Franchesco Lumbardi.
El toque de la puerta me despertó, Valerie se sobresaltó y me observó nerviosa.
─ Franchesco, estaremos en la playa, ─ escuchamos la voz de mi hermana Frenna.─ Ahora vamos, ─ respondí.
─ ¡Por Dios! ─ susurró Valerie, hundiendo su rostro en mi pecho.
─ No pasa nada, ─ musité envolviéndola más de lo que la tenía.
─ Pudo ser Sebastián, ─ reflexionó.
─ Vamos para la playa, te aseguro que Sebastián, se acostumbrara a vernos juntos, además ya va comenzar la época navideña y no es justo que ustedes estén tan tristes. ─ Expresé.─ No deseo ni pensar en esa época y tampoco en acción de gracias, ─ pronunció.
─ Pues, piensa bastante, porque hay que decorar mucho, ─ pronuncié sonriendo, porque sé que eso le despeja mucho la mente de los problemas.
─ Iré para la otra habitación a cambiarme, ─ concluí besándola y luego levantándome, antes de que mi cuerpo se animara más y de verdad Sebastián, nos consiguiera.
Llegué a la habitación contigua, ingresé al baño, hice las necesidades matutinas, lavé mi rostro y mis dientes; salí del baño por un traje de baño y una toalla, me dirigí a buscar a Valerie, toqué la puerta ya que había pasado el cerrojo y ella, la medio abrió envuelta en una bata de baño.
─ Espérame en la playa, ─ musitó y solo asentí, le pedí al servicio que llevasen el desayuno a la orilla de la playa, salí de la casa observando a lo lejos a los chicos, mi hermana estaba sentada debajo de un gran paraguas, con su mirada fija en su portátil, me acerqué y me acomodé junto a ella.
─ ¡Buenos días! ─ saludé y ella, me observó con una sonrisa pícara.
─ He pedido sirvan el desayuno aquí, ─ mencioné esquivando su mirada curiosa.
─ Yo he pedido lo mismo, pero con el almuerzo, ─ pronuncia sonriendo y yo frunzo el entrecejo.
─ ¿Tan buena ha estado la toreada que no sabéis la hora? ─ Soltó con una risilla.Moví mis hombros, pero mi sonrisa lo dijo todo.
Valerie, apareció y yo, recorrí su cuerpo cubierto por un traje de baño, de dos piezas con un pareo alrededor de sus caderas, se veía hermosa, o mejor dicho, ella era hermosa. Ella, colocó su agenda electrónica y la tablet, en la mesilla que sostenía el paraguas.
─ ¡Buenos días, Frenna! ─ saludó a mi hermana.
─ ¡Buenos días, cuñada! ─ sonrió mi hermana con picardía.Valerie, enrojeció apenada y Frenna, soltó una carcajada.
Valerie, dirigió su mirada hacia Sebastián, el cual estaba caminando con Aleska, por todo el orillo de la playa, chapoteando el agua.
─ Aleska, amaneció en la habitación de Sebastián, ─ soltó mi hermana y Valerie, casi se desmaya.
Mi hermana, soltó una risilla al verla.
─ Tranquila cuñada, al parecer se quedaron dormidos viendo una película, sin embargo, esta mañana les di una buena charla, sobre la responsabilidad sexual ─ mencionó mi hermana y Valerie, enrojeció.
─ Sebastián, cumplirá catorce años en un par de semanas, ya es tiempo de darle unas cuantas enseñanzas, ─ mencioné.
─ Lo sé, ─ le pedí a Samuel, que hablara con él, pero creo que no fue el momento adecuado, ─ respondió Valerie.
─ Yo, no tuve problemas en comunicarme con los dos, es lo mejor, porque sé que ellos dos, más adelante van experimentar. ─ Mencionó mi hermana con tranquilidad.
Valerie, bufó y yo, solo la tomé de la cintura y la senté sobre mis piernas.
─ Franchesco, se quejó levantándose apresurada y acomodándose en otra silla, observando hacia donde estaban los chicos caminando.
El almuerzo llegó, mandé a buscar a los chicos ya que habían recorrido bastante, parecían querer alejarse de nosotros, así que dudo que solo hubiesen visto una película; hablaría más tarde con Sebastián, si su padre no logró comunicarse, estaba seguro que yo si lo haría.
Los chicos se acercaron, observé sus manos entrelazadas y Valerie, observó lo mismo.
─ Comida totalmente británica, ─ murmuró Aleska, con una sonrisa. Ella, era española al igual que su padre, pero amaba también nuestras costumbres, esas también eran sus raíces por parte de su madre.
─ ¿Quieres que te preparen algún platillo especial? ─ Le pregunté a Valerie.
─ No, los platillos británicos son divinos, ─ respondió complacida.─ ¿Y tú? ─ Le pregunté a Sebastián.
─ Esto está bien, ─ mencionó.
Nos dispusimos a degustar los platillos que habían servido, habían hecho una combinación con mi orden de un desayuno y la orden de mi hermana, con un almuerzo, ya que habían preparado huevos fritos, beicon, salchichas asadas, tostadas, cordero asado y cordero en salsa de verduras con champiñones, patatas asadas, pastel de harina de trigo rellenos con carne, pescado rebosado y patatas fritas; después de nuestro desayuno almuerzo, los chicos se volvieron a retirarse alejándose de nosotros.
Mi hermana, retiró la parte superior de su traje de baño para broncearse. Valerie, solo retiró su pareo y ahora se veía más hermosa y mi cuerpo me estaba pidiendo un poco de atención.
─ Vamos a la playa, propuse y Valerie, dirigió su mirada hacia Sebastián y Aleska. Los dos, se habían sentado a la orilla de la playa, parecía que estaban conversando a mi forma de ver. Aleska, tenía el don para sacarle las palabras al silencioso adolescente.
Mi hermana, se acomodó sobre la arena a tomar el sol. Valerie y yo, nos fuimos con una botella de vino y dos copas a la playa. Allí me las ingenié, para tocarla, abrazarla y besarla bajo el agua.
En horas de la tarde, se notaba más tranquila, estaba comenzando a sonreír, en la noche salimos todos a cenar y a bailar en otro Club familiar por los chicos, pero la pasamos muy bien bailando y riendo, en la madrugada cuando llegamos me volví a escabullir en su habitación.
Observo las maletas ordenando que las suban a los autos. Valerie, otra vez a perdido la sonrisa.─ Si deseas nos podemos quedar aquí, ─ le propuse al notar su angustia.
─ Tenemos un evento y no sería justo que por un problema de la planificadora, algo fallara en el evento. Eso no sería profesional. ─ Musitó y sus palabras, aunque me dolieron no hice mención al respecto, no deseaba que tan pronto se arrepintiera de lo que había sucedido entre nosotros.─ Ya está todo listo, señor. ─ Me anunció uno del servicio. Asentí rodeando la cintura de Valerie, les hice seña a mi hermana y a los chicos. Valerie, respiró profundo.
─ Me hospedaré en el hotel, ─ musitó Valerie.
─ Te puedes hospedar en la mansión, ─ le propuse.
─ El hotel será suficiente y estaría más tranquila, revisando todos los detalles, ─ respondió sacando su agenda electrónica una vez abordamos el jet.
─ Entonces nos hospedaremos en el hotel, ─ mencioné consiguiendo que Valerie, me observara fijamente.
─ Te puedes quedar en tú mansión, ─ murmuró y yo, moví mi cabeza negándome.─ Llegaré al hotel, contigo. ─ Le aseguré besando su frente.
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¿ERES MI TENTACION PROHIBIDA?
RandomEn el texto se narra una historia de drama, amor y romance erótico; Ashley Freetman una chica joven, universitaria, sencilla y enamorada desde que tiene uso de razón de Noah Hanks, él fue su amor de adolescencia y ahora su juventud, cuando a ella...