Capitulo 54

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Y aún en el hospital, Jughead y Verónica se mantenían al lado de Betty, a quien le estaban practicando un ultrasonido para asegurarse totalmente de que el bebé estaba bien y aquellas píldoras abortivas no le habían hecho daño.

Jughead estaba a su lado, tomando su mano mientras la doctora le pasaba aquel aparato a la rubia sobre su vientre de seis meses, y Verónica también estaba a su lado observando detenidamente la pantalla en donde aparecería el bebé.

— Ahí está — Avisó la doctora señalando la pantalla con su mano libre. — ¿Pueden verlo?—

— Lo estoy viendo— Aseguró Betty mirando la pantalla con una sonrisa.

— También lo veo. ¿Y tú Jughead?— Le preguntó la pelinegra al ojiazul.

Jughead miraba la pantalla, pero permanecía en silencio. Estaba viendo al pequeño ser que crecía dentro de su novia. Estaba viendo a su hijo o hija.

— Jughead... ¿Estás bien?— Preguntó Verónica.

— ¿Que? Oh, si. Es solo que aún no... ¿Saben que? Olvídenlo. No me hagan caso — Contestó el pelinegro.

Betty lo miró con ternura y luego miró a la doctora. — ¿Entonces mi bebé está bien? ¿No le pasó nada malo?—

La doctora negó, aún pasando aquel aparato sobre el vientre de Betty. — Cuando usted llegó, el corazón del bebé latía más rápido de lo normal. Pero ahora está todo en orden. Su bebé está perfectamente bien— Aseguró.

Betty, Jughead y Verónica respiraron, aliviados.

— ¿Seguros de que no quieren saber su género?— Preguntó la doctora.

— No— Contestaron el pelinegro y la rubia al unísono.

— Ay chicos...— Se quejó Verónica rodando los ojos. — ¿Es enserio?—

— Muy enserio— Aseguró Betty mirando a su mejor amiga, divertida.

— Muy bien, Elizabeth. Su bebé está perfecto y usted también. Pero fue muy peligroso consumir esas píldoras abortivas. Si no hubiese llegado a tiempo o si hubiera tomado más... no querrá saber qué habría pasado. Por ahora descanse mucho y no se asuste si aún se siente un poquito mal. Pero si eso no se le pasa después de unos pocos días regrese de inmediato. ¿Bien?— Informó la doctora.

Betty asintió con una mueca por tantas cosas que había dicho la doctora.

Jughead recibió una llamada de Sweet pea y supo que tal vez éste ya había logrado descubrir quién estaba detrás de éste incidente.

— Nena, tengo que atender una llamada. Regreso de inmediato. ¿Okey?— Avisó Jughead besando la frente de su novia.

Betty asintió y entonces Jughead salió de aquella habitación, cerrando la puerta y atendió la llamada.

En la llamada...

— Sweet pea, ¿Que descubriste?— Preguntó ansioso.

— Ya revise las grabaciones de las cámaras de seguridad y vi a la última persona que estuvo en la oficina de tu novia poco antes de que ella llegara. Después vi a la novia de Archie que después salió corriendo de ahí y regresó contigo—

— Si, eso fue cuando Betty empezó a sentirse mal. ¿Pero quien estuvo en su oficina antes de eso?— Preguntó el ojiazul.

— Esa chica que te acosa todo el tiempo. ¿Como se llamaba?— Preguntó Sweet pea.

— ¿Donna?— Preguntó Jughead tensando la mandíbula.

— Si, Donna. Ella entró a la oficina de Betty con algo en su mano pero no se ve que es. Ella miraba para todos lados y parecía nerviosa. Y cuando iba saliendo apareció tu novia. Después de eso pasó todo lo que pasó —

Volver a Enamorarte |Bughead| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora