Volver a Enamorarte |Bughead|

Capitulo 89

Jughead se fue al juzgado con Lucas después de que el niño se pasó la tarde jugando con William, quien se quedó llorando cuando Jughead y Lucas tuvieron que irse.

Y más tarde, Jughead iba llegando a casa después de salir del juzgado y encontró solamente a Betty en la sala, con Milo en el sofá.

Betty lo miró y sonrió. — ¿Como te fue? ¿Y el niño?— Preguntó.

Jughead suspiró. — Esa mujer no hizo nada más que insultarme. Eso no me importa pero que no lo haga frente al niño al menos— Se quejó. — Y no me gusta como lo trata—

— ¿A que te refieres? ¿Lo trata mal?— Preguntó Betty.

— Lo regaña por cualquier estupidez y no me gusta para nada la forma en la que le habla. ¡Es solo un niño!— Exclamó enojado.

Betty posó su mano en la mejilla de Jughead, mirando detalladamente su rostro y de verdad estaba enojado. — ¿Entonces que hiciste?—

— Ya tiene mi apellido. Es mi hijo legalmente y biológicamente. Voy a traerlo a casa los lunes y los miércoles. Pero si descubro que ella lo maltrata, juro que voy a reunir pruebas y se lo voy a quitar— Aseguró.

Betty lo miró con ternura. — Oh Juggie, ya lo quieres—

Jughead sonrió levemente. — Es mi sangre. No voy a dejar que nada malo le pase ahora. Estuve ausente los cuatro primeros años de su vida. Así que eso es lo menos que puedo hacer por el— Hizo un silencio — Betty...— La llamó.

— ¿Que pasa?— Preguntó rodeando el cuello del chico entre sus brazos.

— Y si yo hubiese sabido de la existencia de ese niño desde que nació... ¿Te habrías enamorado de mi? Digo... ¿Te habrías fijado en un hombre con un hijo?— Preguntó.

— Claro que si Jughead— Aseguró abrazándolo.

Jughead correspondió a su abrazo y luego se separó. — Dejemos el tema de los niños de lado. Ahora lo único que quiero hacer es llevarte a la cama y hacerte el amor—

Betty sonrió con picardía. — ¿Y qué te impide hacerlo Juggie?— Preguntó.

Jughead la besó lujuriosamente poniendo sus manos sobre el trasero de la rubia, y ella correspondió tomando el rostro del pelinegro entre sus manos, hasta que el ladrido de Milo los hizo separarse de golpe.

— Oh Milo, olvide que estabas ahí — Dijo Betty divertida mirando a su perro, el cual estaba sobre el sofá.

— Mejor vamos a la habitación, nena— Sugirió el ojiazul contra su oído.

— Buenas noches Milo — Se despidió Betty de su perrito acariciando su cabeza, para luego subir a la habitación con Jughead tras ella.

Primero revisaron a sus hijos para asegurarse de que estaban dormidos, y luego fueron hacia su habitación. Betty esperaba a Jughead sentada sobre la cama, mientras éste cerraba la puerta con seguro.

Pero en vez de ir hacia ella, primero fue hacia la mesita de noche, abriendo los cajones.

— ¿Que buscas Juggie?— Preguntó, confundida.

Éste le sonrió con malicia y sacó unas esposas de uno de los cajones y se las mostró. — Ya no recuerdo la última vez que usamos esto. ¿Me permites esposarte a la cama, Elizabeth?— Preguntó divertido.

— Espósame y hazme tuya, Juggie — Respondió Betty mordiéndose el labio.

Jughead fue hacia la cama y se acercó a ella, mordiendo levemente su cuello. — Déjame quitarte esta maldita ropa que traes para no tener que quitarte estas esposas en un largo rato — Susurró dejando las esposas a un lado para sacarle la remera a Betty.

Betty quedó sin remera y Jughead se separó para quitarse la camisa. Cuando se la quitó, regresó con la rubia y la esposó a la cama. Una vez que la tuvo esposada, empezó a besar su cuello y ella empezó a inquietarse.

— Nena, aún no te hago nada. Ahora quédate quieta y sé una buena nena— Le pidió volviendo a su cuello, besándolo y succionándolo.

Jughead continuó besando su cuello y luego le quitó el sostén, empezando a bajar sus besos hasta llegar al abdomen de la rubia. Se detuvo para mirarla a los ojos y pudo ver cuanto ella lo deseaba con solo mirarla.

Puso una mano sobre el pantalón de la chica y se lo quitó, dejándola únicamente en bragas. Volvió a mirarla y sonrió arrogantemente mientras ponía su mano sobre las bragas de la rubia para quitárselas , y ella estaba totalmente sonrojada y agitada.

Le quitó las bragas y hundió su cabeza en ella, abriendo aún más sus piernas para que quede más espacio mientras él pasaba su lengua sobre sus pliegues, haciéndola gemir y retorcerse de placer, estando esposada. Pero él no la dejó correrse cuando se separo y la miró, para encontrarla totalmente desesperada. Ahí supo que ella sentía una terrible necesidad de llegar a su muy anhelada liberación.

— ¿Todo bien, nena?— Preguntó Jughead divertido.

— Jug, tócame, por favor — Suplicó casi sin aliento.

— Quiero que me digas que es lo que tú quieres que te haga— Exigió separándose de ella para desabrochar su pantalón.

— Te quiero dentro de mi, Jughead — Aclaró mirándolo fijamente.

— No escuché — Bromeó quitándose la ropa interior.

Betty miró su firme erección y tragó saliva. — Lo quiero dentro de mi— Repitió con la respiración entrecortada.

Jughead sonrió y se puso sobre ella, deslizándose dentro de su húmeda y estrecha entrada, gimiendo al ritmo con ella mientras empezaba a embestirla y sacudir la cama. No pararon hasta llegar juntos a su muy anhelado orgasmo.

Después de esto él se separó, saliendo de ella y viendo cómo ella recuperaba el aliento.

— Jug, me están molestando. Quítame las esposas— Pidió la rubia aún agitada.

— Perdón— Se disculpó acercándose a ella para quitarle las esposas. — ¿Estaban muy apretadas?— Preguntó.

— No tanto— Respondió cubriendo su cuerpo desnudo con las sábanas.

Jughead la miró, no muy convencido, y tomó la muñeca de Betty, viendo que le quedó una marca a causa de las esposas.

— Betty, ¿Por qué no me avisaste?— Preguntó asustado.

— Pero no me dolía, de verdad— Aseguró. — Está bien, es solo una marca—

— ¿Y no te duele?— Preguntó Jughead preocupado.

Betty negó. — Relájate. Estoy bien —

— Por eso no me gusta usarlas mucho — Confesó y la miró detenidamente. — ¿Lo volvemos a hacer? ¿Ahora sin esposas?—

— Si a todo, Juggie — Aceptó saltando sobre el.

No se hagan 🙂 ustedes querían algo hot 😏 "Eso no lo escribí yo" 😈

Samy ❤️