CAPITULO 138 LA CAJA DE REGALO.

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Noah Hanks

─ Despídete de Katty, cariño. ─  Le pide Ashley, a Caleb.

Él, asiente observando a mi ex. Katty, se acerca abrazándolo tanto a él, como a Jaime.

─ ¿Vienes en verano? ─ Pregunta Jaime y su madre le sonríe.

─  ¿Seguro que no te quieres ir conmigo? ─ Pregunta su madre, moviendo su cabello. Jaime niega y ella se ríe.

─ Vendré en verano con Roberto, ─ le dice a mi hijo.

─  Está bien, pero Samantha, Caleb y Andrew, también estarán con nosotros. ─ Le recuerda mi hijo y ella, suelta la carcajada.

─ Es hora de que le des la charla a nuestro hijo, ─  musita Katty, bajando las escaleras.

Ashley, se sonroja y ella vuelve a sonreír. Se despide de mi padre y de nosotros, la ayudo a sacar su maleta hacia el taxi que la está esperando afuera, la enfermera va llegando en ese momento y Ashley, sube con ella.

Mi hijo y yo,  terminamos de despedir a mi ex.

─  Voy a buscar el bolso y llamar a Samantha, a ver si ya está lista, ─ pronunció Jaime.

Asentí subiendo con él las escaleras. Ashley, estaba en la habitación de Caleb,  con la enfermera cumpliendo su tratamiento.

─ Los chicos, llegan en la tarde de la escuela y tú recibirás clases particulares con una profesora que llegará más tarde, deseo que aprendas y cuando mejores, comenzarás asistir a clases con los chicos. ─ Le refirió Ashley, a Caleb y él asintió.

─ ¿Vendrán hoy? ─ Preguntó el niño observándonos a los dos.

─ Sí, cuadramos las Guardias de doce horas, unas las tendremos de día y otras de noche, ─ le informé.

Ashley y yo, habíamos acordado eso para estar más pendiente de Caleb, en el tiempo que dure su estadía en la casa, hasta el próximo proceso de quimios.

Ambos, nos despedimos y bajamos. Ivanna, nos estaba esperando afuera con Andrew y Samantha, pero Ashley, ingresó a la casa para saludar a su padre. Los chicos, ingresaron al auto despidiéndose de Ivanna.

─ Hoy no tengo guardia, así que traeré a Caleb, un rato para acá, para que almuerce con nosotros, ─  mencionó Ivanna y  yo asentí.

─ ¿Todo está listo para mañana? ─ Preguntó con una gran sonrisa.

─ Absolutamente todo está cuadrado. ─  Respondí.

─ Encárgate tú de Ashley,  que yo me encargaré de todos los chicos y Bill, ─ pronunció con una sonrisa y yo, volví asentir sintiéndome más tranquilo.

Ashley, salió de la casa de su padre, despidiéndose de Lola y luego de Ivanna.

─ ¿Qué te tiene tan pensativo? ─  Le pregunté a Jaime, cuando  llevábamos a los chicos para sus clases.

─ Caleb, tiene muchas marcas en su cuerpo, ─ pronunció pensativo. Ashley y yo,  nos observamos.

─ Era un niño de la calle, quien sabe que desalmado ser,  lo ha maltratado tanto, ─ Pronunció Samantha, con desprecio.

─ ¿Por qué esas personas no están presas? ─ Razonó Andrew.

─ No debemos estarle recordando a Caleb, su pasado. Su vida, ahora es responsabilidad de nosotros y debemos solo darle momentos hermosos, ─ pronunció Ashley,  haciendo razonar a los niños.

─ ¿No debemos volver  hablarle sobre eso? ─ preguntó Jaime.

─ No, nunca más le recordemos nada de su pasado, ─ pronunció Ashley,  yo la observé con curiosidad, ya que su rostro se había llenado de preocupación.

*******************************

─ Ya me tienes con curiosidad, ─  mencionó Ashley, al ver la caja de regalo que había acomodado sobre la cama.

─ Ábrelo, ─ le pedí, guiándola hacia la cama. Ella, respiró profundo acercándose hacia el regalo, levantó la tapa de la caja, observando con curiosidad la prenda que tenía adentro, ella sacó el vestido levantándolo.

─ Es para que lo uses en la reunión que tengo hoy, es una reunión muy importante para mí, ─ mencioné.

─ ¿Te van a dar un premio o algo así? ─ Preguntó con curiosidad.

─ Ya me dieron el premio, pero hoy es el evento, ─ respondí a su pregunta.

─ ¿Cuál prem....

─ Vamos a ducharnos o llegaremos tarde, ─ la interrumpí guiándola  hasta el baño.

Ella sonrió y yo,  la despojé de su ropa y también de la mía, luego la levanté ingresándola a la ducha. Ambos nos enjabonamos y lavamos nuestros cabellos, no estábamos tan cansados ya que nuestra guardia había culminado anoche y habíamos dormido bien desde que llegamos; hoy hasta nos levantamos un poco tarde, claro en la madrugada nos levantamos dos veces a ver como estaba Caleb, el estaba pasando las noches tranquilo y Jaime,  le hacía compañía cuidándolo  también. Ashley, cerró el grifo de agua buscando unas toallas y ambos nos secamos.

Saliendo del baño, a los pocos minutos yo, ya estaba listo. Ashley, todavía le faltaba bastante.

─ El vestido viene con los zapatos, ─ le señalé a Ashley, la otra caja.

─ Espero que sean mi medida, ─  pronunció buscando todo.

─ Son tú medida, ─ pronuncié guiñándole un ojo. Abigail y Valerie,  me habían ayudado con eso y con todo lo demás.

─ Voy a ver como están los chicos, ─ pronuncié saliendo de la habitación.

Cuando bajé ya Ivanna,  se estaba llevando a Caleb y Jaime. Bill, se fue a su habitación para ducharse. Esperé que Ashley bajara, no había prisa, todavía faltaba una hora y no estábamos lejos y sin ella, no podía comenzar el evento sorpresa para Ashley. Sonreí, imaginando su cara de sorpresa.

Elevé mi visión al verla bajar las escaleras, el vestido de encaje color  salmón que llegaba a la altura de sus rodillas, le quedaba hermoso, se ajustaba perfectamente a su cuerpo, le había quedado perfecto; hasta las mangas del mismo encaje del vestido se ajustaban perfectamente. Su cabello rojizo estaba suelto y armado en pequeñas ondas, extendí mi mano y ella unió la suya con la mía.

─ ¿Dónde están los chicos? ─  Preguntó detallándome.

─ Tú tía Ivanna, se los llevó. ─  Pronuncié sin quitarle la vista de encima.

─ Entonces vamos antes que se te haga tarde para el evento, ─  pronunció con una sonrisa encantadora.

Ambos salimos hasta mi automóvil, abrí la puerta del copiloto para que ella ingresara, yo rodee el vehículo acomodándome detrás del volante y tomé el cinturón de seguridad. Ashley, ya estaba haciendo lo mismo, ambos nos miramos y sonreímos.

Encendí el automóvil y observé por el espejo retrovisor la casa de Ivanna, para luego iniciar la marcha.

─ ¿Es aquí? ─ Preguntó Ashley, frunciendo el entrecejo cuando llegamos.

─ Creo que sí, esta es la dirección que me dieron, ─  pronuncié estacionándome en el gran hotel Lumbardi.

Ella asintió, desabroché el cinturón de seguridad, di la vuelta para abrir la puerta del copiloto. Cuando llegué ya Ashley, había desabrochado su cinturón de seguridad.

La ayudé a bajar del auto y ella, se acomodó el vestido que se le había subido un poco. Cerré la puerta del auto, rodee su cintura y juntos ingresamos.

El hotel ya lo conocía, varias veces he venido por Ashley, aunque he llegado es a su oficina que se encuentra en el edificio al lado del hotel, sin embargo, el hotel Ashley,  ya me había hecho un recorrido por el.

─ ¿En cuál de los salones es? ─  Preguntó Ashley, le entregué la tarjeta que me había facilitado Valerie, donde tenía la indicación del piso, área y salón de evento.

─ Es en el tercer piso, vamos. ─ Musitó Ashley, saludando a una chica detrás de un mostrador.

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