Ciudad secreta de Nidaros, 2 de enero de 1927
El Conservatorio de Magos fue siempre un hogar para la paz, el esfuerzo, el respeto, la armonía. Pero eso ha cambiado. Desde que Rêvereaux se ha vuelto el Ilustre Director, la sociedad habla cada vez más abiertamente de intervencionismo, de colonización, de control social, de dirigir el destino de los sordos, de comenzar una guerra del silencio contra la oscuridad del mundo.
Es increíble cómo cada vez nos parecemos más a lo que tanto hemos luchado desde que nos unimos para parir nuestra identidad; una que se basara en la concordia y la reconciliación, en la amnistía de los crímenes que, de una forma u otra, y por designaciones arbitraria del destino, nos vimos forzados a cometer en algún momento de nuestra historia como colectivo, como comunidad, como sociedad y unidad.
Se hacen llamar rêverecionistas, y apoyan ciegamente al Ilustre Director. Y aunque nunca me dediqué a los estudios de política internos del Conservatorio, no hay que ser un genio del tema para saber que se comportan exactamente igual que los infames pacificadores del Aquelarre. Y es que cualquiera que crea que la guerra es un medio, fin, o escudo para conseguir y preservar la paz, es un cínico y un sofista, un charlatán sin decoro alguno.
Cuando años atrás hablé con Rêvereaux, creí en sus palabras. Lo hice porque al igual que todos los magos y magas del Conservatorio, he estudiado nuestra historia y las consecuencias de lo que sucedería si dejáramos que el equilibrio que preserva la Armonía desapareciera para dar paso a una anarquía y falta de composición en la partitura que es nuestro destino como seres sintientes de cada una de las vibraciones existenciales que conforman la vida, la realidad, el universo mismo.
Es nuestra tarea ser vigilantes para que la magia no desaparezca a manos de la oscuridad, pero hay una gran diferencia entre ser un vigilante y ser un verdugo. Y ni siquiera Ana María Cantavella, la gran antropóloga a la que debemos buena parte de nuestra tesis fundacional, creía en que el exterminio de la oscuridad era una solución para la preservación de la armonía. Por eso su tratado maestro, Equilibrium, fue tan difícil de llevar a la práctica. Tomó cien años para que los magos pudieran hallar el consenso justo de lo que ella hablaba en sus palabras...
Y me deprime y me entristece que trescientos años después, dicho consenso peligre como si no hubiéramos aprendido nada.
¿Por qué tuvo que ocurrir esta Gran Guerra?
No puedo dejar de preguntarme.
Porque el miedo y la incertidumbre siempre han sido las herramientas más efectivas del odio y la desunión. La ignorancia de no entender enteramente la situación, de no poder controlarla para hacer de ella nuestra voluntad, el principal motor en la naturaleza de los corazones humanos. Por eso es tan importante renovar los sistemas educativos, luchar contra el miedo a través de una verdad objetiva, común, consensuada entre todos e incluyendo diferencias sin tener que recurrir a la imposición de ideologías o formas de ver la vida.
Por suerte, nuestra sociedad es fuerte. Hay resistencia, hay valor en las tradiciones, porque cuando los recién llegados empujan la balanza en direcciones desconocidas, es la certidumbre del pasado lo que puede anclar el punto de eje para el que las discusiones puedan tomar partido. Si conservadores y liberales, tradicionalistas y renovadores, no pueden ponerse de acuerdo si quiera en cuál fue el punto del pasado más reciente en el que todo estaba bien para, al menos, la mayoría... ¿entonces de qué vale discutir? No hay forma de que puedan entenderse.
Pienso en todo ello mientras voy de camino al despacho de mi maestro. Sabes que todo anda mal cuando nadie puede dejar de hablar de temas políticos por la calle, durante la cotidianidad de sus vidas, en los momentos importantes, etc. ¿Acaso es más divertido discutir ideologías y soluciones para los problemas de alguien más, alguien a quien no conoces de primera mano, cuando podrías estar hablando sobre eventos culturales, o buenas noticias en el trabajo, o sobre lo afortunado que puedes llegar a darte cuenta que eres? ¿Acaso hay que seguir perdiendo cosas para valorar la buena fortuna de los otros?
«Parte de la solución», dice alguien a mi lado mientras habla con su compañero. Ese es el lema de Rêvereaux: hay que ser parte de la solución. Tenemos que decirles a los sordos qué es lo que están haciendo mal. Tenemos que corregirlos, qué abrirles los ojos, y si se resisten, tenemos que forzarlos. Y tenemos que hacerlo porque el mundo no les pertenece sólo a los sordos, así que tienen que aprender a ser responsables para que nuestras vidas puedan ser más sencillas.
«Algún día los magos podremos descansar... y podremos hacerlo porque el mundo será un mejor lugar gracias al esfuerzo que hemos empezado el día de hoy», escuché el otro día que dijo en uno de sus discursos. Rêvereaux siempre habla de utopías, de sociedades perfectas, de acabar con todos los problemas en algún punto del futuro, y que la vida humana quede resumida a un ciclo de reencarnaciones terrenales, a una experiencia físico-espiritual para nutrir la consciencia a lo largo de la existencia.
Suena como lo que los sordos llamarían un cultista, un profeta de la felicidad. No entiendo cómo es que nadie puede darse cuenta de que Rêvereaux simplemente utiliza todos los recursos dialecticos posibles para transformar cualquiera de sus argumentos en una discusión sobre moral, sobre lo que está bien y lo que está mal, sobre cuál es la solución para dicho problema, sobre cómo alcanzar la perfección y la felicidad que nos merecemos, etc. Quiere construir un mundo sin problemas, pero cuando los problemas son generados por las demás personas, la solución no deja mucho a la imaginación...
Y así, sólo queda la confrontación como camino: o estás conmigo, o estás con los otros. Y mientras nuestra sociedad comienza a ser cada vez más decadente por dichas discusiones que destruyen todo lo que somos, los sordos ven el auge del fascismo y el comunismo en las esferas de poder europeas. Es evidente que el mundo está transitando por tiempos oscuros para todos por igual, eso al menos puede consolarnos... y es que me atrevería a decir que no hay quien, realmente, pueda estar bien entre tanto desastre.
Quizás las consecuencias de todo esto termine por unirnos.
Hay que ver.
Tan sólo el tiempo lo dirá.
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Labios de sangre
Romance¡¡Destacada por el perfil oficial @WattpadVampirosES ♥!! Eremia encuentra a Stian herido de muerte. Con un poco de su sangre puede salvarle la vida, pero el gesto puede salir bastante caro, especialmente para Stian. A raíz del suceso, ambos verán su...