Capitulo 48

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Al día siguiente, el pelinegro estaba en la empresa, en su oficina terminando de firmar unos papeles, pero solo podía pensar en la propuesta que le hizo a la rubia. De verdad quería que ella aceptara. Siempre que ella se iba o el tenía que irse y dejarla, se sentía vacío e inquieto pensando en cómo estará llevando el embarazo o si tal vez se sentía mal y él no estaba ahí. ¿Y si ella se negaba? Eso no le gustaría a él para nada.

— Hola Juggie — Lo saludó Betty entrando a la oficina del chico.

Éste la miró y se puso de pie con una gran sonrisa. — Hola preciosa— Se acercó a ella y besó sus labios. — ¿Como estás? ¿Ya pensaste en mi propuesta?—

Betty lo miró, divertida y alzando una ceja y el ojiazul se puso nervioso.

— Perdón. No quiero que parezca que te estoy presionando. Si necesitas más tiempo para pensar entonces yo...—

— Juggie — Lo interrumpió. — Ya tome una decisión —

— ¿Ah si?— Preguntó Jughead con cierta expresión de emoción en su rostro. — ¿Y qué decidiste?—

— Lo siento. No lo haré — Se negó acariciando su mejilla.

La sonrisa que el chico tenia se le borró por completo. — ¿Pero por qué?— Preguntó, confundido.

Betty empezó a reír, confundiendo más a su novio. — Es broma Juggie. Si acepto vivir contigo— Aceptó.

Jughead sonrió y empezó a llenarle la cara de besos a la ojiverde. — Te amo, te amo, te amo y te amo — Confesó abrazándola.

— También te amo Jug, pero no me abraces muy fuerte — Se quejó divertida.

Jughead se separó inmediatamente de ella y la miró, asustado. — ¿Le hice daño al bebé? ¿Estás bien?— Preguntó rápidamente.

Betty volvió a reír. — Es una broma Jughead. Debiste ver tu cara— Se burló.

Jughead la miró negando con la cabeza. — Mi nena se despertó muy bromista hoy— Dijo pegándose a ella y apretando su trasero.

— ¡Juggie!— Lo regañó Betty quitando las manos del chico de su trasero. — ¿Estás loco? La puerta está abierta— Susurró.

— Si la puerta es el problema entonces la voy a cerrar— Respondió Jughead dirigiéndose a la puerta y cerrándola con seguro, para luego volver hacia la rubia. — Y las ventanas están cubiertas— Susurró contra su oído mordiendo delicadamente su oreja.

— ¿Que estás haciendo, papi?— Preguntó la rubia en un susurro.

— Aún está en pie lo de hacer el amor en mi oficina — Contestó mientras la cargaba y la subía a su escritorio. — ¿Serás una buena nena?—

— Si lo seré, papi— Aseguró Betty divertida atrayendo al pelinegro hacia ella para besarlo.

Jughead la besó y colocó sus manos sobre los muslos de la rubia y abrió más sus piernas, para meterse entre ellas mientras empezaba a besar su cuello.

— ¡Jughead!— Gritó la voz de Donna, tocando insistentemente la puerta.

Éstos dos suspiraron.

— ¡Estoy ocupado!— Respondió Jughead. — ¡Vuelve en otro momento!—

— ¿Es Donna?— Preguntó Betty mirando al pelinegro, estando aún sobre el escritorio. — Pensé que la habías corrido—

— Lo hice, pero su estúpido padre ya estaba molestándome mucho— Dijo Jughead molesto aún entre las piernas de Betty.

— Me encanta verte enojado. Es excitante— Confesó Betty contra su oído.

Volver a Enamorarte |Bughead| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora