—Déjenme ver si entendí. Ustedes vienen del futuro, ¿no?
Carl, junto con Ella, Bob, y los tres hermanos Chad del futuro se habían instalado en un local de comida rápida que encontraron junto a la carretera. Habían tomado una mesa junto a la ventana, sentados tres y tres frente a frente. Cada uno tenía un vaso de café de máquina que se habían servido apenas ingresaron. La cucaracha interrogaba a los tres conejos frente a él. Se encontraba realmente interesado, y las razones no le faltaban. Jimmy había crecido más que sus hermanos, hasta encontrarse media cabeza por sobre Yuri. La cara de Jacob había ensanchado un poco y daba la ilusión de ser cuadrada a pesar de que realmente era redonda. El rostro de Yuri se había estilizado, viéndose más adulta en comparación con la pequeña conejita que todos conocemos.
—Así es —afirmó Yuri asintiendo con la cabeza.
—¿Y están aquí por esa piedra? —volvió a preguntar Carl apuntando hacia el trío.
—¿Por Jennifer? ¡Sí! —respondió Yuri.
—Ese tal Denis Trevor es muy peligroso —agregó Jacob entrecruzando los dedos de ambas manos y regalándole una mirada de absoluta seriedad—. Con un poder como el de Jennifer sería prácticamente invencible, y nuestro futuro no existiría.
—Un momento —intervino Ella—. ¿Jennifer?
—Es nuestra hermanita —contestó Yuri—. Cuando murió, el poder Woo Foo liberado fue tan grande que era imposible que se hubiera desvanecido en el cosmos. Así que se petrificó en esta piedra —agregó sacando de entre su capucha la piedra brillante.
Al instante todo se convirtió en un brillo enceguecedor, borrando absolutamente todo lo que había en el entorno.
—¡Guarda eso! ¿Quieres? —replicó Jimmy molesto mientras empujaba el brazo de su hermana para que volviera a esconder la piedra.
En ese instante todo regresó a la normalidad. Jacob notó que todos los presentes se habían cubierto los ojos, escondiéndolos de la luz brillante. Tras unos cuantos segundos poco a poco todos recuperaron la vista. Todos los ajenos a la mesa regresaron a sus quehaceres habituales. Solo los tres personajes sentados frente a ellos se les quedaron viendo con impresión.
—¡Brilla! —exclamó Bob con emoción.
—No lo entiendo —agregó Carl confundido—. ¿Me están diciendo que...?
—De los gemelos que mamá esperaba en este presente, uno murió —le explicó Jacob con seriedad—. Era la niña. Se llamaba Jennifer.
—¿Qué? —la sorpresa golpeó a un Carl que se aferró a su vaso con café. No pudo evitar imaginar cuánto habría sufrido o estaría sufriendo Yin ante la pérdida de uno de sus hijos. Fue una rápida y dolorosa estocada en lo más profundo de su corazón.
—Pero al menos Yerko está bien —intervino Yuri al ver el rostro apesadumbrado de la cucaracha.
—¿Yerko? —cuestionó Ella Mental.
—Ajá —respondió Yuri—. Es nuestro hermanito. Tiene como diez años.
—¡Un momento! —exclamó la tigresa molestamente confundida cerrando sus ojos con fuerza y levantando ambas palmas—. Me están diciendo que esos gemelos de los que hablan... ¿también son hijos de Yin y Yang?
—Sí —contestó Yuri sin miramientos.
—¿En serio?
—Ajá —secundó Jimmy.
La tigresa, aún incrédula de lo que estaba escuchando, golpeó la mesa con ambas palmas y se volteó hacia Carl y Bob. Tenía la boca abierta y una mirada que albergaba la más absoluta incredulidad. Bob le devolvió una sonrisa ingenua, mientras Carl alzó una ceja.
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Amor prohibido
FanfictionYin y Yang mantienen un matrimonio normal con cinco hijos, sin que nadie sospeche que son hermanos gemelos. Dejaron atrás el Woo Foo, su pasado, su vida, su historia, todo para comenzar una nueva vida juntos, en una nueva ciudad. Todo cambiará cuand...