Capitulo 12

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Al día siguiente, bien temprano, Betty voló hacia los Ángeles, California, en su jet privado junto a su perro Milo.

Pronto llegó a los Ángeles y se reunió con sus padres, en la mansión de éstos dos. Se sentaron juntos en el gran jardín de la mansión a conversar.

— ¿Por qué no pasas tu cumpleaños aquí con nosotros linda?— Preguntó Alice.

— No falta mucho. Quédate con nosotros y pasa tu cumpleaños aquí — Propuso Hall.

— Ya les dije que quiero pasar mi cumpleaños en Riverdale — Respondió Betty.

— ¿Pero por qué? ¿Tienes algún motivo en especial?— Preguntó la mayor alzando una ceja.

— ¿Que insinúas Alice?— Le preguntó Hall y luego miró a su hija. — ¿Que hay en Riverdale que aquí no?—

— Muchas cosas— Contestó Betty divertida y poniéndose de pie. — Voy a visitar el establo. Hace mucho que no voy—

— Ve con cuidado — Advirtió Alice.

— Y no tardes mucho— Habló Hall.

— ¡No prometo nada papá!— Gritó Betty mientras iba camino a la gran puerta que protege la mansión.

Ésta se fue hasta el establo caminando, ya que quedaba cerca, y se encontró con un viejo amigo de la familia.

— ¿Elizabeth?— Preguntó un hombre que peinaba a un caballo volteándose a mirarla. — ¡Pero cómo has crecido!—

— No exageres Ricky — Respondió la rubia divertida. — Es un gusto verte—

— Ha pasado tiempo Elizabeth. ¿Cuando llegaste?—

— Hace unas horas. ¿Y donde está Rapunzel?— Preguntó Betty mirando a los caballos del establo.

— Está por allá. Sígueme. Aún está como la última vez que viniste— Dijo el hombre empezando a caminar alrededor del establo y deteniéndose frente a una yegua blanca de melena rubia y larga.

— Oh... hola hermosa— Saludó Betty a la yegua acariciándola. — Te extrañé—

— Y algo me dice que ella también. ¿La quieres montar?—

— Pero claro que si— Aceptó la ojiverde abriendo la puerta del establo en donde estaba la yegua.

Betty sacó a dicho animal y paseaba con ésta y con aquel hombre encargado de los caballos hasta que vio algo que la hizo detenerse en seco. Jughead y una chica acariciando a un caballo color café del otro lado del establo.

— Ricky... ¿Los conoces?— Preguntó Betty con su mirada fija en Jughead y esa chica.

— ¿Ellos?— Respondió refiriéndose a Jughead y la chica. — Son hijos de los Jones. A esos dos los conozco desde que usaban pañales— Confesó divertido.

— ¿Pero como?— Preguntó Betty mirándolo.

— ¿Que pasó Elizabeth? ¿Tu los conoces?— Preguntó Ricky.

— Conozco al chico pero no a la chica— Dijo la rubia.

— La chica es su prima. Aunque son casi como hermanos — Contestó el.

— Oh...— Habló Betty mucho más tranquila. — Aún no puedo creer que esté aquí —

— Ve a saludarlos. Y así montan a caballo juntos. Si es que te acuerdas— Bromeó.

— Claro que aún recuerdo cómo. Y Rapunzel no se ha olvidado de mi— Dijo la ojiverde mirando a la yegua a su lado. — Iré a saludarlos.

Ricky asintió y Betty empezó a caminar hacia el chico con la yegua tras ella.

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