Capitulo 81

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Los siguientes cuatro meses se fueron volando, y Jughead se aseguró de que su novia tuviera el embarazo más tranquilo posible, aunque estaba extremadamente nervioso por la llegada de su segunda hija. Se adaptó a William aunque al principio no fue fácil. Pero adaptarse a su vida con un segundo hijo lo aterraba todavía más.

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Betty estaba sentada en el jardín viendo a Jughead jugar con el niño y con Milo. Su enorme panza de ya nueve meses de embarazo no le permitía jugar con ellos como quisiera, así que sólo le quedaba observar. Amaba ver cuando Jughead pasaba tiempo con su pequeño niño y deseaba que también fuera así con la bebé que tendrán ahora.

Jughead dejó de jugar con el niño cuando recibió una llamada y se fue a atenderla. No se veía muy feliz. Cuando colgó la llamada, fue hacia Betty.

— Nena, tengo que ir a la maldita empresa ahora. Me necesitan. No sé por qué me llaman cuando estoy ocupado pasando tiempo con mi hijo y cuando tú estás a punto de tener a esa bebé — Se quejó.

— Está bien Juggie. Vamos a estar bien — Aseguró la rubia sonriéndole.

— ¿Segura? Puedo dejarlo para otro momento si quieres — Propuso el chico.

— No. Esta bien— Aseguró.

— Bueno, pero si ocurre cualquier cosa o si crees que ya tendrás a ese bebé, me llamas y voy a estar aquí de inmediato. ¿Bien?— Preguntó el ojiazul acariciando su mejilla.

Betty asintió y Jughead dejó un pequeño beso en sus labios para luego dirigirse al jardín del frente e ir a su auto.

— ¡Papi no!— Chilló William amenazando con llorar viendo que su padre se iba.

Jughead se giró a mirarlo y sonrió. — Campeón, papi va a regresar rápido. No llores. Quédate con mami. ¿Si?—

— No— Se negó el menor acercándose a su padre y abrazándose a él.

— William, papi no puede llevarte. Ven— Lo llamó Betty.

— No, papi— Repitió el niño abrazándose más a su padre.

— Enserio tengo que irme William — Advirtió Jughead.

— Mi niño precioso, hice galletas para ti mi amor — Avisó Mónica apareciendo en la puerta de la casa.

— Galleta— Respondió el niño corriendo hacia la mayor, aplaudiendo. Ésta lo tomó en sus brazos y lo llevó adentro de la casa.

— Al menos es fácil de chantajear— Admitió Betty divertida.

— Ahora me iré antes de que me agarre otra vez. Te amo— Le dijo Jughead a la rubia.

— Te amo Juggie— Le respondió viéndolo irse.

Jughead se fue y Mónica salió de la casa con el niño en sus brazos, el cual se estaba comiendo una galleta. La mayor notó que algo le preocupaba a la rubia y se sentó a su lado con William en su regazo.

— ¿Que sucede?— Preguntó Mónica.

Betty suspiró y la miró. — Es que me cuesta entender a Jughead —

— Es que Jughead no es alguien fácil de entender — Admitió Mónica divertida.

— Es que no entiendo por qué el es así. Me refiero a que a él le costó entenderse con su propio hijo y ahora es peor con la bebé que tendremos ahora— Expresó.

Mónica tomó aire. — Es que Jughead nunca tuvo un claro ejemplo de cómo ser un padre. Creo que tiene miedo de no estar haciendo las cosas bien o no sabe cómo ser un padre —

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