Capitulo 18

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Tres días después, Jughead continuó en contacto con Betty y había empezado a seguir cada uno de sus pasos discretamente. Éstos dos se habían vuelto todavía más unidos que antes y Jughead se dispuso a no jugar más con las chicas.

El pelinegro iba en su auto rumbo a la guarida que utiliza para torturar personas. Tenía a Brett retenido y lo torturó y lo drogó en esos días.

Llegó a aquella pequeña y vieja casa y estacionó su auto. Al bajar y entrar a aquella casa, vio a Brett atado con las manos arriba y colgando, con la cara cubierta por una bolsa negra y el cuerpo lleno de moretones, quemaduras y heridas punzantes. También estaban presentes Sweet pea, Reggie, Fangs, Archie y otros dos hombres que trabajan para Jughead.

— ¿Sabes?— Le habló Jughead a Brett acercándose con un cuchillo en mano. — Me sorprende que sigas vivo. Eres fuerte después de todo—

— Ya déjenme ir— Suplicó Brett casi sin voz por estar gritando de dolor.

— ¿Dejarte ir? ¿Dejar ir a un hijo de puta que se dedica a drogar mujeres para luego violarlas? Eso no sería buena idea — Respondió Jughead divertido. — Sweet pea... ¿Ingresaste al sistema de cámaras de seguridad del bar?—

Sweet pea asintió. — Borré los vídeos en los que salimos y no quedó nada — Aseguró.

— ¿Cuando lo matarás? Ya me está hartando con sus estúpidos gritos de niña— Se quejó Reggie.

— ¿Tienen la droga?— Preguntó Jughead sin dejar de mirar a Brett con odio.

— Aquí tienes— Respondió Archie sacando una jeringa con cocaína y pasándosela a Jughead.

— Ten cuidado con eso zanahoria — Advirtió Jughead tomando la jeringa y luego mirando a Brett. — Es hora de tu dosis diaria amigo — Dijo clavándole la jeringa a Brett en el muslo izquierdo haciéndolo gritar.

— ¡Ya mátame! ¡Te lo suplico!— Gritó Brett.

— Ya cállalo Jughead. Nos está volviendo locos— Pidió Fangs.

— No te matare ahora amigo. Te estaría haciendo un favor y yo no hago favores. No a pedazos de basura como tú— Contestó Jughead clavándole a Brett el cuchillo en el muslo en donde le inyectó la cocaína.

— ¡Púdrete!— Le gritó Brett a Jughead.

Jughead le respondió dándole un puñetazo en la cara.— ¡No sabes lo mucho que me enoja recordar lo que le querías hacer a Betty en esa habitación teniéndola drogada! ¡Pudiste haberla matado de una sobredosis!— Le gritó soltando otro puñetazo en su cara y éste solo gritaba. — Ahora tráiganme más cocaína. Pero la quiero en polvo—

Uno de los hombres que trabaja para Jughead sacó de una bolsa unos dos sobres de cocaína en polvo y se los pasó al ojiazul.

Éste tomó aquellos dos sobres, los abrió, levantó un poco la bolsa que tapaba la cara de Brett y lo obligó a tragar toda esa cocaína en polvo. — Ahora prueba lo mismo que le das a las chicas antes de violarlas—

Y así continuó obligando a Brett a consumir cocaína en polvo hasta que éste empezó a convulsionar. Jughead vio cómo se convulsionaba y sonreía satisfactoriamente sabiendo que Brett moriría en cuestión de minutos a causa de una sobredosis de ésta droga.

Finalmente Brett dejó de convulsionar, dejó de moverse o quejarse y Sweet pea se acercó y tomó su pulso. — Está muerto— Anunció Sweet pea volteándose a mirar a Jughead.

Jughead asintió con una gran sonrisa malévola. — Lastima que la diversión terminó. Ustedes— Habló refiriéndose a sus hombres. — Encárguense del cuerpo y que no quede absolutamente nada de ésta basura—

Volver a Enamorarte |Bughead| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora