Noah Hanks
El sueño y el cansancio me vencieron.
Escuché a lo lejos voces, también que me llamaban, pero el cansancio me tenía vencido y me dejé llevar otra vez por el sueño.
El repique de mi teléfono me sobresaltó. Levanté mi brazo tomando el aparato de la mesa de noche y observé la pantalla, era la doctora Black, pero lo que llamó mi atención fue observar la hora.
─ ¡Rayos¡ ─ pronuncié levantándome sin atender el teléfono. Me desvestí apresurado e ingresé en la ducha.
Eran las veintidós horas, recordé las horas que pasé con Ashley, hoy y no podía seguir negándome cuanto me gustaba. La pequeña, me estaba causando sensaciones que tenía años no sentía y yo, no le era indiferente. Lo sabía desde esa noche.
Mi mente se fue a unos meses atrás, a esa noche hace ya casi un año, recordando como me correspondió al beso, no rechazó mis caricias ni cuando saboree sus pechos. Con el recuerdo sentí la dureza de mi miembro y no deseaba bajármela con una ducha fría.
Tomé mi erección cerrando mis ojos y recordando esa noche, también su cuerpo húmedo lleno de espuma y con una pequeña toalla que en mi mente desprendí de su cuerpo. Moví mi mano deseando que fuese Ashley, deseaba su cuerpo, sus besos, deseaba saborearla.
Mi mano tomó velocidad recordando sus pechos, recordando su sabor cuando los llevé a mi boca. Jadee imaginándola a ella tocándome, imaginándola moviéndose sobre mi erección, así como en mis sueños matutinos. Gruño con el endurecimiento de mis testículos, gruño observando como se mueven sus pechos con el balanceo.
─ ¡Ohhhh! ─ gimo con el delicioso orgasmo que llena mi mano.
─ Ashleyyy, ─ Pronuncio deseándola aún más. Termino de ducharme, lavo mis dientes, me visto apresurado.
Seguramente ya hasta han cenado, gruño furioso reprochándome a mi mismo por quedarme dormido. Debí llegar más temprano para pasar más tiempo con ella.
Faltaba una hora treinta y cinco minutos para la media noche, salí corriendo a mi auto. Era relativamente cerca ya que Ethan, vivía en la otra manzana, pero caminar me tomaría más minutos.
Toqué el timbre cuando llegué. Ivanna, me abrió la puerta con una sonrisa de oreja a oreja, estaba hermosa como siempre. Ashley, tan parecida a ella, porque me había dado cuenta que era a su tía a quien se parecía y no a su madre.
La rubia me saludó abrazándome y mandándome a pasar. Recorrí mi mirada por todo el jardín buscándola y allí estaba, sonreí internamente observándola bailar con su hermano Andrew y mi hijo Jaime, a su lado bailaba con Samantha, luego hicieron intercambio de parejas. Ashley, sonrió recibiendo a Jaime, para bailar, movió su cabello entre risas. Jaime, también sonrió, eso me hizo sentir muy bien.
Caminé saludando a Samuel y Jordan, que estaban hablando y me involucraron en su charla. Valerie, se unió a bailar con los chicos y Samantha, entre risas haló por un brazo a Maximiliano, para que se uniera al baile.
Él con una sonrisa igual a la de sus hijos y hermana, comenzó a bailar con las tres mujeres que se compartían los parejos. Esto lo hacían todos los años y este año no sé porque me agradó tanto observarlos.
─ Pensé enseguida que con la hermosa pelirroja que estaba entre risas bailando con su padre, si deseaba un compromiso. ─ Frené mis pensamientos cuando la abuela Samantha, se acercó abrazándome y luego fue Ethan.
─ ¿No sé si te ofrezco una copa, una cerveza o un refresco? ─ Preguntó él que una vez fue casi mi suegro. Ellos siempre se debatían para ofrecerme licor.
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¿ERES MI TENTACION PROHIBIDA?
RandomEn el texto se narra una historia de drama, amor y romance erótico; Ashley Freetman una chica joven, universitaria, sencilla y enamorada desde que tiene uso de razón de Noah Hanks, él fue su amor de adolescencia y ahora su juventud, cuando a ella...