CAPITULO 114 CELOS.

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Ashley Freetman

─ Tío Samuel,  vino a saludarte, ─ le informé, él observó a tío Samuel, besé la mejilla de ambos y salí de la habitación dejándolos solos.

La enfermera que estaría pendiente de Caleb, llegó y esperó que tío Samuel, saliera y ella ingresó. Me despedí de tío y luego fui hacer el cambio de guardia.

─ ¿Vienes antes de irte a España? ─  Me preguntó Caleb.

─ Mañana en la noche estaré de vuelta, ahora vienen Samantha y Jaime, con la abuela Samantha, no te estés alterando mucho, yo voy ayudar a tía Valerie,  con el evento, ─ le informé, él asintió un poco triste, me acerqué abrazándolo.

─ La enfermera estará en contacto conmigo y tú y yo,  podemos comunicarnos por video llamada, ─ le recordé,  él asintió, así lo hemos hecho, utilizando el teléfono de la enfermera. Caleb,  rodeó  mi cuerpo abrazándome. Noah, nos observó, así como el resto de médicos.

─ Pensé que iríamos al departamento a descansar un rato, ─ mencionó Noah, cuando bajamos al estacionamiento.

─ Esta noche nos podemos quedar en el departamento, voy ayudar a tía Valerie y tía Abigail, el evento es este fin de semana y todavía falta mucho ─ le informé.

─ Tienes que pensar no solamente en descansar del hospital, sino de la agencia de festejos también, ─ mencionó.

─ Amor,  le prometí a tía que no la abandonaría todavía, y descansé un rato en el hospital, además tendremos toda la noche para nosotros, ─ sonreí, él suspiró, encendiendo el auto, ya mi automóvil casi no lo utilizaba, siempre estábamos en el de Noah, así que el mío lo estaba utilizando mi abuela Samantha.

─ No me has dicho como van tus terapias con la psicóloga, ─ se quejó.

─ Estoy bien amor, además el informe psicológico te llegará, ─ le dije ya que sabía que era así, él estaba tan preocupado como yo, por el ataque de pánico, pero ese episodio no se había vuelto a repetir y estoy agradecida a Dios, por eso. Ni siquiera leyendo la libreta  o diario de mi madre, se han repetido, solo nostalgia cada vez que leo y me doy cuenta lo engañada que me habían tenido toda mi vida.

Cuando llegué a la agencia mis tías, estaban vueltas locas llamando a todo el mundo, había un evento en España y otro en el hotel de aquí, en la misma fecha. Tía Valerie y yo,  nos encargaríamos de España y tía Abigail, con la abuela Hailey,  del salón de fiestas del  hotel de aquí.

En el transcurso del día, hablé dos veces con Caleb,  por el teléfono de la enfermera, esa noche salimos agotadas. Noah, pasó  buscándome por la agencia, salimos a cenar y luego nos fuimos a su departamento, nos duchamos juntos, hicimos el amor, luego caímos rendidos. En la mañana volvimos hacer el amor, me fui nuevamente para la agencia ayudar a mis tías, a Noah, no le estaba pareciendo este doble trabajo, él deseaba que pasáramos el día libre  juntos y en familia, pero ya yo,  había adquirido un compromiso con mis tías y este existía antes que Noah, fuese mi pareja.

Cuando llegué a la agencia, todo seguía en lo mismo, llamadas telefónicas eran lo que entraban y salían de España, el evento de aquí era más fácil de supervisar, que todo lo que se había encargado ya se hubiese adquirido. En España, solo podíamos hacerlo por llamadas y confiar en que todo estaría allá cuando llegáramos.

Llamé a Caleb, necesitaba que el niño confiara, que aunque estuviese lejos seguíamos unidos y en familia, eso le evitaba caer en cuadros depresivos y ha notado el apoyo de la familia.

Lumbardi, a medio día llegó con almuerzos, hecho que disgustó a Noah,  cuando me negué a salir almorzar con él, en la tarde Noah,  me fue a buscar, esperó que me duchara en el baño de la agencia. Cuando salí mis tías lo tenían  aturdido con tantas llamadas, órdenes y pedidos.

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