Esa misma tarde, el pelinegro se encontraba en su oficina revisando algunos documentos cuando su mejor amigo Archie Andrews entró a dicha oficina muy animado.
— ¿Qué hay viejo?— Preguntó Archie acercándose a su escritorio con una sonrisa.
— Trabajo— Le respondió sin mirarlo aún concentrado en los papeles que tenía en su escritorio. — Fíjate que se me hizo tarde hoy—
— ¿Y tienes planes para hoy? Podríamos salir a conocer más chicas. Hoy habrá muchas linduras en ese bar— Propuso el pelirrojo.
— Eso me encantaría pero hoy vinieron mis padres para una reunión con los Cooper a la que no puedo faltar— Contestó éste mirando a su mejor amigo.
— Entonces... los Cooper. Son muy reconocidos. ¿Y no estás contento con eso? Escuche que tienen una hija a la que no le llevas mucho—
— Por favor... seguramente es una de éstas niñitas básicas y malcriadas consentidas de mamá y papá— Supone Jughead mientras guarda los papeles en los cajones.
— ¿Pero acaso no son ese tipo de chicas las que buscas para tener sexo?— Preguntó Archie divertido.
— ¿Quieres callarte?— Exigió el ojiazul.
— Pero no estoy mintiendo — Se defendió el pelirrojo alzando ambas manos riendo.
— Hola hola— Saludó Donna entrando a aquella oficina con una maligna sonrisa.
— Yo me voy— Aviso Archie apurándose a salir de la oficina.
— ¡Oye! ¡Archie!— Le gritó Jughead sin tener éxito. Ya éste se había ido.
— ¿Ya revisaste los informes?— Preguntó Donna sentándose sobre el escritorio de Jughead mostrando sus piernas desnudas. Ésta traía falda corta.
— Si... ya lo hice. Oye... ¿Quieres bajarte de mi escritorio?— Pidió éste poniéndose de pie con los papeles en mano.
— ¿Que pasa Jones? ¿No te gusta esto?— Dijo Donna con una sonrisa seductora.
— Donna... basta. ¿Sabes? Tengo que salir y tú te encargarás de hacer que estos informes lleguen a manos del señor Artur— Exigió mientras dejaba los papeles sobre su escritorio y se acomodaba su camisa.
— Entiendo. Iras con una de tus putas verdad?— Preguntó Donna bajándose del escritorio molesta.
— ¿Sabes?— Habló Jughead mirándola antes de salir de la oficina. — Me parece que esos asuntos no te conciernen a ti. ¿O me equivoco?— Preguntó guiñándole un ojo mientras salía de la oficina.
— ¡Maldito seductor!— Grito Donna ya cuando éste había salido de la oficina.
Jughead sonrió con malicia cuando la escuchó gritar enojada cuando él ya iba hacia el ascensor. Amaba utilizarlas y luego dejarlas totalmente frustradas con su encanto.
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Betty leía un libro estando sentada en el sofá con su perro Milo en su regazo. Verónica y sus padres ya se habían ido hace un par de horas y no le dio ni la menor importancia a esa reunión con los Jones.
Alguien tocó su puerta sacándola de su pequeña burbuja sumergida en ese libro.
— ¡Elizabeth!— Gritó Alice desde afuera aún tocando la puerta. — ¡Más te vale que ya estés lista!—
Betty suspiro pesadamente y dejó su libro y a su perrito a un lado en el sofá. Se puso de pie, estando descalza y despeinada y así fue a abrir la puerta encontrándose con sus padres. — Hola mamá y papá — Los saludó sonriéndoles falsamente.
— Pero Elizabeth... se supone que ya estarías lista. Solo mírate — La regaño Alice señalándola mientras que Hall negaba con la cabeza.
— ¿Enserio tengo que ir?— Preguntó Betty en un suspiro.
— Por supuesto Elizabeth. Tú eres quien está a cargo de la empresa ahora— Le recordó Hall.
— Esto es importante querida. Y ya debemos irnos. ¿Podrías ir a cambiarte rápido?— Pidió Alice ya desesperada.
— ¿Saben? ¿Y si ustedes se adelantan? Los alcanzaré — Propuso Betty.
Hall y Alice se miraron y luego miraron a su hija.
— Bien— Aceptó la madre. — Pero no te tardes mucho. Vámonos Hall— Le exigió a su esposo mientras daba la vuelta en dirección a su auto.
Los padres de Betty se fueron en su auto y ésta cerró la puerta y se apoyó sobre ésta suspirando pesadamente y mirando a su perro, quien se sentó frente a ella.
— Así son ellos pequeño— Le dijo a su perro empezando a caminar hacia las escaleras rumbo a su habitación con el canino tras ella. Aunque tenía mucho dinero desde que nació, no era de tener empleados en casa todo el tiempo. Solo unas horas algunos días de la semana. Amaba estar sola en su propio mundo con su perro Milo.
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Jughead iba llegando a su casa después de haber estado con una chica y haber tenido sexo con ella, sin intercambiar números. Solo nombres.
Éste llegó en su auto y cuando bajó del vehículo y entró a su casa, encontró a sus padres sentados en uno de los sofás quienes lo miraron seriamente.
— ¿En donde estabas muchacho? ¿Acaso olvidaste que hoy tenemos reunión con los...- Hablo Fp siendo interrumpido por su hijo.
— Con los Cooper. Ya lo sé. Estuve ocupado — Lo interrumpió suspirando pesadamente.
— ¿Ocupado en que? ¿Otra vez en lo mismo? Ya hablamos de esto Jughead — Reprochó Gladys.
— Lo se. Ya es tarde y hay que estar a tiempo para esa... reunión. Si quieren adelántense y yo los alcanzo en un momento — Aviso Jughead subiendo las escaleras.
— No tardes— Advirtió Fp haciéndole un gesto a Gladys para que lo acompañe afuera para irse al restaurante en donde será la reunión.
— ¡Ya sabes dónde es!— Le grito Gladys mientras salía de la casa junto a Fp.
Jughead tomó un baño lo más rápido que pudo y al terminar de bañarse fue a su habitación y se puso un traje de los que usualmente usa a diario. Se peinó un poco y luego salió de casa y entró a su auto. Miró la hora y se pasó una mano sobre el cabello viendo que ya era tarde. Arrancó el auto y condujo hasta el lujoso restaurante en donde será la reunión con los Cooper.
Bajó del auto al llegar al restaurante y cuando iba caminando hacia dicho lugar, una chica chocó con el.
— ¡Lo siento! Fue mi culpa... perdón — Se disculpo la rubia ojiverde con la miraba baja.
Jughead solo la miró de arriba a abajo. Una hermosa rubia que traía un vestido largo y rojo vivo, con una abertura abajo dejando ver su pierna izquierda. Traía el pelo recogido con unos rizos rubios rodeando su cara y unos aretes de diamantes del mismo tono que sus ojos. Éste quedó perplejo.
— Yo... descuida. Fue un accidente. A cualquiera le pasa nena— Respondió Jughead cuando salió de su trance.
La chica sonrió. — Una vez más perdón. Ando algo perdida y soy muy distraída. Adiós — Se despidió dirigiéndose al interior del gran restaurante.
Jughead se quedó mirándola al verla entrar. Su belleza lo cegó. Cuando por fin reaccionó se dio cuenta de que no se presentó. — ¡Espera! ¡No me presente!— Le gritó, pero ya la chica había desaparecido entre la gente dentro del restaurante.
La misteriosa chica distraída 😏 amores no tengo luz😭por eso no habrá más capítulos por hoy💔 esta historia está recibiendo mucho apoyo y apenas la empece hoy🥺 ustedes son los mejores ❤️los amo❤️❤️
Samy❤️
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Volver a Enamorarte |Bughead|
FanfictionUn inesperado y trágico accidente cambia las cosas y ahí es cuando Jughead Jones debe volver a enamorar a Betty Cooper. Betty lo miró y rió. Jughead la miro divertido y alzó una ceja. - ¿Que pasa?- Le preguntó. Ella negó aún riendo. - Es solo que...