Capitulo 73

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— Espera... ¿Que?— Preguntó Jughead poniéndose de pie.

— Que Charles me dijo que no le diera esos chocolates al niño porque...

— ¿Entonces Charles te los dio?— Preguntó Jughead enojado.

— Si, son mis favoritos. Él no es malo, Jughead — Aseguró la rubia.

— Y te dijo que no se los dieras a William — Dijo el pelinegro.

Betty asintió. — Porque se pondría muy inquieto y más hiperactivo de lo normal —

— ¿No será porque están envenenados?— Preguntó Jughead serio.

— Jughead...— Lo llamó Mónica tomando a William en sus brazos, el cual ya se había calmado.

— ¡¿Pero que pasa contigo?! ¡No es la primera vez que él me trae esos malditos chocolates!— Le gritó acercándose a él. — ¿Por qué querría envenenarme?—

— ¿Y si no lo hizo antes para ganar confianza? ¡Ese extraño tiene a todos comiendo de su mano en ésta maldita casa!— Gritó el pelinegro dando dos pasos hacia la rubia.

— Cariño, juguemos con Milo afuera— Le habló Mónica al niño en voz baja mientras salía de la casa con él en sus brazos.

— ¡No es un extraño! ¡Es mi hermano y es la única familia que me queda Jughead!—

— ¡Nosotros somos tu familia Betty!— Gritó y luego se calmó. — Nuestro hijo, yo, Mónica, Jellybean, mi tío, mamá, nuestros amigos...

— Eso lo se, pero tú estás loco, Jughead. Tienes un problema muy serio. Eres muy controlador, eres celoso y hasta un poco tóxico e intenso y...

— ¡No soy nada de eso!— Negó elevando la voz. — Mi único problema es querer protegerlos a ti y a mi hijo. Y si él no fue quien te envenenó, ¿Quien lo hizo? ¿Por qué te pidió que no se los dieras a William? Explica eso Betty —

— No tienes pruebas — Le recordó la rubia.

— Pero no tengo dudas— Aseguró. — Hay algo en el que no me convence —

— Entonces si los chocolates están envenenados, voy a comérmelos todos ahora — Avisó Betty dirigiéndose a la cocina.

— ¿Que? ¡No!— Respondió el ojiazul corriendo detrás de ella hasta alcanzarla y la tomó del brazo.

— ¿Que haces? ¡Suéltame! ¡Estás loco!— Se quejó intentando soltarse.

— ¡¿Acaso quieres morir?!— Reprochó Jughead aplicando más fuerza en su agarre.

— ¡Me estás lastimado!— Avisó la ojiverde aún intentando soltarse de su agarre.

— Lo siento, no quiero lastimarte— Se disculpó soltándola.

Betty se tocó el brazo, el cual se quedó con las manos del chico pintadas, y corrió hasta la cocina, agarrando aquella caja de chocolates que le dio Charles.

— ¡No dejare que hagas eso Betty!— Dijo Jughead arrebatándole la caja de chocolates.

— ¡Estás loco! ¡Damelos!— Exigió Betty intentando quitárselos, pero éste no la dejó.

— ¡Ya te dije que no voy a dejar que hagas eso! ¡Estoy seguro de que éstos estúpidos chocolates están envenenados!— Aseguró levantando la caja para que Betty no alcance.

— ¡Que me los des!— Gritó la rubia intentando quitarle la caja, pero lo que hizo fue hacerla caer.

Aquella caja de chocolates cayó al piso y se destrozó junto con lo que tenía adentro.

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