Capitulo 22

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Los días pasaban y Betty seguía en coma. Jughead no dejó de visitarla durante ese tiempo, aunque se quebrara al verla en ese estado. Esos días parecieron interminables y Jughead ya no era el mismo. Estaba totalmente roto y otra vez ese vacío lo consumía.

Jughead se encontraba en la oficina que tiene en casa, con una botella de Brandy sobre su escritorio, mirando por la gran ventana con una amplia vista al pueblo de Riverdale. Saco la medallita de Betty y la miró soltando un suspiro.

— ¿Puedo?— Preguntó Toni desde la puerta de la oficina.

— Adelante— Respondió Jughead cortante y sin mirarla.

— ¿Que haces?— Preguntó la morena acercándose a él y sentándose a su lado sobre un pequeño sofá.

— Estaba trabajando. Ahora termine y solo estoy aquí perdiendo el tiempo — Dijo llevándose la botella de alcohol a la boca.

— ¿Quieres dejar de tomar?— Pidió Toni arrebatándole la botella a su mejor amigo.

— ¿Que pasa contigo Toni?— Preguntó Jughead mirándola serio.

— Eso te lo pregunto a ti— Contestó la chica. — Se que estás destrozado por lo que pasó con Betty pero no estás logrando nada tomando sin control—

— Me distraigo— Se justificó.

— No Jughead — Negó. — Mira... ¿Y si te llamaran para decirte que Betty despertó? Estarías más borracho que un perro y no podrías ir a verla. Piénsalo idiota. Será mejor que te mantengas sobrio para ser uno de los primeros en estar ahí cuando despierte. Su padre murió y estará confundida, asustada—

Jughead la miro en silencio por un momento. — Tienes razón Toni. No hago nada con estar bebiendo todo el día como un completo imbécil. Si ella despertara entonces yo estaría ebrio. Pero no lo entiendo —

— ¿Entender que?— Preguntó ella.

— ¿Por qué pasan estas cosas? ¿Por qué a ella? ¿Por qué no fui yo? ¿Por qué tuvimos esa estúpida discusión? ¿Sabes lo que es ir a esa maldita empresa y no verla? Verla a ella era lo que me hacía falta todos los días. Verla sonreír, escuchar su voz y tomar su mano... besar esos malditos labios es todo lo que deseo en este momento. La deseo a ella. ¿Por que será que siempre que me interesa algo simplemente se va? ¿Acaso no puedo ser feliz? ¿No puedo amar Toni?— Se expresó Jughead con los ojos cristalizados e intentando agarrar el Brandy.

— Jughead no— Respondió Toni alejando de él la botella. — Se que te sientes mal y que de verdad la amas pero estas cosas le pasan a cualquiera. Fue un accidente pero ella va a estar bien. Yo lo se—

— Ojalá fuera tan fácil — Murmuró Jughead pasándose una mano sobre la cara suspirando pesadamente.

— Con permiso— Dijo Mónica desde la puerta de la oficina. — ¿Necesitan algo?— Preguntó.

— A ella— Respondió Jughead.

— Jughead...— Lo llamó Toni mirándolo seria.

— Mi niño...— Le habló Mónica acercándose al chico y acariciando su mejilla. — Lo vi crecer y se que si usted se encariña con algo y luego lo pierde es muy doloroso. Puedo identificar un corazón enamorado a simple vista. Pero debe ser fuerte para estar ahí para ella—

Jughead la miró y asintió. En eso su celular sonó y él atendió la llamada sin nisiquiera ver quien era.

En la llamada...

— Jughead...— Lo llamó Verónica.

— Verónica... ¿Que pasó?— Preguntó Jughead.

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