Valerie Ghill
Durante dos horas, estuve en una tienda de ventas de artículos de decoración, compré lo de varios eventos, solicitando fuesen trasladados a las direcciones indicadas, de allí me dirigí a buscar a mi hijo, en su escuela; estaba pensando seriamente en lo del transporte para trasladarlo a una institución educativa.
Esperé cinco minutos que Sebastián, saliera. De allí nos dirigimos a la casa. Samuel, no llegó almorzar nuevamente, me pregunté si estaría con ella, esto se estaba convirtiendo en una zozobra cada minuto y las preguntas volvían a mi mente. ¿Ya no me ama? ¿Qué sucedió? me atormentaba cada segundo, con ese tipo de preguntas.
Subí a la habitación, acomodé su ropa de casa sobre la cama y sus implementos de higiene personal, cambié las toallas del baño y le dejé las sales al lado del Jacuzzi, por si deseaba usarlo. Bajé las escaleras, me despedí de mi hijo y de Maigualida.
Me dirigí a la agencia, desde allí continúe con las planificaciones de todos los eventos, el más cercano a la fecha era el evento del moreno, que también me tiene la cabeza a millón en pensamientos.
Un ramo de rosas rojas, llegó a mi oficina, fruncí el entrecejo tomando la tarjeta en mis manos, la cual tenía escrito: Buscando la sonrisa de una hermosa mujer. Franchesco.
Observé el inmenso arreglo floral, mi teléfono repicó, era para programar otro evento, sin pensarlo dos veces, también me comprometí, para esa fecha estaría Ashley y todo sería más fácil.
Hablé con mi sobrina, dándome sugerencias de decorar todo el jardín, con lámparas iluminándolos, así como los centros de mesas; me envió imágenes con varias sugerencias, a ambas nos gustaron lámparas circulares bien iluminadas, para ser colgadas de los árboles del jardín, otras alrededor de la pista y la piscina. Abigail, sugirió abrir carpas de fiesta, en todas las áreas descubiertas por los alrededores, con pequeños muebles por si habían parejas, que desearan alejarse un poco de la multitud, iluminando bien esas áreas.
El jardín de la mansión de Franchesco, era inmenso y había que pensar en todo, así que sería bueno iluminar varios caminos.
El tiempo pasó volando, regresé a mi casa y Samuel, aún no había llegado. Saludé a mi hijo, que estaba culminando sus deberes. Saludé a Maigualida y luego subí a mi habitación.
Todo estaba como lo había dejado preparado, señal de que Samuel, no había aparecido en todo el día, ¿Acaso no había dicho que también tomaría unos días? ─ Me pregunté y Observé las sales al lado del Jacuzzi.
Me decidí a prepararlo para mí, lo llené vaciando las sales, así como unas esencias aromáticas, me desvestí e ingresé al jacuzzi, necesitaba relajarme y dejar de pensar en Samuel, pero es imposible, cuando a los cinco minutos ingresa en el baño.
Saluda besando ligeramente mis labios, comienza a desvestirse ingresando en el jacuzzi, el ambiente es un poco tenso. Él, en una esquina del jacuzzi y yo, en la otra, como si fuésemos dos desconocidos que se toparon desnudos en un jacuzzi y que no se atreven hablar, quizás porque la conversación pendiente no es agradable para ninguno.
Semanas atrás, estábamos abrazados y besándonos en este mismo lugar, haciendo el amor y llenos de felicidad.
Samuel, fue el primero que se acercó buscando mis labios, correspondí sumida en el silencio, igual que él, nuestras manos y nuestras bocas se movían.
El ambiente, era todavía aún más extraño, éramos como dos enemigos haciendo el amor o intentando hacerlo. Sus dedos se fueron a mi vagina dándome placer, sus labios a mis pechos, mis manos a su entrepierna buscando su miembro, que al sentirlo sobre la palma de mi mano, lo sentí nuevamente flácido.
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¿ERES MI TENTACION PROHIBIDA?
RandomEn el texto se narra una historia de drama, amor y romance erótico; Ashley Freetman una chica joven, universitaria, sencilla y enamorada desde que tiene uso de razón de Noah Hanks, él fue su amor de adolescencia y ahora su juventud, cuando a ella...