aprovechado que la mayoría de los estudiantes estarían mirando el partido de Gryffindor contra Hufflepuff; y ella no parecía ni en lo más mínimo interesada en asistir.
Sabía que con el resto de sus amigos no era el caso, porque hasta a Scorpius le gustaba ver Quidditch, fuera quién fuera que estuviera jugando.
Fui al baño a mirarme al espejo, arreglándome el cabello y mojando mi rostro para despabilar un poco del sueño que sentía. Había estado durmiendo muy mal estos últimos días; las únicas veces que parecía conciliar sueño a la perfección era cuando tenía a Esme entre mis brazos.
