CAPITULO 142 ETAPA DE ENAMORAMIENTO.

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Valerie Ghill.

Ashley, acomoda a Caleb, a su lado izquierdo, ya que Noah, está a su lado derecho.

Alexander, dirige la mirada hacia Caleb, como deseando quitarlo de ese puesto para acomodarse él, al lado de mi sobrina Ashley.

A su vez Caleb, observa donde están sentados los chicos y se que desea acomodarse junto a ellos,  pero mi sobrina es muy sobreprotectora con el niño, la observo y cada vez me siento más orgullosa de ella.

Pronto, todo se apaga y sé que la sorpresa a mi sobrina dará inicio.

A todos nos envuelve la pantalla tipo cine, que va reflejando cada momento de la vida de mi sobrina, como si fuese una biografía plasmada y narrada mediante fotos.

Me llama la atención una vibración, me muevo con cuidado y me doy cuenta que Samuel, está respondiendo un mensaje con cara de preocupación.

Lo observo,  porque pensé que había dicho que había suspendido todo, lo cual me había sorprendido, porque él me había dicho que solo estaría en el almuerzo y no podía acompañarnos después en la casa de Ivanna y mi hermano Maximiliano, tal como teníamos previsto. Escucho nuevamente la vibración.

─ ¿Alguna emergencia? ─ Susurré para que nadie nos escuchara, él se sobresaltó sorprendiéndose.

─ No, solo que mi asistente es muy mayor y a veces le cuesta comprender las cosas, ─ susurra en un hilo de voz para que nadie nos escuche, asiento sonriendo, porque por complacerme él,  hasta ha cambiado su asistente, todavía no la conozco, pero Samuel, me ha dicho en varias oportunidades que es muy mayor y está un poco enferma.

Las pantallas se iluminan y yo,  siento que me perdí parte del espectáculo y me doy cuenta que es así, cuando el animador u orador del evento, le pasa el micrófono a Maximiliano, este se aclara la garganta, demostrando que está tan emocionado, que casi no puede hablar. Sus ojos se llenan de amor hacia mi sobrina mayor y el despliegue de palabras amorosas hacia Ashley,  la hacen llorar y no solo a ella,  sino a la mayoría de nosotras.

Luego fue Ivanna, de allí sucesivamente fuimos pasando todos y Noah, le dedicó unas palabras que para mi sorpresa, no fueron de amor, pero si dejaron una gran reflexión del amor de Ashley,  por los niños y su carrera. Palabras que  ninguno esperábamos y que la hizo chillar mucho más.

El almuerzo, se convirtió en una agradable fiesta familiar, en los que los hermanos Lumbardi,  a petición de mi hermano Maximiliano, nos sorprendieron también con una cena. Mi hermano y mi cuñada, como siempre con sus sorpresas planificaron sin decirnos nada a Abigail y a mi.

─ ¿Te vas con tú padre o conmigo? ─ Le pregunté a Sebastián, cuando ya salimos del evento de mi sobrina.

─ Me voy contigo,  ─ respondió con hostilidad, no sabía que tenía, definitivamente debería hablar con él.

─ Deja tú auto y nos vamos en el mío, creo que te pasaste un poco de copas, ─ mencionó Samuel, yo sonreí asintiendo y caminando hasta el auto de mi esposo.

El camino fue silencioso, me preguntaba que tendría mi hijo.

─ Me voy para mí habitación, ─ mencionó Sebastián, cuando llegamos a nuestra casa y subió corriendo las escaleras.

─ Sebas, ¿Qué sucede? ¿Por qué estás tan grosero? ─ Pregunté sorprendida.  Mi hijo, no era así y de seguro algo le había sucedido.

─ Yo hablaré con él, ─ me detuvo Samuel,  a mitad de las escaleras tornando su semblante totalmente preocupado.

─ Tienes muchas copas encima, Valerie. ─ Refirió mi esposo, cuando notó mi duda.

Asentí terminando de subir las escaleras y dirigiéndome a mi habitación.

Me desvestí ingresando al baño, deseaba una noche de pasión con mi esposo. Sonreí cuando Samuel, ingresó hacerme compañía en la ducha, sus manos se fueron a mi cuerpo, giré complacida, sus labios buscaron los míos y ambos nos dejamos llevar, culminando esa noche en los placeres del amor y abrazados completamente desnudos en nuestra alcoba.

La mañana siguiente, me toma con los preparativos del cumpleaños de mis sobrinos por parte de Maximiliano e Ivanna. Sonrío, solo a nosotros se nos ocurre hacer dos celebraciones consecutivas.

En el transcurso del día, llego a la casa de mi hermano y felicito a Samantha y a Andrew, los dos cumpleañeros. Observo la gran barriga de Ivanna y sonrío más, esperando que todo salga bien, en su próximo parto y nos unimos a la celebración de hoy.

Observo a Sebastián, estaba retirado de sus primos, entretenido solo con su teléfono.

─ Sebas, ¿Por qué no estás con tus primos? ─ Pregunté acercándome a él.

Mi hijo, observó con aburrimiento al grupo de chicos, que estaban reunidos en unos muebles del jardín de Ivanna, a excepción de Caleb,  que estaba en la silla de ruedas.

─ Mamá, ya no estoy para esos juegos, ─ pronunció con voz aburrida, volviendo su rostro al teléfono.

Entendía que mi hijo, era mayor que mis sobrinos, pero no esperaba que su etapa de enamoramiento llegara tan rápido.

Respiré profundo, sin saber como actuar y creo que lo mejor era, dejárselo a Samuel.

Observé a mi esposo, hablando con Maximiliano y mi padre, me dirigía a ese lugar, cuando el repique de mi teléfono llamó mi atención. Observo la pantalla, dándome cuenta que  era Lumbardi y respondí a mitad de mi camino hacia el grupo de hombres que estaba en mi camino.

─ Valerie, buenas tardes, ─ saludó Lumbardi.

─ Buenas tardes, Franchesco. ─ Respondí.

Él, nos había exigido a todas tutearlo y él, sin nuestros permisos nos tuteaba a todas.

─ Te llamo para informarte que no podemos viajar mañana, el Jet está en mantenimiento y debemos posponer el viaje para dentro de dos días, ─ musitó.

─ Está bien, entonces mañana estaré en la oficina para reprogramar todo, ─ le informé.

Unos minutos después cortamos la comunicación, giré mi cuerpo y Samuel,  me estaba observando, me acerqué al grupo informándole a mi esposo que no viajaría mañana por mantenimiento del Jet, que lo haríamos en dos días y él, asintió complacido. Ashley, llegó al grupo y le informé lo mismo, ya que el viaje a New York,  era con ella.

─ Nosotros nos retiramos, se ha hecho tarde y Caleb,  no puede estar a esta hora serenándose, ─ mencionó Ashley, un poco preocupada.

─ Vamos a subirlo para su habitación, ─ propuso Maximiliano.

─ Yo tengo guardia esta noche papá, la enfermera se quedará con él toda la noche y tía Ivanna, estará muy ocupada recogiendo todo esto y no es justo que con un embarazo tan avanzado, pase la noche pendiente de Caleb. ─ Mencionó mi sobrina con un puchero.

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