Capitulo 8

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Al día siguiente...

Jughead iba caminando por los largos pasillos del edificio de la empresa cuando vio a Betty pasar por su lado, pero muy concentrada en su celular.

— Hey Betty — La saludó deteniéndose con una sonrisa. — Hola—

Betty levantó su vista del celular, lo miró y sonrió. — Hola Jughead. Perdón. No te vi—

— No pasó nada — Respondió éste. Sintió una extraña alegría al verla. Una que no había sentido antes, lo cual lo confundía y hasta lo asustaba, pero ignoró ese sentir. — ¿Y cómo estás?—

— Bien ¿Y tú?— Respondió la rubia.

— Muy bien. Me alegra verte— Confesó acercándose un poco más a ella.

Betty le sonrió y él hizo lo mismo. Otra vez esa rara tensión se hizo presente.

— Betty...— Habló Jughead tomando aire. — Se que nos conocemos hace muy poco y tal vez lo que te voy a pedir suene atrevido pero... ¿Podríamos intercambiar números?—

Betty rió. — Pero claro que si. Me caes bien. Eres buena persona — Confesó.

— ¡Genial! Agrega tu número y ponte el nombre que quieras— Propuso Jughead sacando su celular y pasándoselo a la ojiverde.

Ésta tomó el celular y agregó su número a los contactos de Jughead. Al terminar se lo regresó. — Ahí está. Escríbeme cuando quieras— Dijo ella.

— De acuerdo — Respondió el ojiazul guiñándole un ojo.

Betty soltó una pequeña risa. — Nos vemos luego Jughead — Se despidió.

— Hasta pronto Cooper— Se despidió el pelinegro viéndola irse con una boba sonrisa en su rostro. Se giró para irse y se sobresaltó cuando Donna salió de la nada y se llevó una mano al pecho. — Donna... me asustaste— Le dijo.

— ¿Tan horrible soy para ti?— Preguntó Donna cruzando los brazos ofendida.

— No dije eso— Aclaró el chico. — Saliste de la nada y por eso me asustaste—

— Así que... intercambiando números con la rubia eh? ¿Qué estás tramando?— Reclamó ella.

— Es mi amiga. Es muy agradable y es bonita. ¿Cuál es tu problema?— Preguntó Jughead ya harto.

— ¿Planeas utilizarla a ella también? ¿Como hiciste conmigo?—

— Eso no fue lo que pasó — Negó el pelinegro serio.

— Haces que las chicas se sientan bien contigo diciéndoles cumplidos, tratándolas como reinas hasta que por fin consigues tener sexo con ellas. Después de eso las olvidas por completo. Eres una basura Jughead — Lo acusó.

Jughead soltó una carcajada. — ¿Y si soy tan basura... ¿Que haces detrás de mi? ¿Por qué te me insinúas? Vamos... ¿Crees que no me doy cuenta?—

— Eres un estúpido— Contestó Donna alejándose enojada.

Jughead la vio irse y solo negó con la cabeza. Lo que ella dijo era verdad, pero éste no guardaba ningún tipo de culpa por utilizar a las chicas.

— ¡Jughead!— Habló Toni acercándose a éste con Archie tras ella.

— Hola Toni. Archie...— Los miró y alzó una ceja. — Conozco esas caras. ¿Que traman?—

— Primero dinos. ¿Que pasó? Vimos a Donna muy molesta saliendo de aquí — Dijo Archie.

— Lo de siempre hermano. Reclamando — Respondió el pelinegro encogiéndose de hombros.

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