CAPITULO 147 ¿CÓMO SE LLAMARÁ?

7 0 0
                                    

Ashley Freetman

Eran las diecisiete horas cuando nos despertamos, nos duchamos juntos, nos vestimos y a esa hora almorzamos. Nos dirigimos al hospital y al llegar estaban mis hermanos, la abuela Samantha y el abuelo Ethan; con tía Ivanna.

Ella, ya se veía un poco más descansada, mi padre llegó con la bebita y con el abuelo Andrew, todos sonrieron al verlo.

─ Voy a ver a Caleb, ─ mencionó Noah,  diez minutos más tarde.

─ Te acompaño, el niño desea bajar, para ver a tía Ivanna y conocer a la bebita. ─ Le dije a mi novio.

─ Entonces tomemos las precauciones, ─ pronunció Noah.

Le dije a tía Ivanna y a papi, que ya volvía, la bebita ya se la llevarían al cunero nuevamente, y subimos a buscar a Caleb.

al llegar el niño se emocionó, estaba con tía Valerie,  la cual le estaba dando una compota de frutas, cuando culminó su merienda lo preparamos. Noah, llegó con la silla de ruedas y nos dirigimos con Caleb, para el piso de maternidad.

─ Solo será un momento, ─ señalé observando al niño, el cual asintió con la sugerencia. Tía Valerie, se adelantó y Noah, tomó la silla de ruedas.

Bajamos hasta la habitación de tía Ivanna, mi novio acercó la silla de ruedas, mi padre y mis abuelos, no estaban y la abuela Samantha y los chicos, tampoco. Ni siquiera Jaime, ya que él se había venido con la abuela Samantha y los chicos; solo estaba la abuela Hailey y tía Valerie,  que iba ingresando. Tía Ivanna,  tomó la manito de Caleb, ella también había hecho muy buena conexión con el niño.

─ ¿La bebita? ─ Preguntó Caleb.

─ Ahora te llevo a conocerla, ─ le respondí enseguida y  él asintió.

Estuvimos diez minutos con tía Ivanna, luego Noah y yo,  llevamos al niño a los cuneros; consiguiéndonos allí a los chicos con la abuela Samantha.

No podía negar la alegría en el rostro de Caleb y de los chicos, al encontrarse. No habían vuelto a estar todos juntos como ahora, en estos dos meses las visitas a la habitación de Caleb,  habían sido primero restringida, luego de a uno por uno.

Noah, cargó a Caleb,  para que pudiese observar a través del vidrio a nuestra hermanita. El niño, estaba claro que en este momento sus padres, eran mi padre y mi tía Ivanna y actualmente éramos hermanos y aunque él, deseaba que yo fuese su madre, desconocíamos si conseguiríamos esa adopción en un futuro.

Por el momento,  solo deseábamos tener la seguridad de que servicios sociales, no lo enviara a uno de los refugios infantiles del estado.

─ Es muy pequeñita, ─ refirió Caleb,  observando embelesado a la bebita.

─ Pronto crecerá, ─ refirió Noah, acomodándolo en la silla de ruedas. Unos minutos después, lo subimos a su habitación y los chicos, se quedaron con él un rato.

─ Voy a estar con tía Ivanna, ahora más tarde subo, ─ le indiqué a Caleb, dejándolo con los chicos.

Noah y yo, bajamos nuevamente. Cuando llegamos con tía Ivanna, ella y tío Jordan,  estaban en una video llamada con el abuelo McCarthy, que estaba en unas muy largas vacaciones, tanto que tío Jordan, estaba pensando hasta en irlo a buscar; porque el abuelo desde que se jubiló siempre ha sido muy aventurero, pero este ha sido su viaje más largo.

Me acerqué al lado de tío Jordan,  para saludar al abuelo en la vídeo llamada, el cual me hizo sonrojar cuando bromeó con lo de mi novio.

Después me acomodé en el sofá y Noah, se acomodó a mi lado. Quince minutos después, una enfermera llegó con la bebita. Tía Valerie, la cargó emocionada.

─ ¿Cómo se llamará? ─ Le preguntó a tía  Ivanna. Todo pareció como en cámara lenta observándose unos a otros, mi papá no estaba muy satisfecho con las últimas conversaciones familiares, respiré profundo.

─ No me digas que se llamará Maximiliana, ─ bromeó tía Valerie, soltando una risilla sin dejar de observar a mis tíos y a papi, quienes parecían debatirse en un dilema.

La bebita, comenzó a llorar  y tía se apresuró  para  acomodarla al lado de tía Ivanna, para que la alimentara.

Me levanté del sofá ayudando a  tía Ivanna, acomodándole mejor a mi hermanita, la cual seguía llorando; tenía hambre, tía Ivanna,  se acomodó intentando amamantarla, pero la bebita seguía llorando.

─ Amor, quizás no estás lactando todavía, ─ pronunció papi, acercándose un poco nervioso. Sonreí observándolo.

─ Mejor preparo un biberón, ─ me apresuré  ya que al parecer la beba, de verdad tenía hambre.

Mezclé el agua caliente con la  leche,  paso recién nacido y esperé a que reposara un poco, moviendo el biberón para acelerar el proceso.

Tomé a mi hermanita y me acomodé con ella en el mueble, dónde ya estaba,  dándole su biberón.

Noah, pasó su brazo derecho por mis hombros y me acercó a él, besando mi cabello.

─ Te amo, ─ susurró en mi oído, yo sonreí,  pero no despegué mi mirada de la bebita, solo uní más mi cuerpo a la bebita.

─ ¿Practicando?  ─ Preguntó mi tía Valerie, bromeando.

Noah, besó nuevamente mi cabello, apretándome más hacia él, levanté la mirada y estaba sonriendo.

─ Todavía no tengo intenciones de ser mamá, por el momento prefiero ser la hermana mayor, ─ respondí con una risilla, la verdad, no podía negar que me sentía nerviosa para dar este paso.

Con Caleb, era diferente, él era unos años menor a mis hermanos y el deseo de protegerlo me ganaba.

La bebita, se tomó las dos onzas que preparé y la abuela  Hailey, se acercó cargando orgullosa a su nueva nietecita, para sacarle los gases.

La puerta se abrió, Sebastián y tío Samuel, ingresaron en la habitación; lo observé, me dolía lo que había sucedido entre él y tía Valerie y a diferencia de mi familia, que estaba disgustada y que parecían desear desterrarlo de la familia, yo no podía sentirme así con él; lo apreciaba mucho y aunque sabía que la separación era definitiva yo,  tenía la esperanza que todo se arreglara.

Mi tío Samuel, se sintió incómodo, sobre todo porque a leguas se notaba el disgusto de la familia y fue notorio cuando solo Noah, tía Ivanna, tía Abigail y yo, lo saludamos, así que no duró más de diez minutos, retirándose de la habitación donde estaba tía Ivanna.

Observé a tía Valerie,  cuando respiró profundo y tía  Abigail, la abrazó apoyándola.

¿ERES MI TENTACION PROHIBIDA?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora