Capitulo 38

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Ya pasó un mes, y ha sido el mes más largo y doloroso tanto para Betty, como para Jughead. Betty se aisló de todo y de todos y estaba a nada de caer en una depresión. Aún sentía que la muerte de su padre fue su culpa, y cómo Jughead le había ocultado cosas oscuras que él no le dijo y ella tuvo que enterarse por otro medio, perdió la confianza en el, pero una parte de ella quería hablarle. Solo que no sabía si él iba a querer hablarle a ella después de todo lo que le dijo.

Jughead se volvió más frío y cortante con los demás. Más de lo acostumbrado. No volvió a intentar contactarse con Betty para darle tiempo y una pequeña parte de él tenía esperanzas de que ella lo buscara. Pero como eso no pasó, pensó que de verdad ella no quería nada más con el.

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Jughead estaba en su oficina, en la empresa, terminando de firmar unos documentos y revisar algunos informes.

— Hola Jughead — Lo saludó Donna entrando a su oficina y sentándose frente a él, encima del escritorio.

— Donna— Respondió Jughead mirándola serio. — ¿Que deseas? ¿Podrías por favor bajarte de ahí?—

— Pero que malhumorado. ¿Es porque tu rubia ya no te quiere?— Preguntó Donna divertida.

— ¿Solo a eso viniste? Porque si es así entonces la puerta está abierta y yo estoy ocupado— Dijo el ojiazul.

— Solo me iré si por lo menos me besas— Propuso Donna pícara.

— No te lo repetiré. Fuera de mi oficina — Exigió Jughead.

— ¿O que?— Preguntó Donna acercándose a él.

— Perra, el ya te dijo que salieras. Si no lo haces entonces yo misma te saco a patadas— La amenazó Toni desde la puerta de la oficina.

Donna bajó del escritorio de Jughead y caminó hacia Toni, quedando cara a cara. — Toni Topaz. ¿Tú quien te crees?— Preguntó.

— Eso te pregunto yo a ti. Estás en la oficina de mi mejor amigo. Ahora sal de aquí y déjalo en paz— Exigió Toni cruzando los brazos.

Donna la miró mal y salió de la oficina, empujándola al salir.

Toni la vio salir de la oficina y rodó los ojos suspirando pesadamente mientras se sentaba frente al escritorio de su mejor amigo. — Estoy perdiendo la paciencia con esa maldita zorra. No sé cómo la has soportado por tanto tiempo—

— Lo mismo me pregunto, Toni— Respondió Jughead sin ánimos sentándose en su escritorio y pasándose las manos sobre el cabello.

— ¿Aún no le hablas?— Preguntó la morena.

Jughead negó. — No lo sé. No se si ella quiera que yo le hable. No lo ha hecho desde ese día —

— Pero deberías intentarlo. Llámala o mejor ve a su casa. No la he visto en casi un mes, creo— Dijo la chica.

— Ella me dejó bastante claro que no me quiere cerca. Toni... ojalá hubiese algo, no se. Lo que sea. Algo que la haga volver a mi. Algo que vuelva a unirnos de alguna manera— Expresó Jughead.

— ¿Algo como que? ¿A que te refieres?— Preguntó Toni, confundida.

— Lo que sea. Pero que vuelva a mi. Que vuelva a ser mia, Toni— Dijo el ojiazul.

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Betty estaba acostada en su cama, con Milo al lado, intentando leer un libro. Pero no se concentraba. No tenía ganas de nada. A pesar de tener a su madre y a sus amigos, quienes la han visitado constantemente todo este tiempo, se sentía vacía y extrañaba a su padre. Fue un buen padre para ella siempre.

Volver a Enamorarte |Bughead| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora