Valerie Ghill
Sentí la primera estocada que me hizo jadear, mis caderas fueron sostenida con fuerza, sintiendo la próxima estocada, que chocó con mis glúteos sonando piel contra piel.
Observé la imagen de mi esposo en el espejo, su rostro lleno de lujuria, su mirada apasionada, su cuerpo brotaba placer y la imagen de los dos moviéndonos, chocando uno contra el otro, me hizo correrme en un nuevo orgasmo.
Samuel, sonrío cuando sintió como mi vagina lo presionaba, dirigió su visión al espejo, la imagen lo hipnotizó tanto como a mí, mordí mi labio inferior presa del placer, cuando nuestras miradas se unieron a través del espejo.
Sus ojos azules, chocaban con los míos ocres rayados, su cabello negro contra el rojizo mío, pieles sudadas y sedientas, la imagen reflejada era hermosa y lujuriosa al mismo tiempo; por un momento, desee una foto de nuestros cuerpos en ese maravilloso contraste, que nos llevó a ambos al orgasmo.
Samuel, salió de mi interior girando mi cuerpo, observé su falo lleno de semen todavía. Me sorprendió que continuase tan duro, como si no se hubiese descargado hace unos minutos.
Ambos nos miramos fijamente, sus ojos estaban llenos de deseo y de amor, mi corazón dio un vuelco en mi pecho, el fuego y el amor que una vez tuvimos, no se había extinguido todavía.
Samuel, volvió a penetrarme, esta vez la danza de nuestros cuerpos fue más lenta, sus labios buscaron los míos, ambos nos comíamos en ese beso.
─ Te amo, tanto ─ susurró en mi oído, mi pecho volvió a sufrir las consecuencias de mi corazón, esta vez palpitaba mucho más fuerte, envolví su cuerpo, apretándolo contra el mío.
─ ¿Me amas todavía, Valerie? ─ Preguntó.
Respiré profundo, mi silencio lo hizo levantar su cabeza, buscó mi mirada, nuestras caderas seguían moviéndose lento, pero certero.
─ ¿Me amas? ─ Preguntó sin dejar de observarme, solo moví mi cabeza afirmativamente.
─ ¿Por qué no lo pronuncias? ─ Preguntó acariciando mi mejilla.─ Solo estoy herida, dolida y decepcionada, ─ respondí sintiendo como mis ojos se llenaban de lágrimas.
─ Perdóname, ─ pronunció besándome. Ambos nos abrazamos, mis manos acariciaron su espalda y llegaron a sus glúteos, presionándolo con fuerza, como si deseara que esa unión íntima, nunca se desprendiera.
─ No vuelvas a causarme este dolor, ─ musité mordiendo sus labios, moviendo mis caderas sin soltar la presión de sus glúteos.
─ No lo volveré a causar, mi amor. Te lo prometo, Valerie ─ Aseguró.
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Mi sobrina y Abigail, fruncieron el entrecejo, cuando ingresaron a la oficina de la agencia de festejos.Todo estaba hasta el tope de flores y chocolates, así como en el revistero de madera, estaban varios perfumes y la cajita de los zarcillos.
─ Cuando pasamos por el salón de festejos, pensé que era la nueva decoración, ─ pronunció Ashley, observando todo.
La agencia, tenía un gran salón decorado con varios diseños de celebraciones, donde no podía faltar, la infantil para cumpleaños, otra para matrimonios, así como otros eventos; en este momento estaba decorado con grandes arreglos florales y así como la oficina, ambos espacios exhibían los regalos de Franchesco.
─ Son regalos del señor, Lumbardi. ─ Mencioné.
Mi cuñada y mi sobrina, se observaron entre ellas y luego dirigieron su visión hacia mí, moví mis hombros restándole importancia; ya no conseguía como hacerle entender a mi cliente, que cesaran los regalos.
Para mí sorpresa cuando llegué está mañana, en vez de conseguirme con un abogado, que me informaría que estaba demandada, me esperaba la misma floristería de todos los días, con un gran arreglo floral.
También había una interesante caja de chocolates y una caja de regalo pequeña, en medio del arreglo floral, que resultó siendo otro perfume extraño, con una marca transcrita en un idioma desconocido; pero, que olía riquísimo.
Lo tomé y lo coloqué al lado de los otros, pero lo que más me sorprendió de mi cliente, fue llamarlo para aclarar la publicación en los medios, recibiendo un mensaje extraño por WhatsApp:
─ "Sé que me extrañas, yo también te extraño, te llamo en unas dos horas aproximadamente. En este momento estoy en una reunión. Envié el contrato al correo de la agencia de festejos. Besos" ─ leí y releí, varias veces su mensaje de texto, quedando muy confundida, pensé que me reventaría con su abogado, así que llegué a la conclusión que lo pasaría por alto, para convencerme a firmar su contrato de exclusividad.
─ ¿Regalos del señor Lumbardi? ─ Preguntó Abigail, yo solo asentí sin dar más explicaciones.
─ Envió el contrato al correo, para que lo revisemos, ─ pronuncié moviendo mi cuerpo, acomodándome en el espaldar de la silla. Observé a mi sobrina, su mirada era triste y tenía grandes ojeras.
─ Debemos preparar los eventos que tenemos pendiente y también la de los niños del hospital, ─ musitó Ashley, sentándose en otra de las cómodas sillas.─ Yo, he adelantado bastante ─ le dije tranquilizándola, a mi sobrina, siempre le han preocupado mucho los eventos de los niños de oncología, por sus dietas y tratamientos; los cuales se deben preparar sujetándonos a las indicaciones médicas.
─ ¿En qué quedaron mi hermano y tú? ─ Preguntó Abigail.─ ¿Se han reconciliado? ─ Preguntó Ashley, observándonos a ambas, respiré profundo.
─ Hoy culminaría su relación con su asistente, ─ musité y Ashley, sonrió.
─ Me alegro por ustedes, ─ mencionó Abigail.
─ Todavía no puedo creer, que no me hubiese dado cuenta de lo que estaba sucediendo. ─ Pronunció Ashley, como si fuese una tragedia.
─ Yo, soy la que no puede creer, que tuvieses una relación con Noah. ─ Reproché.Ella suspiró con tristeza.
─ ¿Cómo ocurrió? ─ Preguntó Abigail, con tanta curiosidad como la mía.
─ Cuéntanos desde el principio, ─ exigí y levanté una de mis cejas, cuando mi sobrina enrojeció.─ Hace un poco más de un año...
─ ¿Tienen más de un año de relación? ─ Interrumpió Abigail, a mi sobrina, totalmente asombrada.
─ No, solo unos meses, ─ respondió Ashley, aclarando la duda.
Las tres nos enfrascamos en contar lo que habíamos vivido. Abigail, quedó pensativa cuando le conté que Franchesco, había visto mi aspecto deplorable, cuando descubrí a Samuel.
Yo, me di cuenta que mi hermano Jordan, no ha podido olvidar a su ex novia Lissie, así como en este momento estoy notando la lucha interna de mi sobrina, con lo que acaba de descubrir.
─ No permitas que el pasado te atormente, Ashley. ─ Mencionó Abigail.
─ No es fácil, tía. ─ Respondió Ashley.
─ En esta vida, nada es fácil Ashley, y tú no puedes arruinar tú felicidad, por un pasado que causó mucho daño. Es hora de que madures, ya no eres una niña, ─ musité y Ashley, respiró profundo.
─ Revisemos como van todos los preparativos, ─ indicó Ashley.Mi cuñada y yo, la observamos. Desde ese momento las tres, nos hundimos en la preparación de los eventos. Ambas estaban asombrada, de todo lo que había preparado sola. Claro, con las sospechas de la infidelidad y luego con el descubrimiento, desahogué el problema trabajando.
Abigail, tenía meses sin venir por sus malestares prenatales, en las dos últimas semanas y después los posnatales, aunque su apoyo a distancia nunca faltó.
Ashley, había estado estresada con sus evaluaciones finales, las colaboraciones en el hospital y luego se unió al cuidado de Jordana.
Recuerdo que yo, había tomado unas vacaciones para ayudar a mi cuñada. Vacaciones que interrumpí, para hundir mi problema sentimental, entre los eventos que debía preparar.
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¿ERES MI TENTACION PROHIBIDA?
De TodoEn el texto se narra una historia de drama, amor y romance erótico; Ashley Freetman una chica joven, universitaria, sencilla y enamorada desde que tiene uso de razón de Noah Hanks, él fue su amor de adolescencia y ahora su juventud, cuando a ella...