Capitulo 31

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— ¿Que estamos haciendo?— Preguntó Jughead en voz baja aún mirándola.

— No lo sé. Pero esta noche quiero que me hagas tuya, Jughead Jones— Admitió la rubia.

— ¿Que?— Preguntó Jughead sin poder creer lo que había dicho Betty.

— Quiero hacerlo contigo Juggie. Ahora— Le pidió acariciando su mejilla.

— Pero... ¿Estás segura? ¿De verdad quieres que lo hagamos?—

Betty asintió.

— No lo se— Respondió el chico. — No se si sea buena idea —

— ¿Por qué no?— Preguntó Betty mirándolo confundida. — Oh... entiendo. Yo no te gusto. No soy atractiva para ti— Dijo con los ojos cristalizados.

— No preciosa. No es eso— Negó el pelinegro. — Es que me siento como un aprovechado—

— Pero no eres un aprovechado. Yo quiero esto Jughead — Aseguró Betty volviendo a besarlo.

Éste correspondió y cuando se separó de la rubia, la miró a los ojos. — ¿De verdad lo quieres hacer... nena?— Le preguntó poniendo sus manos alrededor de la cintura de la chica.

— Si quiero... papi— Le respondió sonriendo levemente.

Jughead la miró divertido. — Ahora no estás ebria. ¿Por qué me llamas así?—

— No lo sé. Ahora llévame a mi habitación — Susurró Betty contra su oído.

Jughead la cargó y la besó. Y así entre besos subieron las escaleras hasta la habitación de la rubia y éste la dejó sobre la cama y se posicionó sobre ella empezando a besar su cuello.

— Juggie...— Habló Betty casi sin aire. — Espera—

Jughead se separó de ella y la miró. — ¿Que pasa? ¿Ya no quieres?— Preguntó preocupado.

Betty negó. — Si quiero hacerlo pero... hay algo que debes saber— Confesó sonrojada.

— ¿Que pasa?— Preguntó el ojiazul preocupado.

Betty tomó aire. — Yo... yo... soy virgen— Dijo bajando la mirada.

Jughead la miró divertido. — Pero eso no tiene nada de malo. Pero es raro que seas virgen a los veintitrés —

— Tengo veintidós — Respondió Betty.

— Como sea. Con más razón te pregunto otra vez si de verdad lo quieres hacer. Puede dolerte un poco... o molestarte pero solo al principio — Avisó Jughead sentándose sobre la cama a su lado.

— ¿Como sabes tanto sobre eso? No eres mujer— Dijo Betty divertida.

— No sería la primera vez que le quito la virginidad a una chica— Admitió el ojiazul.

— No quería saber eso— Respondió Betty haciendo una mueca.

— Perdón— Se disculpó divertido. — Ya no quieres hacerlo. ¿Verdad?—

Betty asintió. — Ya no me preguntes eso. Quiero hacer el amor contigo esta noche, Jughead —

— Mira... hagamos algo. Ya que eres virgen voy a ser delicado contigo. Tú déjate llevar. Pero si algo no te gusta o te molesta tu solo dime y yo voy a detenerme. ¿Entendido?— Propuso el pelinegro.

Betty asintió y entonces Jughead la besó. Se besaron lujuriosamente y Jughead bajó sus besos al cuello de Betty. Ella lo agarro de su negra y abundante cabellera y Jughead, en un movimiento rápido, le quitó la remera. Se detuvo para mirarla y ella lo miraba a él, sonrojada.

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