Volver a Enamorarte |Bughead|

Capitulo 34

Betty ya estaba lista para su encuentro con Jughead. Bajaba las escaleras con Milo tras ella y Alice estaba en la sala, usando su celular sentada en el sofá y miró a su hija.

— Alguien va a salir con un chico esta noche — Habló Alice divertida mirando a su hija con una ceja alzada.

Betty rodó los ojos. — Estoy nerviosa— Confesó.

— Eso es normal hija. Solo cuídate mucho. Aunque creo que vas a estar bien con ese muchacho — Dijo Alice.

— ¿Como sabes que saldré con Jughead?— Preguntó la ojiverde.

Alice la miró divertida. — ¿Y con quien más? Obviamente es con el—

En eso alguien tocó la puerta y Betty la abrió, encontrándose con su guardia.

— Buenas Noches señoritas. El señor Jones está afuera buscándola a usted, Elizabeth — Habló el guardia.

— De acuerdo. Gracias — Respondió Betty sonriéndole al guardia y mirando a su madre. — Nos vemos luego mamá — Se despidió.

— Diviértete linda— Dijo Alice volviendo a centrarse en su celular.

Betty salió al frente de su casa, atravesando el portón y vio al pelinegro esperándola apoyado sobre su auto.

— Betty Cooper... eres la alegría de estos ojos— Habló Jughead acercándose a la rubia.

Ésta lo abrazó y luego se separó, mirándolo de arriba a abajo. — Te ves muy bien—

— Igual que siempre, cariño— Presumió el ojiazul acercándose a su auto y abriéndole la puerta a la chica. — Después de usted—

— Muy caballeroso Jones— Respondió Betty entrando al auto.

El chico cerró la puerta y luego dio la vuelta para entrar al asiento del conductor. — Nena... te voy a vendar los ojos— Avisó sacando una venda de su bolsillo.

— ¿Que?— Preguntó Betty confundida mirándolo.

— Es parte de la sorpresa. Bueno... si tú quieres— Aclaró el pelinegro.

Betty lo miró y asintió lentamente, aún confundida y sin saber qué es lo que Jughead tenía en mente.

Éste le vendó los ojos a la rubia y luego encendió el auto para empezar a conducir. — No voy a secuestrarte si eso es lo que crees— Dijo divertido mientras conducía.

Betty sonrió. — No es eso lo que estoy pensando.  ¿A donde me llevas?—

— Es una sorpresa y por lo tanto no te diré — Se negó.

Se quedaron en silencio por unos minutos hasta que Betty habló. — ¿Soy yo o ya reconozco este lugar?— Preguntó la rubia.

— Puede que si... o puede que no. No lo sé— Bromeó Jughead mientras aún conducía.

— Eres arrogante. Arrogantemente sexy— Admitió Betty.

Jughead estacionó el auto a orillas de la solitaria carretera y se detuvo.— Quiero que repitas lo que dijiste— Exigió.

— ¿Que haces? ¿Por qué dejaste de conducir?— Preguntó la rubia.

— Quiero que repitas lo que dijiste nena— Exigió Jughead poniendo una mano sobre la pierna de Betty.

— Dije que eres arrogantemente sexy... papi— Respondió ella acercándose lentamente al chico y sentándose a horcajadas sobre el.

Jughead la besó colocando sus manos sobre el trasero de la chica, la cual aún tenía los ojos vendados.