Volver a Enamorarte |Bughead|

Capitulo 67

— ¡Cierra la boca o te voy a...— Amenazó Jughead levantando su puño para golpear a su padre.

— ¡No Jughead!— Le gritó Jellybean.

— ¡No lo hagas hijo! ¡Tú no eres así! ¡No caigas en sus provocaciones!— Intervino Gladys con el bebé llorando en sus brazos y se lo pasó a Betty, quien lo tomó aun estando en shock por lo que dijo Fp.

Jughead dejó su puño en el aire, apuntando a la cara de Fp.

— Entonces te crees muy hombrecito, ¿eh? ¿Que esperas? ¡Golpéame! ¡Eres tan basura como yo!— Lo provocó Fp.

— ¡No Jughead!— Le pidió Mónica.

— ¡¿Pero que ha pasado?!— Preguntó el hermano de Fp entrando a la casa y mirando toda la escena. — ¿Que haces aquí, Forsythe?—

— ¡No te metas Benjamín!— Le gritó Fp girándose a mirarlo, muy furioso. — ¡Estoy seguro de que tú ayudaste a Gladys a escapar!.

— ¡Nadie me ayudó a escapar, Forsythe!— Se defendió.

Mónica miró a Betty y Jellybean, quienes permanecían en silencio. — Vallan arriba con el niño y estarán más seguros — Les susurró.

— De acuerdo — Respondió Jellybean. — Vamos Betty — Cargó a Milo y empezó a subir las escaleras con Betty detrás de ella con el bebé aún llorando en sus brazos.

— ¡Y tú vendrás a casa conmigo en este momento y no regresarás!— Exigió Fp agarrando a su mujer del brazo.

— ¡Suéltala!— Gritó Jughead separando a sus padres y dándole un puñetazo en la cara a Fp, quien casi cae al piso.

— Sabía que lo harías. Eres una decepción, muchacho — Dijo Fp tocándose el rostro por el puñetazo de su hijo.

— ¡No soy como tú!— Negó Jughead a punto de lanzarle otro golpe, hasta que Benjamín los separó.

— ¡Ya fue suficiente!— Dijo Gladys poniéndose en medio de ellos. — Me iré contigo, Forsythe. Pero deja a mi hijo en paz, por favor —

— No te conozco hermano. ¿Por qué haces todo esto?— Preguntó Benjamín.

— Mamá no se irá a ningún lado contigo ¡Seguridad!— Exclamó el pelinegro.

En ese instante entraron a la casa cuatro grandes hombres que trabajan para Jughead, esperando sus órdenes.

— ¡Llévenselo!— Ordenó señalando a Fp. — Sáquenlo de aquí y que no regrese—

Éstos hombres asintieron y dos de ellos agarraron a Fp de los brazos.

— ¡Te arrepentirás de esto, muchacho! ¡Me las pagarán!— Advirtió Fp mientras lo sacaban a la fuerza de la casa.

Jughead suspiró y miró a su madre. — ¿Estás bien mamá?— Le preguntó.

Gladys asintió y posó su mano en la mejilla de su hijo. — Eso no fue necesario hijo mío—

— Claro que lo fue. Mientras yo esté vivo no dejaré que te hagan nada— Aseguró y luego miró a Mónica. — ¿Dónde están Betty, el bebé, Jellybean...?

— Les dije que subieran— Respondió la mayor.

— Tengan cuidado, sobrino. Mi hermano está fuera de control. Dile a Jellybean que venga aquí— Advirtió Benjamín.

— Descuida tío. Ahora voy a tener una interesante conversación con mi novia— Avisó Jughead en un suspiro empezando a subir las escaleras.

Betty estaba en la habitación que comparte con su novio, con el bebé casi dormido en sus brazos y con Jellybean y Milo a su lado.