— Muchas gracias niños. Ahora ustedes vallan con Mónica abajo— Les ordenó el pelinegro mayor con su mirada clavada en su chica.
Los tres niños asintieron y se retiraron del balcón, dejando a sus padres solos.
— ¿Que es todo esto Juggie?— Preguntó Betty mirando a su alrededor, sorprendida.
— Digamos que hoy quise hacer algo lindo para mi novia y pasarla bien con ella un rato— Respondió acercándose a un parlante que estaba en una pequeña mesa y empezando a reproducir música lenta. — ¿Me concedes esta pieza, Elizabeth?— Preguntó dirigiéndose a ella.
Betty asintió tomando su mano con una sonrisa. — Claro que acepto bailar con usted, Forsythe —
Jughead colocó ambas manos sobre la cintura de la rubia y ella lo rodeó con sus brazos. Lentamente empezaron a bailar, uniendo sus frentes y mirándose directo a los ojos. Se movían lentamente de un lado a otro al ritmo de la suave música que sonaba y en ningún momento perdieron contacto visual. Él navegaba en sus grandes y brillantes ojos verdes y aún veía lo que vio la primera vez que ambos se cruzaron. Ella exploraba los ojos azules y profundos del chico, y veía en él aquel sentimiento y pasión que siente por ella.
No sabían cuánto tiempo se habían quedado así. Solo mirándose mientras bailaban al ritmo de la música, hasta que se dieron cuenta de que seguían bailando ya cuando no había más música. Terminaron éste baile con un beso lento pero lleno de pasión.
Incluso después del beso, seguían mirándose y Betty acariciaba el rostro de Jughead, mirándolo detalladamente, mientras él también seguía mirándola como si tuviera el mayor tesoro del mundo frente a él.
— Te amo, Betty Cooper— Confesó sin dejar de mirarla a los ojos.
Betty sonrió. — Te amo, Jughead Jones— Respondió volviendo a besarlo.
Volvieron a unir sus labios en un beso con más intensidad que el anterior y terminaron abrazándose.
Jughead se separó. — ¿Puedo decirte algo?— Preguntó nervioso.
— Lo que quieras— Aceptó la ojiverde sonriéndole.
— Escúchame, Betty. Desde que te vi afuera de ese restaurante, aún sin saber tu nombre y que te fueras casi de inmediato, me dejaste hipnotizado con tu belleza. Tu sonrisa, tus ojos, tus labios, tu cabello, todo de ti. Me enloqueciste. Causaste algo inexplicable en mi y de alguna manera lograste que un completo idiota cómo yo cambiara. Lograste hacerme un mejor hombre. Me enloqueciste por completo y con solo verte sonreír todos los días era suficiente para mi. Se que pasamos cosas difíciles. Pero te amo tanto que no me rendí incluso cuando me olvidaste y yo tuve que Volver a enamorarte. Me diste dos hijos que no pedí pero que ahora no me imagino la vida sin ellos y recibiste a mi otro hijo como si también fuera tuyo. Definitivamente eres la mujer de mi vida. Te amo Betty. Te amo tanto que contar las estrellas del cielo no alcanzarían para saberlo — Confesó el pelinegro arrodillándose frente a ella y tomando sus manos.
Betty lo miró y empezó a llorar, pero de pura felicidad. — También te amo Juggie. No soy muy cursi pero... fuiste y eres el único hombre que sabe cómo tratarme. Desde el primer momento, desde el día en el que nos conocimos te aseguraste de hacerme sentir la mujer más afortunada del mundo. Siempre me cuidaste y aún después de todo lo que pasamos no te fuiste. Estuviste dispuesto a seguir insistiendo aún cuando perdí la memoria y tuviste que Volver a enamorarme. Aún cuando recupere mis recuerdos y te dije todo eso. Tú te quedaste y sigues estando ahí y sigues eligiéndome. Te amo porque siempre supe quien eres en realidad y creo en ti aunque nadie más lo haga. Eres el hombre de mi vida Jug. Te amo y te seguiré amando solo a ti y voy a seguir eligiéndote ante todo. Eres el mejor padre que nuestros tres niños pueden y podrían tener. Eres un gran ser humano y un gran novio. Te amo y nunca lo dudes Juggie— Aseguró Betty acariciando su mejilla y sonriéndole.
— Te amo Betts. Y quiero hacerte una pregunta — Avisó sacando una pequeña caja de terciopelo color azul profundo y abriéndola, dejando ver un reluciente y hermoso anillo. — Betty Cooper... por estas y mas razones... ¿Quieres casarte conmigo?—
Betty chilló y empezó a llorar de la felicidad y emoción que tenía y tomó aire para poder responder. — Claro que acepto Juggie. Me haría muy feliz ser tu esposa— Aceptó.
Jughead sonrió y le colocó el anillo a la rubia en su dedo índice, mientras ésta seguía llorando de la emoción, y luego se puso de pie y la abrazó. Ella correspondió y tras separarse del abrazo se besaron ferozmente. Ambos tenían una emoción inexplicable por la idea de que se casarán. Por fin serán esposos y es algo que los emociona hasta no poder más porque se aman y sentían que éste era el paso que faltaba para ser realmente felices.
Después de besarse y abrazarse hasta tranquilizarse por la emoción de que se casarán, Jughead se sentó en uno de los sofás del balcón teniendo a Betty en su regazo mientras ambos se tomaban una copa de vino.
— ¿Lista para ser Elizabeth Jones?— Preguntó Jughead acariciando la pierna desnuda de la rubia mientras sostenía su copa de vino con la otra mano.
— Claro que si Juggie. Te amo tanto...— Respondió Betty besando sus labios y acariciando su mejilla. — Sabía que tú y los niños tramaban algo —
— Llevaba casi un mes explicándoles esto. Mónica ayudó. Me asegure de que todo saliera perfecto porque te lo mereces y porque te amo Betty— Dijo el ojiazul sonriéndole.
Betty sonrió e hizo un silencio. — Lucas me dijo mami— Confesó emocionada.
Jughead alzó una ceja. — ¿De verdad? Tendré que explicarle que...
— Nada— Lo interrumpió. — No tienes que explicarle nada. Ese pequeño ya es mío también — Aseguró con una sonrisa.
Jughead sonrió y volvió a besar sus labios. — Ahora hay mucho por hacer—
— Planear bodas no es algo fácil. Pero lo importante es que por fin nos casaremos y seremos felices por siempre — Dijo la ojiverde abrazándolo.
— Felices por siempre mi amor — Aseguró Jughead besando su mejilla mientras la abrazaba.
Amo ❤️ mis ojitos se aguaron escribiendo esto 😭Samy ❤️
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Volver a Enamorarte |Bughead|
FanfictionUn inesperado y trágico accidente cambia las cosas y ahí es cuando Jughead Jones debe volver a enamorar a Betty Cooper. Betty lo miró y rió. Jughead la miro divertido y alzó una ceja. - ¿Que pasa?- Le preguntó. Ella negó aún riendo. - Es solo que...