CAPITULO 14 HASTA CON EL TUÉTANO DE SUS HUESOS.

55 8 0
                                    


Ashley Freetman

─ ¿Qué dirían mis amigos y compañeros de clases al notarlo? ─ Me pregunté mentalmente. Noah, se levantó del mueble conmigo entre sus brazos, rodee su cintura con mis piernas.

Se le hizo fácil abrir la puerta de su habitación y luego la del tocador para ducharnos. Ingresó todavía conmigo en brazos, intenté bajarme notando todavía como su sexo se acoplaba a mi entrada que estaba toda expandida por la posición de mis piernas.

Noah, permitió el descenso de mis piernas, abrió el grifo de agua caliente y juntos ingresamos bajo el agua nivelándola a una temperatura justa para el cuerpo. Ambos nos duchábamos entre besos, caricias y abrazos. Noah, parecía no desear separarse y eso me sorprendía.

─ Otra vez olvidé traer otra toalla, ─ mencionó secándome a mí primero con la que había, para luego secar su cuerpo.

─ Dejé el bolso y la ropa en la sala, ─ mencioné una vez llegamos a su habitación, salí a buscar todo, pero decidí vestirme y arreglarme en la sala.

Noah, salió de su habitación totalmente arreglado sorprendiéndose al notar que ya estaba lista, recogí la ropa que habíamos dejado esparcida por el piso.

─ Me la llevo para lavarla ─ mencioné

─ No, pequeña. Cuando volvamos lo hacemos, ─ musitó y yo, traté de disimular lo que me incomodaba ese "pequeña".

Noah, tomó la ropa y la llevó para la zona de lavandería. Tomó su portafolios y mi bolso y juntos salimos del departamento. En silencio condujo hasta llegar a una cafetería cercana a la universidad.

─ ¿Qué deseas comer y tomar? ¿Un nutritivo desayuno? ¿Café, chocolate, té, jugos? ─ Preguntó acariciando mi mejilla.

─ Un emparedado y jugo de naranja estará bien, ─ mencioné. Noah, pidió lo mismo para él.

─ ¿Me acompañarías después de universidad a comprar víveres para surtir la despensa del departamento? Creo que lo frecuentaremos seguido, ─ sugirió mientras esperábamos nuestro pedido.

─ ¿Debes dar clases todo el día? ─ Pregunté con curiosidad ya que nunca lo he visto todo el día en la universidad.

─ No, solo tengo con tú grupo y luego otro, pero te paso buscando a la hora que salgas, eso en caso que no se presente alguna emergencia en el hospital, ─ inquirió.

─ Me avisas entonces, ¿Después me llevarías a buscar mi vehículo? ─ Pregunté

─ Está bien, pasaré por ti al finalizar tus clases, ─ mencionó apartándose un poco para que el mesonero sirviera nuestros pedidos.

─ ¿Vas a prestar colaboración en el hospital esta semana? ─ Preguntó llevando el vaso de jugo a su boca.

─ Todavía no he programado nada por la cantidad de evaluaciones que tengo, ─ respondí y Noah, solo asintió.

─ Cuando programes tus colaboraciones trata de cuadrarlas con mis guardias, ─ sugirió y esta vez fui yo la que asentí sonriendo.

─ También debes hacer arreglos para cursar tus pasantías, había pensado en proponerte ser tú tutor de pasantías, pero ahora no lo considero posible.

─ ¿Por qué? ─ Le pregunté aunque sabía la respuesta, seguramente tendría problemas por nuestra relación.

─ Al darse cuenta en la universidad que eres mi novia quizás no lo consideren prudente, ─ respondió.

─ Somos adultos, Noah. No creo que tengamos tantos problemas ─ mencioné.

─ Está la ética profesional, no es adecuado que un profesor ande con una alumna, ─ musitó sin quitar su visión de la mía.

¿ERES MI TENTACION PROHIBIDA?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora