—Sube.
Jack se encontraba sentado en la entrada de su hogar cuando vio el vehículo familiar estacionarse frente a él. Al abrirse la puerta, vio a su padre en el asiento del piloto. Lentamente se puso de pie y paso a paso se acercó al vehículo. Los pies le pesaban en la medida en que se acercaba. La mente de su padre en aquel momento era un misterio. Su cara de nada no ayudaba mucho a la causa. Temía que tras esa máscara, surgiera una nueva tormenta.
Había intentado varias cosas mientras tanto en busca de su hermano. Llamó inútilmente a la policía, habló con los vecinos sin encontrar respuestas. Aprovechó de sacar las sábanas que le sirvieron de cuerda durante aquel día mientras intentaba ordenar su mente. El silencio de la noche lo estaba ayudando bastante, hasta que se halló frente a frente con su padre.
En silencio, piloto y copiloto comenzaron su viaje. No hubo intercambio ni de la más mínima frase. Esto ponía cada vez más nervioso a Jack. No sabía si su padre sabía que se había fugado. No sabía si había encontrado otra nueva excusa para recriminarlo. Ese definidamente no era su padre, aquel con quien congeniaba tan bien hasta hace poco. Las dudas y el temor se entremezclaban creando una mala combinación para su tranquilidad.
Yang por su lado, estaba muy lejos del aquí y del ahora, y por supuesto, años luz de los problemas de su hijo. Había sido un día agotador depositando todas sus energías en aquel árbol al borde de la muerte. Había una dulzura en Sara que lo manipulaba cuan títere. Con su sola presencia, cualquier petición que saliera de sus labios, él la cumpliría, por imposible que fuera. Sin darse cuenta, habían pasado las horas regándolo, podándolo, quitándole las malezas y los hongos. Solo cuando Sara llegó para informarle de la hora, se había percatado del tiempo transcurrido.
—¿Qué ocurre? —se atrevió a preguntar Sara.
Yang estaba revisando su celular por primera vez en horas mientras se colocaba su chaqueta. Ella fue testigo de su metamorfosis. El terror arribó en su rostro tras ver las ciento de decenas de llamadas perdidas de su familia. Principalmente eran de Yin y Yenny. Con el corazón amenazando con dejar su cuerpo, decidió llamar a su esposa. Sara lo observaba en silencio. Sobre su bata se había colocado un chal negro, para protegerse del frío que traía consigo el ocaso.
La interrogación se incrementó en Sara tras la conversación que Yang tuvo con su esposa. Lo vio congelarse, y caer en desesperación, como quien cae a un precipicio directo al mar.
—Tengo que irme —respondió con rapidez mientras se disponía a correr a toda prisa.
—¿Pero qué ocurre? —insistió Sara.
—Es mi hijo —respondió mientras ella lo seguía—. Está en el hospital.
—¡Oh Dios mío! ¿Cómo está?
—Aún no nos dan información.
Ambos llegaron corriendo hasta la mansión, lugar en donde Yang recogió su maletín frente a la imperturbable mirada de Boris.
—Si quieres puedo llevarte —se ofreció Sara—. Boris, trae el auto —agregó a su mayordomo.
Yang pensaba negarse. No le gustaba mezclar a desconocidos en sus problemas familiares. En el fondo de su alma temía que ese desconocido fuera la clave que terminara destruyendo a su familia. Su parentesco con su pareja era el talón de Aquiles de su vida común y corriente. Pero pronto su raciocinio le aconsejó que lo más importante era su hijo, y que aceptar dicha invitación era la mejor alternativa.
Fue así como el conejo se encontraba al interior de una camioneta sencilla y anticuada, conducida por la propia Sara. Todo había ocurrido tan rápido que ni siquiera se alcanzó a preguntar por qué ella tenía una camioneta tan sencilla en comparación con la opulencia de su hogar, y por qué ella era la conductora y no mandó a su mayordomo. Se sentía aprisionado ante la preocupación, a pesar que no era la primera vez que pasaban por esto. Jimmy siempre ha sido alguien débil de salud, y cada cierto tiempo les daban estos sustos, pero le era imposible acostumbrarse.
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Amor prohibido
FanfictionYin y Yang mantienen un matrimonio normal con cinco hijos, sin que nadie sospeche que son hermanos gemelos. Dejaron atrás el Woo Foo, su pasado, su vida, su historia, todo para comenzar una nueva vida juntos, en una nueva ciudad. Todo cambiará cuand...