Volver a Enamorarte |Bughead|

Capitulo 76

— Yo... yo-yo... — Tomó aire.— Estoy embarazada, Juggie — Confesó con los ojos cristalizados.

Jughead se puso serio y abrió los ojos como platos, pero luego empezó a reír. — Betty, por favor no me hagas una broma así. ¿Quieres?—

— Sabía que no me creerías — Respondió la rubia poniéndose de pie. Abrió uno de los cajones de la mesita de noche y sacó una prueba de embarazo y se la mostró a Jughead. — Me la hice hace dos dias y está positiva. No es una broma, Jughead —

Jughead tomó aquella prueba de embarazo y la observó detenidamente. Estaba positiva. Se quedó en shock mirando aquella prueba y su mano empezó a temblar.

— Se que no querías que tuviéramos otro bebé, pero no fue intencional. Te lo juro— Dijo Betty quitándole la prueba de embarazo al ojiazul, quien aún estaba en shock.

— No — Negó el pelinegro mirándola serio. — No Betty. ¿Por qué? ¿Por qué? ¡¿Acaso te descuidaste con las malditas pastillas?!— Le gritó.

— Relájate Jug. No me descuide con las pastillas. Pero parece que no funcionaron pero te juro que...

— ¡Dime qué diablos vamos a hacer con otro bebé! ¡William apenas tiene un año, Betty! ¡Aún es un bebé y depende mucho de nosotros!— Reclamó Jughead enojado y nervioso.

— ¡¿Y tú crees que no lo sé?! ¡Se perfectamente que William está muy pequeño pero no es mi culpa que las malditas píldoras anticonceptivas no funcionaran!— Respondió con lágrimas descendiendo por sus mejillas.

— ¡Te dije muy claramente que no quería más hijos! ¡No quiero, Betty! ¡No quiero más hijos! ¡¿Por qué me hiciste eso?! ¡¿Por qué te permitiste embarazarte?!— Le gritó.

— ¡Ya no me grites!— Exigió Betty llorando aún más. — ¡Yo no quise embarazarme otra vez! ¡Fue un accidente y yo nunca deje de tomarme las malditas pastillas!—

— ¡¿Entonces que piensas hacer Betty?! ¡¿Que carajos vamos a hacer con dos niños pequeños?! ¡Era más que suficiente con William!— Reclamó Jughead.

— ¡¿Entonces que diablos quieres que haga?! ¡¿Que lo aborte?! ¡¿Que mate al bebé?! ¡También es nuestro hijo así como William! ¡¿Que quieres que haga?!— Preguntó Betty alterada.

— ¡No lo se!— Respondió el pelinegro. — No lo sé— Repitió mucho más calmado. — Mira, hablaremos de esto en otro momento — Sugirió saliendo de la habitación y azotando la puerta al salir.

Betty suspiró y se dejó caer en la cama, haciéndose bolita, abrazada a sus piernas y empezando a llorar desconsoladamente. Le dolía mucho que Jughead reaccionara así, aunque ella se lo estaba esperando. Reaccionó peor de lo que ella pensó. No entendía por qué le molestaba tanto tener otro hijo. A ella no le importaba tener otro hijo con él porque lo ama y era un gran padre con William aunque le costó aceptarlo al principio. En parte lo entendía porque William apenas tenía un año que había cumplido hace poco, pero aún así le dolía.

Después de la discusión con Betty y azotar la puerta al salir de la habitación, Jughead fue a la cocina y sacó una pequeña botella de ron de uno de los cajones de la encimera.

— ¿Todo bien Jughead?— Preguntó Mónica acercándose a él. — Cuando usted toma es porque algo le preocupa. Y hace tiempo que no lo hace—

— Estoy estresado Mónica. Es solo eso— Respondió el ojiazul tomando un trago de su botella y subiendo las escaleras para llegar al balcón de la casa.

La mayor lo miró, preocupada. Jughead había dejado de tomar durante un largo tiempo, cuando empezó a vivir con Betty y tuvo a su hijo. Que volviera a tomar significaba que verdaderamente estaba preocupado, asustado o nervioso.